Capítulo 23

16.7K 666 76
                                    

                                               { Julia }

Por un instante, solo por un segundo, había llegado a pensar que Niall me iba a besar. << Qué ilusa >> se rió de mí mi subconsciente cuando él me abrazó. Oh, vamos, ¿de verdad pretendía engañarme a mí misma? Era imposible que Niall fuese a besarme alguna vez. Tonta, tonta, tonta.

-Gracias, Julia. – Dijo, contra mi pelo.

-¿Gracias por qué? – Inquirí, intentando recuperar el aliento.

-Por todo. – Dijo, simplemente.

-Ah. – No se me ocurrió qué más decir. En ese tipo de situaciones nunca encontraba las palabras adecuadas que decir. – De nada.

Dejé estar el tema, al igual que Niall, por lo que simplemente permanecimos abrazados, más de lo que duraría un abrazo normal. Aunque, sinceramente, las cosas entre nosotros no eran muy normales, por lo que, ¿por qué iba a ser normal ese abrazo?

Pero entonces, como solía pasar en ese tipo de situaciones, vino alguien que estropeó ese perfecto momento.

-¡Niall!

Los dos nos giramos a la vez, deshaciendo el abrazo. Frente a nosotros se encontraba  un chico de unos veinticinco años, castaño y de ojos verdes, esbozando una amplia sonrisa, al haber reconocido a Niall. Al fijarse en mí, esbozó una media sonrisa.

-¡Tommy! – Lo saludó Niall, dándole un apretón de manos y una palmada en la espalda. – Hacía mucho que no nos veíamos.

-Y que lo digas. Antes he visto a Harry en la barra atacando las botellas de Vodka – Guiñó un ojo – Y me preguntaba si tú habrías venido. – Me miró a mí y esbozó una sonrisa cómplice. – Ahora entiendo por qué no te había visto. Bueno... – Carraspeó y me señaló. – ¿No vas a presentarme a tu nueva novia?

¿Qué? ¿Novia? ¡Já! Ojalá.

-No… no es mi novia. – Se apresuró a añadir Niall, ligeramente ruborizado. – Julia, él es Tommy, un amigo. Tommy, ella es Julia, una muy buena amiga.

-Ya veo, ya. Normalmente no se suele bailar así con las amigas. – ¡Arg! Pero, ¿de qué iba ese chico? << Tierra, trágame >> - Entonces… ¿qué tal con Emily?

Uy, terreno peligroso. Conversación incómoda. Momento incómodo. Como yo repelía los momentos incómodos, decidí dejar solo a Niall con su amigo y, ya de paso, ir a ver cómo se encontraba Harry en su estado de embriaguez.

-Eh… voy a ir a ponerme los zapatos… - El amigo de Niall se fijó en mis pies descalzos y puso una expresión de: “¿Por qué ésta desequilibrada no lleva zapatos?” – Nos vemos luego.

Hice ademán de girarme, pero Niall me agarró de la muñeca, impidiéndomelo, y me dio un casto beso en la mejilla.

No sé si lo hizo para levantar aún más sospechas falsas en su amigo o qué, pero el caso es que tuve que hacer acopio de todas mis fuerzas para no desmayarme ahí mismo en plan teatral.

Harry continuaba en la misma posición en la que le había dejado: Sentado en el sofá con los brazos sobre el respaldo. Estaba mirando el techo, y parecía realmente ido, pero cuando me acerqué a él y carraspeé, fijó su enrojecida mirada en mí y esbozó una sonrisa.

-¿Y bien? ¿Has conseguido no tropezarte con tus propios pies? – Inquirió.

-Já, já. Que sepas que no ha tenido gracia. – Dije, haciéndome la ofendida, mientras me sentaba en el sillón frente a Harry y me ponía los zapatos.

-Oh, vamos, no te enfades, mi Pequeña jilguero.

-¿Cuando estás borracho soy tu Pequeña jilguero? – Inquirí, risueña, mientras daba unos pequeños golpes al suelo con el tacón de los zapatos.

A chance to be happy | n. h. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora