Once Upon A Time: A Place Where All Is Lost.

Capítulo XIX: Oportunidades perdidas.

Amy Pov's

Me ignoró totalmente y se fue. Creo que esta sospechando de mis planes. Si, debe ser eso. No hay ninguna otra forma de que alguien ignore a este saco de belleza. Pero, ¿Como lo supo?

De repente vi acercándose a mi "mejor amiga".

-¡Hola, mejor amiga!, exclamé a Grace.

-Te dije que no me llamarás así. Recuerdame, ¿porqué acepté no decirle a nadie lo que me hiciste? 

-Porque con mi magia puedo hacer que David te odie para siempre.

En realidad no puedo hacer eso, pero todo esta bien por que ella no lo sabe.

-¡Te odio!

-Querida, es una pena... ¡que eso no me importe!

-Ya, OK. ¿Has visto a David?

-No lo he visto en todo el día.

Mentira.

-OK, adiós, dijo ella.

-No, espera...

Se fue y me ignoró.

¿Porque todos me ignoran?

Obviamente no le iba a decir que había visto a David porque eso implicaría decirle que tiene magia y eso haría que ella se interpusiera en mis planes.

Pero... ¿Será correcto lo que estoy haciendo?. Lo que quiero es tener todo lo que he perdido y tener a Storybrooke seria como recuperarlo todo a gran escala, gracias a todo lo que he hecho.

El fin justifica los medios, eso es lo que he aprendido a la fuerza durante mi vida, ¿verdad?.

No, Amy, basta. Has pasado toda ti vida engañandote a ti misma diciéndote que el fin justifica los medios cuando sabes que no es verdad.

Hice un gesto y llegué a mi campamento rústico que hice en medio del bosque.

Era una tienda de camping de las que venden en los centros comerciales. Tenía un colchón viejo muy desgastado con unas sábanas muy descoloridas. Junto al colchón estaba una antigua mesita de noche con mi diario, lleno casi completamente con mis planes destartalados, angustias e imágenes que ahora ya no tienen sentido para mi.

Enfrente de la cama había un espejo de mano colgado en la "pared" a modo de espejo de baño.

Lo tomé y sentándome en la "cama" me observé en el. Solamente veía la pantalla falsa que había decidido mostrar, una joven niña harapienta y fangirl.

Lo único que me gusta de mi máscara es eso, lo "fangirl" porque me recuerda cuando era una niña pequeña y me obsesionaba que pequeñas estupideces mágicas, quien diría que llegaría a ser una bruja.

Sin dejar de mirarme el espejo reflexioné.

Todo lo que busco, todo lo que he perdido, ya no está por mi culpa. Fui yo quien dejó ir todas esas oportunidades solamente para llegar a un estúpido fin. Y ahora parezco una tonta tratando de recuperar eso que se fue por mi culpa.

Caí en la oscuridad solo porque parecía tentativa, pero aún siento que queda un poco de bondad.

Cuando esa niña, Mérida, consiguió lo que buscaba a pesar de lo retorcido que le puse el camino me sentí muy bien, ayudando finalmente a alguien.

Soy un monstruo, le quité el amor a una joven adolescente solo por una pequeña deuda. Lo único que le dí a Jefferson fue un estúpido sombrero que al final le hizo perder su hija, y yo, más encima, le cobré ese sombrero que no pagó, cuando la magia por si misma cobró el precio.

Mi más grande inspiración, Rumplestiltskin, tenía razón "toda magia tiene un precio", y hay veces en donde ella misma lo cobra.

Incluso he perdido la oportunidad de conocerlo solo por mis estúpidos planes, otra oportunidad pérdida.

Debo remendar esto.

Dejé el espejo sobre el suelo, lo pisé. Esa vieja bruja ya no existe.

Fui a buscar a Grace, recorrí casi todo Storybrooke para encontrarla.

¿Me creerá cundo le pida perdón y le explique todo?, probablemente no pero debo intentarlo.

Finalmente la encontré saliendo de una tienda de ropa, parece que empeñó la que yo le había dado. OK, me lo merezco aunque yo lo consideraba un lindo regalo y le quedaba muy bien.

-Grace, necesito hablar contigo.

-¿Que quieres?, dijo ella, estoy apurada.

-Quiero hablar contigo, por favor dame unos minutos.

-OK, pero sé rápida.

Hice un gesto y llegamos al límite de la ciudad, yo junto a la línea divisoria dándole la espalda.

-¿Porqué estamos aquí?, preguntó.

-Porque se que no me creerás lo que te diré, así que te doy una garantía. Si crees que te haré daño, empujame y me convertiré en árbol.

-OK, pues, dime.

-Grace, te pido perdón. Se que lo que hice fue horrible y ahora me arrepentimiento. Se que lo más probable es que no me perdones fácilmente pero te suplico una oportunidad. Me arrepiento de todas las atrocidades que he hecho en mi vida. Ahora quiero remendarlo todo y ser buena.

-¿Como se yo que no me mientes?

-Mmmm, nose Como probartelo, mira.

Hice un gesto y me falsa pantalla adolescente desapareció. En su lugar quedó una vieja pequeña, deschaparrada con un loco cabello canoso.

-Te conozco, eres... ah, no lo recuerdo bien. Se que te he visto en una película que viste con David en nuestra segunda junta de amigos.

-¿Cuando fue?, me alegro de que su relación este progresando.

-Terminó recién, vimos un maratón de película disney y ahora había empeñado tu ropa.

-Así veo, hice un gesto para que me tendiera sus nuevas bolsas y las revisé.

-Es muy lindo, me gusta tu estilo.

-Gracias. ¡Ya te recordé!, eres la bruja de Mérida.

-Corrección, bruja de DunBroch, pero si. ¿Hicieron una película de mi?

-Si, Valiente, es muy buena. Creo que estas siendo sincera, te perdono. Pero aún así te tendré un ojo encima.

-Muchisimas gracias, la abracé.

Automáticamente se cambió mi cuerpo al de la joven Amy.

-Agradezco mucho tu aceptación, dije yo. ¿Sabes donde puedo encontrar a David?, necesito disculparme con el también.

-Nos juntaremos nuevamente en una hora,  puedes venir conmigo, amiga.

-Muchas gracias, amiga.