Once Upon A Time: A Place Where All Is Lost.

Capítulo XXIX: El plan malvado.

-¿Estas seguro de que funcionará?. Además, ¿que pasa con lo de "toda magia tiene un precio"?. Me preguntó Grace muy poco convencida.

-Si funcionará, respondió Amy. Y esta es la única opción que tenemos.

-David, me dijo Violett. ¿Esto no es robo?

-No.

-Pero irrumpimos en la tienda del Señor Gold y sacamos una poción.

-Si, pero también dejamos una nota para explicar todo y tus monedas de oro.

-Si, pero...

-Debemos empezar, no sabemos que le están haciendo a Robert ni cuanto tiempo nos queda, dijo Amy interrumpiendo a Violett.

-Está bien, respondí.

Rocíe la poción localizadora en la chaqueta. Esta comenzó a hacer un movimiento que ya se me hacía muy familiar.

La empezamos a seguir, muy despacio y en silencio ya que no sabíamos cuando íbamos a llegar ni que momento íbamos a interrumpir.

Desde la tienda del Señor Gold pasamos por Granny's, la biblioteca y luego nos adentramos al bosque.

Era húmedo y oscuro, pero me gustaba. Me hacía relajarme y entrar en paz. Podría haberme quedado dormido si no hubiera estado caminado en esta situación. Es la primera vez en la que realmente apreciaba el bosque.

Llegamos a un lugar que reconocía claramente, el lugar donde llegó Zelena. Más allá se encontraban las tiendas del campamento del rey Arturo.

-¿Regresamos?,preguntó muy sorprendida Violett.

-Así parece, respondió Amy. Pero debemos seguir en silencio ya que la chaqueta aún no se ha detenido.

Y así seguimos unos metros más hasta llegar a la tienda del rey Arturo, cuando la chaqueta se detuvo y calló unos centímetros antes de la entrada.

-¿Todo este tiempo estuvo bajo nuestras narices?, preguntó muy extrañada Grace.

-Creo que si, le respondí.

-Pero no se ve nada raro, dijo Violett.

-Presiento que hay magia, respondió Amy.

Con mucho cuidado coloqué un dedo dentro de la tienda, éste desapareció completamente.

-Debemos entrar, aseguré en ese instante.

De inmediato todas empezaron a entrar en mucho silencio. Primero Violett, luego Grace y después Amy. Yo me quedé al último para asegurarme de que no hubiera nada sospechoso acechandonos.

Al entrar lo primero que vi fue a las chicas tan inmóviles que hice lo mismo y observé.

La escena era muy rara. El rey Arturo no se había dado cuenta de nuestra presencia y parecía estar preparando una poción. Mucho humo lo rodeaba junto a frascos de colores.

En el fondo de la tienda habían dos sillas. En una estaba el señor Midas con la boca tapada y amarrado en ella con el rostro muy sorprendido de vernos.

En la otra se encontraba Robert, igualmente amarrado, con la boca tapada y los ojos vendados. El no notó nuestra presencia.

-¿Cuál es el plan?, preguntó muy despacio Grace.

-Tu y Violett liberan a Robert y a Midas mientras yo y David distraemos a Arturo, susurró Amy.

Grace y Violett hicieron un gesto afirmativo. 

Cuidadosamente ellas se fueron acercando a los cautivos mientras nosotros íbamos con paso firme y seguro en la dirección del rey Arturo.

-¿Que hacen aquí?, nos preguntó claramente sorprendido.