Capítulo 15: Más de ti 2da parte

172 9 15
                                    


Creo que han pasado varios minutos desde que me hizo aquella pregunta incomoda a la que yo no sé cómo responder, todavía sigue mirándome a los ojos esperando una respuesta.

—No fue nada —digo intentando seguir comiendo a pesar de que ya se me ha quitado el apetito.

— ¿Estas segura? —Insiste tratando de buscar algo en mi mirada que me delate—. Si es así, ¿por qué saliste casi llorando del baño? —Insiste haciendo que me ponga más incómoda de lo que estoy.

Corto el contacto visual con sus ojos imponente agachando la mirada hacia el plato que esta frente a mí tratando de buscar una respuesta válida.

—Sí, tuvimos una pequeña charla en la que no concordamos —Confieso avergonzada todavía con la cabeza gacha cubriéndome el rostro con mi pelo.

— ¿Qué te dijo? ¿Qué te hizo? —Pregunta esta vez alzando la voz un poco.

—No me hizo nada. —Me apresuro a contestar temerosa de lo que tenga en mente.

— ¿En serio?, dime si se atrevió a hacerte algo. —Insiste esta vez extendiendo su mano. Toma mi barbilla con la punta de sus dedos haciendo que lo mire a los ojos.

Sus ojos me ponen nerviosa y siento como mis manos comienzan a sudar como cada vez que me mira de esa manera preocupada y al mismo tiempo interrogante.

—Solo hablamos. —Le aseguro en voz baja mirándolo tratando de parecer segura en lo que digo.

—Te dijo que te alejaras de mí, ¿no? —Sigue con las preguntas incomodas a lo que yo respondo con silencio confirmando sus sospechas. —Lo sabía. —Casi grita mientas su puño cerrado aterriza en la mesa haciendo que los cubiertos emitan un pequeño ruido.

Vuelvo a agachar la mirada temerosa sintiendo como una culpa incomoda comienza a nacer en mis adentros. Todo sigue en silencio y yo sigo mirando hacia cualquier punto que no sean sus ojos.

— ¿Qué harás? —Pregunta decidiendo por fin romper el silencio incomodo que invade todo el lugar.

— ¿Qué? —Pregunto sabiendo a lo que se refiere pero prefiriendo hacerme la que no comprende.

— ¿Te alejarás de mí? —Vuelve a cuestionar me en un murmullo temeroso.

Me quedo un momento meditando aquella pregunta. Más bien el tono en el que salió de sus labios, nunca había oído ese tono tan suave e inseguro salir de su boca lo que empieza lentamente a tejer una tela de araña en mi cabeza pensando en miles de posibilidades. Sacudo mi cabeza saliendo de mis pensamientos absurdos e ilusos.

—No lo sé —respondo dudosa aun sin mirarlo a la cara, siento un palpito de ansiedad terrible que me oprime desde el pecho hasta el estómago haciendo que me sienta peor de lo que ya me siento.

—No te alejes. —Ruega con el mismo tono de voz, sé que aún me sigue mirando pero no soy capaz de mirarlo... Sé que su mirada me haría pedazos, se está volviendo mi debilidad y no soy capaz de asimilar por qué, por más que busco no encuentro razón y sé cuál es la sedición correcta para solucionar todo este embrollo sin sentido.

—Creo que sería justo que me aleje —digo alzando la mirada lentamente. —Se han creado muchos malos entendidos incómodos y yo no quiero que siga esto, además estoy a punto de graduarme y quiero que mi mente se enfoque totalmente en la carrera y la nueva vida que voy a emprender. —Miro sus ojos azules penetrantes tratando de parecer segura de lo que acabo de decir.

—No quiero que te alejes —dice tomando mi mano.

—Tampoco sé qué quieres de mí... Es decir, que quieres conmigo. —Decido ser directa y dejar tanto rodeo.

—Solo quiero conocerte, me pareces interesante eso es todo —dice volviendo a su tono de voz normal.

—Sí, pero todo a iniciado mal entre nosotros cosa que ha contribuido a que crean que somos novios, incluso ella. —Le digo volviendo a mencionarla.

— ¿Te intimida?

—No, pero está claro que entre ustedes hubo algo y yo la verdad no quiero interferir. —Lo miro a los ojos negando.

—Créeme que no interfieres en nada, lo nuestro acabo hace ya mucho tiempo, tú no tienes la culpa de nada. —Explica comprendiendo que me siento culpable y siento un vacío al saber que sí fueron algo.

—Ha vuelto por ti... —murmuro indecisa.

—Pero yo no quiero nada con ella. —Me interrumpe pareciendo seguro de lo que dice.

—Igual sería mejor que nos alejemos un tiempo. Por lo menos hasta que las cosas se calmen, ¿sí? —Trato de convencerlo, no quiero más problemas ni más tropiezos incómodos con esa tétrica mujer y si ha vuelto por él yo no voy a interferir.

—De acuerdo —se muerde los labios no tan convencido. — Prométeme que no te alejarás por su culpa —responde no muy convencido de mi planteamiento.

—No lo haré... lo prometo. —Le aseguro con media sonrisa.

***

— ¿Cómo regresarás a tu casa? —Pregunta David mientras caminamos hacia la sala de estar.

—No lo sé... Tengo que ir por mi coche así que creo que tomare un taxi he iré por él, claro que luego me las tendré que ingeniar para entrar a casa sin que me vean —digo observando mis pies descalzos—, pero no te preocupes, no será problema. —Le sonrío confiada.

—Estas son las consecuencia de tus actos vandálicos —dice sonriente—, tuvimos suerte de que no nos atraparan.

—Sí, pero tienes que admitir que te gusto. —Lo reto mientras voy por mi bolso en el sillón.

—No. —Niega seriamente.

—Mentiroso. —Le sonrío tomando mi bolso. —Es tarde, me tengo que ir. —Me acerco a él y tomando una manzana se la entrego para despedirme: —Fue un placer robar con usted señor Córdoba.

La toma mirándome seriamente. —No te alejes. —Me detiene por el brazo cuando avanzo para irme.

Hola, bueno aquí otro capítulo espero que lo disfruten besos.

Gracias a Jeni0925 por la linda imagen de arriba y a ustedes por seguir Apoyándome, los quiero.


Amor Por Accidente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora