Capítulo 7

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Madison

Tras un incómodo camino vuelta a casa sin decir una sola palabra, finalmente se rompe el silencio cuando ponemos un pie en la habitación.

-Sabía que pasaría algo parecido... -Murmura.- Nunca deberíamos haber ido. -gruñe esto último.- Ella siempre sabe cómo sacarme de mis casillas.

Se quita el nudo de la corbata y se sienta sobre el borde de la cama.

-Tienes que relajarte. -le digo acercándome a él.- No dejes que consiga tanto en ti.

Me coloco de rodillas detrás de él y llevo mis manos a sus hombros, masajeándolos.

-Cómo agradezco tenerte conmigo... -musita inclinando su cabeza hacia un lado.-

Cuelo mis manos por el cuello de su camisa y acaricio la piel de esta zona.

Nunca me cansaré de esto.

A la mañana siguiente Walter me lleva a la oficina de Youth, ya que George Youth me dijo que fuese a hacer unas pruebas.

Como de costumbre, Walter me acerca a la oficina y me da un beso antes de salir del coche para emprender un camino a la horrible oficina. Suerte que me van a pagar mucho.

Subo a la oficina de George y, sin siquiera llamar a la puerta entro, encontrándomelo concentrado con su teléfono.

-Buenas...

Levanta un dedo interrumpiéndome y continua tecleando en la pantalla de su teléfono para después bloquearlo, dejarlo sobre la mesa y mirarme.

-¿Dónde están los modales? -levanta una ceja.-

Por favor, que no me hable justamente él de modales.

Pongo los ojos en blanco y tomo una bocanada de aire para después sentarme en la silla frente a él.

-¿Vienes por las pruebas? -me pregunta.-

-¿Por qué va a ser sino? Tú mismo me dijiste que viniese.

-¿Lo hice? Ah, sí, es cierto. -parece recordar.- Allison Jefferson, ¿no?

-Madison, Madison Jefferson. -le digo empezando a frustrarme por la situación.-

-Eso mismo. -dice con desdén.- Bueno, pues espera un segundo.

Vuelve a coger su teléfono y marca un número para después llamarle.

-Steven, sí, tengo a la chica de prácticas aquí. No tardes. -y entonces cuelga.- En unos minutos Steven vendrá para llevarte al estudio donde te él te hará las pruebas.

-Perfecto.

Estoy deseando termianar con esto y poder irme a casa. Apenas llevo diez minutos aquí y parece que llevo una eternidad.

Unos minutos después, tal y como decía George, llega Steven, quien es un hombre se raza negra y bastante alto.

Me mira de arriba abajo, como si estuviera evaluándome ya, y no puedo evitar sentirme incómoda.

-¿Madison? -su voz suena demasiado gruesa.-

Hasta él se sabe mi nombre.

-Encantada. -Le sonrío amablemente estirando mi mano hacia él.-

-Pues, vamos al curro. -dice.-

Abre la puerta y me indica que salga para después salir él, gesto se caballerosidad. Empezamos a recorrer los imensos pero estrechos pasillos de la planta, tan estrechos que tengo que caminar detrás de él.

Finalmente llegamos al final del pasillo y giramos hacia la derecha para subir unos pocos escalones y llegar a una terraza.

-¿Aquí vamos a hacer la prueba? -le pregunto asombrada por las vistas que tenemos de Los Ángeles.-

-Síp, había pensado en hacerlo en el estudio, pero dado que eres nueva en esto prefiero que no te sientas tan acorralada. -me explica mientras saca una cámara de una mochila.-

-¿Cuántas personas aproximadamente compran la revista? -le pregunto con curiosidad.-

-En Los Ángeles solemos vender cien revistas. -Casi se me escapa la risa.- y en los Estados Unidos veinte mil.

Sigue siendo más de lo que esperaba, pero ni de coña está a la altura de otras grandes revistas.

-Está bien... -murmuro.-

-Síp, bastante bien. -se encoje de hombros.- Empezemos.

Se cuelga la cámara al cuello de una cinta y, nerviosa me pongo dejándo detrás las maravillosas vistas.

-¿Con esta ropa y sin maquillar? -Le pregunto confundida.-

-Son pruebas, cariño, no vamos a gastar nuestro material en alguien que puede no quedarse con nosotros.

Pongo los ojos en blanco. Genial, todos aquí parecen ser tan estirados y arrogantes como George, quizás son familia.

Steven me pide que pose tal y como yo quiera, y eso es lo que hago. Poso como si fuera una modelo de verdad, como si estuviese en una pasarela o en una sesión profesional de Rolling Stone.

Después de unos veinticinco minutos me dice:

-Genial, con esto tenemos suficiente. Estoy seguro de que a George la va a encantar. -me asegura.- Asíque espero que estés preparada para el mundo de las cámaras.

Lo estoy.

Después de enviarle un mensaje a Walter y decirle que no hace falta que venga a recogerme porque voy andando, sago de la oficina.

Busco un estanco y, cuando encuentro uno me acerco a las zonas de revistas buscando la revista Youth, entre la imensa cantidad de revistas que hay.

Cuando la veo la cojo entre mis manos y frunzo el ceño observando la portada. Nunca en mi vida la había visto, y la verdad es que no está nada mal. La chica de la portada lleva un vestido muy pegado que le marca todo a la perfección, y se muerde el labio inferior mientras mira hacia abajo.

Quizás el problema de esta revista es que no tiene información muy importante como entrevistas a algún famoso internacional, o que ni siquiera tiene noticias. Voy pasando hoja por hoja y lo único que veo son a chicas y algunos chicos con diferentes ropas.

¿Quién querría comprar algo así?

Dejo la revista en su lugar y camino hacia casa, pensando en cómo van a ser mi días de hoy en adelante si George llega a quererme en su revista.

Tampoco es que esté emocionada por estar en una revista que no compra ni un cuarto de la población estadounidense, pero siempre se empieza por algo, ¿no?

Mi teléfono vibra entonces y veo que tengo un mensaje.

George Youth: Estás más que dentro. Prepárate para un viaje a Europa.

¿Un viaje a Europa? Frunzo el ceño y bloqueo mi teléfono continuando con mis pasos. Un viaje a Europa.

Otra vez vengo con las misma disculpas de siempre, lo siento por haber tardado tanto en publicar. La semana que viene es mi última semana de exámenes y espero entonces poder publicar con más frecuencia.

Espero que os haya gustado este capítulo. ¡Dejad vuestros comentarios!

DROPPED 3 - AGAINWhere stories live. Discover now