Capítulo Veintiocho

Start from the beginning
                                    

—¿Cuándo quieres que me vaya?— preguntó.

—Ya— hablé. —Cuando regrese a Asheville decidiré que será de tu trabajo en la posada— Merly trabajaba para los negocios del club desde que había cumplido los dieciséis.

—¿Algo más?— negué. La observé salir de allí, había tristeza en su rostro y sus ojos llenos de lágrimas pero no era una mierda la cual me interesara, había tenido demasiada puta paciencia con ella.

Pocos minutos después de que Merly se hubiese marchado la puerta volvía a abrirse y entraba Ginna.

—Vaya, Kath definitivamente se sacó la lotería contigo— me escaneaba de arriba abajo.

—Quiero tu culo lejos de mi club— fue todo lo que dije. —Katherina no necesita a alguien como tú en su vida y mucho menos si es alguien quien está follando con mis enemigos.

—Que la estés follando no te da derecho de decidir quién está o quien no está a su alrededor— esa pequeña perra estaba tentando su puta suerte.

—Tienes dos días. Te despedirás de Katherina debidamente y desaparecerás. Es mejor que lo hagas por tu cuenta, si lo tengo que hacer yo no te gustará.

Había tenido suficiente mierda como para saber cuándo le decías algo a una mujer y la mierda no le gustaba, y era aquello que estaba sucediendo justamente en aquellos momentos, a Ginna no le acababa de gustar mis exigencias, mas me importaba una mierda. Ella sacaría su culo de mi club sino quería que yo lo hiciera.

—Antes de que tú aparecieras en la vida de Katherina, yo estaba primero.

—No, no lo hacías— fueron mis palabras. —Estaba seguramente follando con el hijo de puta que te golpeó y sacó la mierda de ti. Katherina estaba sola, tú no formabas parte de su vida cuando la encontré.

—Conozco a Katherina, ella nunca te escogerá sobre mí.

—Saca tu traidor culo de mi presencia, Ginna.





Sabía que correr el culo de Merly de Manchester disgustaría a Katherina, mierda, ambas parecía que se habían convertido en amigas, pero cuando intentó defender a Ginna aquella noche y amenazar con que se marcharía con ella, sabía que esa mierda nunca sería posible. Algo se había oscurecido en mi interior y amenazaba con salir, había tenido que decirle el cómo llegó su hermana al club para no perder mi mierda, era eso o convertirme en el feo demonio el cual ella nunca tenía que ver en la superficie.

Hubo llorado, intentado alejarme pero al final la tranquilicé, había cuidado de ella como nunca lo hice con ninguna otra mujer y nunca jodidamente me sentí mejor que el cuidar de mi mujer. No la toqué de manera sexual pero aun así mi polla había estado dura cuando lavé su cuerpo, deslizar las manos sobre su vientre solamente había enviado una loca idea de Katherina con el vientre hinchado por un bebé mío.

Hijo de puta. Estaba jodido como la mierda por el intento de rubia que había llegado a mi club meses atrás por culpa de mi vicepresidente pero ni siquiera visualizar a Katherina con el vientre hinchado por mi culpa evitó que aquella noche reviviera la pesadilla de dieciséis años atrás. Hades era un bastardo hijo de puta y aquella noche me lo demostró cuando esta vez no era Gemma a quien Barnie asesinaba o a quien obligaba a bailar para él o sus hombres, era Katherina quien estaba en el lugar de ella mientras que un mocoso de ojos como los míos intentaba defender a su madre.

—Rocco— la voz era de Katherina, ella me llamaba pero mi puto cuerpo no se movía, solamente podía verla, frente a esos hombres con el cuerpo desnudo mientras la observaban con lujuria, como un maldito pedazo de carne del cual todos tendrían una porción.

Loving the Darkness (Dark Wolves MC, #1)Where stories live. Discover now