Capítulo 30

2.6K 195 28
                                    

Madison

Después de recibir el mensaje de Jared diciendo que a las ocho va a pasar a recogerme, me doy una ducha de más de media hora que me relaja bastante. 

También recibo algunos mensaje de Walter, que me pregunta si he llegado ya a casa, y le respondo con un simple "sí."

La verdad es que no sé cómo actuar con él después de todo. Se supone que salíamos juntos pero, yo no puedo verle como algo más que un amigo. Esto debe ser doloroso para él, y eso lo hace todavía más incómodo. 

Me encuentro en mi habitación vistiéndome con unos vaqueros negros y una camiseta simple de color blanco. No sé como debería vestirme para ir a la casa de Jared y sus amigos para cenar con ellos, así que me decido por algo más bien cómodo.

Vuelvo a acercarme a coger mi teléfono para comprobar la hora y si tengo algún mensaje y veo que Walter me ha vuelto a escribir. 

Walter: ¿Podríamos vernos mañana?

Una serie de excusas empiezan a pasarse por mi mente, intento escoger la mejor pero, decido que es mejor decirle la verdad. 

Madison: No creo que sea buena idea.

No quiero darle ilusiones, no quiero que piense que en algún momento las cosas podrían cambiar. Sé que no puedo tener nada con él, lo sé cada vez que está cerca de mí. No siento por él lo mismo que siento por Jared. Es inexplicable porque, en realidad ahora no conozco a ninguno de los dos, pero siento como si conociese a Jared desde siempre, a pesar de que no lo hago. 

Bajo al salón cuando apenas quedan cinco minutos para que Jared venga a recogerme y me encuentro con papá y Kate en el salón. Papá está con sus gafas puestas mientras lee un artículo del periódico, y Kate escribe algo en una hoja de papel.

-¿Vas a salir? -me pregunta papá levantando la mirada del periódico y quitándose las gafas.- 

-Sí, voy a salir con Jared...

-Oh...¿Vas a volver tarde? -vuelve a preguntar.-

-No lo sé, probablemente. -me encojo de hombros.-

-Llévate las llaves entonces. -dice.-

Asiento con la cabeza y me acerco a la encimera para coger las llaves, vuelvo a ver entonces la foto de mi madre, y el corazón se me encoje. Odio esa sensación.

Entonces alguien toca la puerta y, como soy la que más cerca está de ella, doy dos pasos para abrirla. Esperaba encontrarme con Jared tras la puerta, pero no es el quien me mira cuando la abro.

-Walter... ¿Qué estás haciendo aquí? -pregunto frunciendo el ceño.-

-Quiero invitarte a cenar, necesito hablar contigo, Madison. No puedo darme por vencido tan fácilmente como pretendes que lo haga.

Entonces suena el motor de un coche que aparca enfrente de casa. 

Mierda.

-Lo siento pero, ya tengo planes. -le digo mirándole, intentando que se vaya rápido.- 

-No quiero que las cosas sean así ahora, Madison. No quiero que me evites. 

-Deberías de irte, Walter... 

Entonces sale del coche, con el ceño fruncido. Cierra la puerta del piloto y empieza a caminar hacia nosotros. 

Walter se gira para mirarle.

-¿Vas a salir con él? -me pregunta.- Por eso no quieres ni verme, porque prefieres estar con él, ¿no?

-No has tardado ni dos días en arrastrarte como un jodido perro. -dice Jared a sus espaldas, burlándose de él.- ¿Qué más necesitas para darte cuenta de que no quiere estar contigo?

DROPPED 3 - AGAINOnde histórias criam vida. Descubra agora