capítulo 17.- "distancia"

1.3K 166 41
                                    

Siento como toca mi mano con la suya y me sobresalto evitando el contacto.

—Lo siento, no sabía que estabas dormida.

Desde que se dio el incómodo momento de hace un rato, no nos habíamos dirigido la palabra, ni vernos las caras. El cuello ya me dolía de tanto ver por la ventanilla.

—No lo estaba— aclaro.

—¿Podemos hablar?

Me tenso, no quiero hacerlo. La forma de pensar de Freddy me hacen dudar. Todo él me hace dudar. Puedo catalogarlo como la persona más rara que conozco.
—¿Sobre qué?— me incorporo para mirarlo y evitar que se de cuenta de mi desconfianza y nerviosismo.

—De ti y de mí.

Lo veo con duda. Luego suelto una pequeña risa nerviosa y vuelvo a aclarar—: No hay un “tú y yo”. No existe un ‘nosotros’.

—Estoy consciente de eso; sin embargo, creo que nuestra relación como personas no es la mejor. Y todo lo que has hecho por mí ayer y hoy, no lo he sabido agradecer..., aunque haya salido fatal.

—Freddy...

—Escucha, Brissa..., no sé que tramas o qué quieres lograr al involucrarte de más conmigo. He sabido caer perfectamente en ello; pero no quiero que esto llegue más lejos. Quiero estar tranquilo y no temer por lo que me pase— se señala a sí mismo—. No quiero volver a pasar por algo así, porque claramente no es divertido.

—¿A qué quieres llegar con esto?

—A lo que ya habíamos hablado. Una vez pasado nuestro compromiso escolar, la distancia es lo mejor.

—Quiero que sepas, que no quería lograr nada contigo. Tan solo..., me dejé llevar por los recuerdos que tenía tuyos. Cuando todo era..., lindo.

—No importa el tiempo que haya pasado, siempre te tendré un cariño especial, también a Bryan. Y por ello, no quiero que te pase algo malo. Ya sabes perfectamente a lo que te arriesgas estando conmigo.

—Lo entiendo— asiento no muy convencida.

Se acerca por completo y me abraza. Me quedo inmóvil sin saber qué hacer. Finalmente correspondo a su muestra de afecto.

Hunde su rostro en mi cuello, roza con sus labios mi piel y no puedo evitar estremecerme. No lo ha hecho intencionalmente, pero con ese simple roce, me logra poner al cien. Todo contacto con él es diferente, extraño y lo mejor que seguro podría probar.

—Me estoy comenzando a sentir mal de nuevo. Bajemos a cambiar la llanta.

Miro por la ventanilla, la lluvia aún no para, está demasiado fuerte.

—Por favor, Brissa. No podría hacerlo sólo.

—Vamos a empaparnos, y a tu auto también— discretamente trato de convencerlo para que cambie de idea.

—No importa. La cambiamos, me llevas a la clínica, y volvemos rápido a casa para cambiarnos. Así podrías ir a unas clases a la universidad.

Suspiro rendida—Está bien.

Freddy abre la puerta, automáticamente el agua empieza a meterse al auto al rebotar en el suelo. Aunque no sólo es agua, sino lodo.

—¿Tienes algunas chamarras?

—Fíjate en la cajuela.

Me doy la vuelta en el asiento para asomarme. Sólo hay una que al parecer está sucia.

—Pontela— dice cuando la ve.

—¿Estás loco?, el enfermo eres tú. Te podría dar fiebre de nuevo. Vamos, pontela tú— se la  extiendo.

Shakespeare y Serenatas » f.lWhere stories live. Discover now