Nada nuevo

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Habían pasado alrededor de dos semanas, todo muy normal, las clases iguales. ¿Nuevo? Mis mejores amigas tenían novio... Si si si, aquellos dos chicos que estaban sentados jugando a la play. La semana por fin estaba terminando, los exámenes me tenían agotada y la cantidad de tarea que enviaban literalmente mataban.
Las cosas entre Jack y yo no eran muy distintas, de vez en cuando me dedicaba miradas. Muy rara vez pero e inclusive aún lo hacía y era besarme. Cada vez después de dejarme con su sabor implantado en mis labios me quedaba sentada en mi lugar pensando en lo bien que se sentía besarlo y lo pésima que era intentando no enamorarme.

Cuando por fin acabé de alistarme, bajé a la cocina por un vaso de agua, pero entrando a la sala me detuve e hice una mueca.

- Iugh consiganse un motel- Miré la escena que tenía enfrente y ellos soltaron la carcajada.

- Consiguete uno mejor - Sav señaló a Chris y reí.

- Prefiero así, todos están cortados con la misma tijera - Contesté caminando a la cocina.

- No todos - Dijo Jack comiéndose una pizza sobre el mesón de la cocina - Unos son feos y otros somos guapos.

Rodé los ojos - Hay mucho ego por aquí - Dije y salí de casa. Subí en mi auto y llegué al colegio.

quimica

Genial. Química

Las horas antes del descanso transcurrieron bastante rápidas, nada fuera de lo normal, oír a un anciano hablando de la tabla periódica y sus elementos. De hecho muy interesante, descubrí que si combinabas permanganato de potasio junto con agua oxigenada, podrías ir directo a la oficina del director. En mi caso, un sólo aviso de prestar atención en clase.

Entre a la cafetería, compré algo y me senté en la mesa donde estaban lo chicos. Cada uno en su cuento, hablando de diferentes cosas, cuando acabé mi desayuno tomé el libro que había sacado prestado de la gigante biblioteca de la casa y fui al campus para sentarme a leer un rato.

Sentí como el pasto se hundía a mi lado y volteé a mirar, para verlo ahí sentado con esa sonrisa que me derretia.

- ¿Qué lees?- Preguntó y comenzó a molestar mi cabello.

- A veces eres irritante - Bromeé y rodó los ojos.

- Yo a veces pienso que eres molesta y no lo digo, se llama cortesía - Abrí mi boca indiganda y él rió.

Su sonrisa era tan perfecta, una detandura blanca y bien formada. Al momento de reír se le formaba un oyuelo en cada mejilla, tan perfecto y reluciente como siempre.

- Es broma.

- Lo sé, me amas - Le guiñé un ojo.

- No me copies - Me señaló - Sabes, estás muy linda hoy - Alcé mis cejas y reí - Es enserio, te ves hermosa - Pasó un mechón de mi cabello por detrás de la oreja.

- ¿A cuántas más le dices eso? - Pregunté y rodó los ojos.

- A ninguna más, porque al resto le digo que están son buenas - Que cínico, me iba a levantar pero me tomó del brazo - Es broma, digo es verdad que te ves linda.

- ¿Qué te gusta de una mujer? - Pregunté cerrando el libro.

- Que sea divertida, amable, sencilla, que le encante comer y que juegue bien en los casinos - Dijo con una caje alzada y reí.

- Entonces ¿Por qué prefieres las rubias con grandes senos, gran trasero y diminuta cintura?

- Tú misma te estás respondiendo, la que yo describí sería la ideal para un hombre que quiera un amor mutuo. La que tú describiste es la ideal para una ocasión o dos o tres... Bueno creo que... - Comenzó a contar con sus dedos y continué con la conversación.

- ¿No has considerado que podrías tener una enfermedad venerea?

- Iugh no, yo me cuido, soy puto pero responsable - Aunque estuviera muerta de celos por dentro, intenté reír.

Que risa tan falsa, Dios. Eres peor de lo que pensé

- Eso veo - Murmuré viendo mis dedos.

- Mañana abrirán un negocio de tacos, ¿Quieres ir? - Preguntó y sonreí pero luego volví a la realidad.

- ¿Y tu novia?

- Deja de preguntar tanto por ella. Además no es nada mío, una amiga y ya - Dijo obvio.

- Que se comen y se besan - Susurré y el rodó los ojos.

- ¿Celosa? Celosa porque a ti no es a quien llevo a "cine" y llega con el cabello húmedo - Hizo comillas.

- Ya quisieras tú - Dije y sonó el timbre.

Nos levantamos y él me miró, se acercó a mi mejilla y susurró en mi oído - Me gustas, de verdad - Sin mirarne comenzó a caminar y yo le seguí.

La emoción que tenía en mi pecho era inaudita, era inefable. Una sonrisa se asomó de mis labios y sin pronunciar palabra caminamos hasta nuestra siguiente clase que compartíamos juntos. Me senté en mi lugar y él iba a hacerlo a mi lado hasta que resonaron unos tacones.

¿Quién putas usa tacones en el colegio?

Miré mis pies y vi mis tenis blancos. Definitivamente nosotros no conciencia.

- Hola Jacky ¿Te quieres sentar conmigo? - Dijo ella haciendo un puchero forzado. ¿Eso era tierno?

Parecía una sanguijuela tratando de chuparse una piedra. Aunque la sanguijuela se vería mil veces más linda.

Jack me miró y se rascó la nuca, caminó con ella a los asientos de adelante y se sentaron juntos. Saqué una hoja en blanco y comencé a rayarla.
L

a puerta se abrió y entro Jacob junto con el profesor.

- ¿Por qué no me estás insultando?- Preguntó y sonreí. Este chico se había vuelto un amigo muy cercano, le había tomado la confianza de contarle lo que sucedía con Jack. Si es hombre se suponía que sabría como entenderlo y saber que podía esperar de aquel castaño de ojos avellana.

- Porque no estoy de ánimos por ahora - Susurré con la mirada en la hoja.

- ¿Qué sucedió?- Preguntó y señalé con mi dedo a Jack y Ashley que estaban muy juntos y él sin problema se dejaba manosear.

- No lo entiendo, es decir, me dice que no quiere nada serio si, pero luego me dice que le gusto y ahora esto - Coloqué mi mano en mi cabeza - Moriré.

- Nadie muere de amor - Dijo él.

- Seré la primera - Rió y tiré mi cabeza sobre el pupitre.

Viviendo con mi hermano [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora