CAPÍTULO 92: "NADA AL RESPECTO"

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Unas horas después:

Al fin Adam logro calmar a Bethany y logro ir a su trabajo.

-¿Y bien? ¿esta era la emergencia?-Cuestiono dirigiendome a las chicas.

Veo como Bethany y Alicia corren por todo el jardín para no dejarse atrapar por Tobías.

-No, eso no es.-Responde Jenn tomando su jugo de naranja para después dar una sonrisa.

-¿Entonces?-Pregunto confusa.

-¡Encontré a mi verdadero amor!-Dice Jenn.

Por un instante escucho el grito que sale de mi, así, por inercia, hace tiempo que no grito de felicidad como lo hago ahora.

-¡Es enserio!-Grita Lila.

Parecemos una manada de adolescentes en el concierto de su banda preferida.

-¡Si!-Contesta Jenn en el mismo grito.

Observó a Jenn, sus ojos destilan alegría y felicidad.

Puando observo a Camile ella solo sostiene una pequeña sonrisa, me concentro en ella.

-¿Que te pasa Camile?-preguntó.

Los gritos de alegría de Jenn se detienen, dejándonos así en un terrible silencio. Un terrible e incómodo silencio.

Camile me mira, ella sigue en silencio sin darme respuesta alguna; veo como se apaga su sonrisa, y en su rostro se reúne una mezcla de tristeza, decepción y nostalgia; su nariz se torna roja, sus ojos se cristalizan, dejando así caer una lágrima.

-Camile.-Susurro hacercandome a ella.

Sin dejar que yo llegue ella se tira al suelo; y al llegar ella se aferra a mi pierna, abrazándola con fuerza y llorando en silencio.

Esto es como revivir el momento en que Alicia lloro por la muerte de aquel perro callejero, solo que en este caso es Camile quien llora.

-Camile, cariño.-Murmuro arrodillandome, pero ella no suelta mi pierna.

-Me dejo.-Murmura.

-¿Quien te dejo?-Pregunto alzando su cabeza y limpiando sus encharcadas mejillas.

-Peter.-Responde.

En menos de cinco segundos sus lágrimas vuelven a sus ojos.

-Maldito.-Digo.

-No lo llames así.-Dice ella tratando de respirar.

-Lo siento Camile, pero debes saber la verdad; Peter nunca me agrado, solo lo aceptaba porque tu estabas feliz con el.-Comento.

Peter nunca me dio buena impresión, mi sexto sentido me indicaba que no era el indicado para Camile; luego de un año el ya estaba accediendo a darle un hijo, eso no indica nada bueno.

-¿Y ahora que haré?-Pregunta mirándome y limpiando sus lágrimas.

-¿Estas embarazada?-Le pregunto.

-No.-Responde y yo sonrió.

-Entonces yo te diré que vas a hacer; en tres días es mi boda.-Comento.

Mi comentario la hace llorar mas.

-Quisiera ser tu.-Dice llorando.

-No me dejaste terminar.-Prosigo.-Entonces, te diré que vas a hacer, vamos a planear una fiesta a la que le llaman "despedida de soltera" para mañana.

-Eso es ridículo, tienes dos hijos.-Comenta.

-Entonces, vamos a salir de compras y conocerás hombres.-Sigo.

-Pero, pero es que el.... El era el único que me soportaba.-Dice llorando.

-¡No!-Grito dándole una fuerte abofetada en su mejilla derecha.-¡Olvidate de el! ¡vas a conocer verdaderos hombres!-Grito.

-¡Esta bien! No me pegues.-Comenta acariciando su mejilla.-¿Que pasa si no encontramos?

-Oye, si algo se es que la familia White es de buen linaje.-Muevo mis cejas de arriba a abajo.

-¿Que mierdas tiene que ver eso con mi estado sentimental?-Pregunta para minutos después mostrarme el dedo de el medio dejando ver su uña pintada de rojo y luego voltea su rostro.

-¿No te enteraste?-Le pregunto.

-¿Que?-Pregunta volteando a verme.

Por mas enojada que Camile pueda estar ella siempre tendrá curiosidad, puede que tenga veinte o veintiún años, pero ella siempre va a ser curiosa.

-Martín no tiene novia.-Digo con una sonrisa picara.

Su sonrisa aparece y sus ojos se encienden, limpia sus lágrimas y su nariz vuelve a estar color piel.

-¿Es broma?-Pregunta.

Camile siempre sintió algo mas que amistad por Martín, una semana después de conocerlo se entero que muy dentro de ella los chistes malos de Martín y esa sonrisa que siempre estaba presente, obtuvieron un lugar en su corazón, ella se enamoro. Y no dudo que Martín no sintiera lo mismo por ella.

El la miraba mientras ella estaba distraída; pero Camile nunca se lo dijo, Martín nunca lo supo, nunca mencionaron nada al respecto, sus sentimientos no se encontraron el uno con el otro, su historia nunca comenzó.

Es ahora que Camile debe aprovechar esta oportunidad.

-No, no es broma, esta es tu gran oportunidad.-Sonrió.

-Solo hay un problema.-Comenta.

-¿Cual?-Pregunto.

-Jenn viaja a New York mañana.-Responde.

-¿No vas a estar para el día de mi boda?-Pregunto dirigiéndome a Jenn.

-No.-Responde.

-Eres una perra maldita.-Digo en forma de broma.

-Lo lamento.-Sonríe.-Pero tu siempre estarás para Beck y el para ti, tal vez yo no vuelva a ver a Josh si lo dejo ir.-Comenta.

Me quedo en silencio, lo que dice Jenn es verdad, siempre voy a estar para Beck y el para mi, o al menos eso es lo que planeamos, no puedo ser egoísta, debo dejar que Jenn vaya detrás de su amor, debo dejarla ir aunque yo no tenga la menor idea de quien sea Josh.

-Esta bien.-Comento.

Me levanto y me dirijo al lugar en donde se encuentra Bethany junto a Alicia y Tobías para entrar en su juego.

No tengo nada que decir al respecto.

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