¿Porqué ahora? // 21

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PDV John

Randy estaba manejando rumbo a mi casa, me iba a dejar y después el se iría a la suya.
Por alguna razón ahora me ponía muy nervioso estar cerca de él, quizá sea por todo lo que me dijo.

TE AMO

Esa palabra seguía en mi mente y se repetía varias veces. Aún no podía creer lo que estaba pasando. Aún no podía creer que me había enamorado de mi mejor amigo y el me correspondía.

— ¿En que piensas John? — preguntó Randy.

Lo miré y vi que estaba muy concentrado en la carretera, no se veía nervioso como yo.

— Nada. — Respondí.

— Eso no es verdad. Puedes decirme Chocolatito. — Ese apodo era muy humillante. Pero debo admitir que se oía bien viniendo de los labios de Randy.

— Solo... Estaba pensando en algo. Y deja de decirme Chocolatito es humillante. — espeté algo furioso pero feliz a la vez.

Randy soltó una risa dándome a entender que no lo dejaría de hacer. Conocía muy bien cada reacción de Randy y esa significaba: Jamás dejaré de llamarte Chocolatito porque es divertido y me gusta molestarte.

— Lo seguiré haciendo Chocolatito; o prefieres... ¿Cielo? ¿Cariño? ¿Amor? ¿Bebé? ¿Félix? — estalló en risa con lo último. No me gustó para nada esa adorable reacción, nótese el sarcasmo.

Lo miré y le di una de esas miradas intimidantes pero no cause ni una reacción en él. Si había algo que este idiota sabía hacer bien era molestarme, podía ganar el trofeo en eso.

— Sabes... Yo te diré Randal. — Sabía a la perfección que Randy odiaba que lo llamaran así, no le agradaba mucho ese nombre.

Randy me miro serio y negó varias veces con la cabeza.

— Sabes Felix, te odio. — dijo el. Eso causó una risa en mi. Había ganado la batalla. Y vaya que me gustaba ganar.

— El odio es mutuo Randal. — Respondí.

En todo el camino no dijo nada más. Quizá se molesto pero no iba a hacer nada al respecto, podía llegar a ser muy orgulloso aveces y más cuando tengo la Razón.
Y tampoco entiendo porque debía molestarse, solo de dije Randal. Si se molesto por eso es un idiota.


***


Llegamos a mi casa, estacionó el coche y baje del auto.

— ¡Hey! — oí su voz pero decide ignorarlo. No se porque porque lo hice.

Camina hacia mi puerta mientras oía los pasos de Randy detrás mío.
Me detuvo del brazo para que dejará de andar y me giro a la fuerza.

— ¿No hay beso de despedida para Randal? — dijo él sonriendo levemente.

Lo miré serio y me tomo de la mano ignorando que alguien podía vernos.

— Lo siento. Soy un imbécil ¿verdad? — preguntó con un tono algo triste. — No debí decirte te odio cuando no es cierto. Pero sabes que no me gusta que me digan Randal. Además... Me dolió que me digas que también me odiabas.

Sus ojos reflejaban tristeza; entonces me di cuenta que yo moriría si alguna vez dejaba de ver a esos ojos. No entiendo en que momento Randy se convirtió en la parte más importante para mi vida.

— Pero si tu no me odias, yo tampoco te odio. — Di un suspiro y me di cuenta que aún me tomaba de la mano. — Nos verán Randal.

Randy sonrió levemente ante lo que dije. Verlo sonreír era el cielo y verlo triste era el infierno.

CENTON // •Chocolate•Where stories live. Discover now