[ErrorSans x InkSans] [ErrorInk] 'Un error'

Capítulo 13| Sentimientos confusos + Especial 1k

Error se quedó petrificado, mientras Ink esperaba la respuesta impaciente. El rubor de Error no desaparecía y eso lo delataba aún más.

—Solo... Me duele un poco la cabeza.—Contestó Error evitando hacer contacto físico con Ink, que no estaba muy convencido.

—Bueno... Después de desayunar descansarás en caso que te siga doliendo la cabeza. Error asintió aún con un rastro de rubor en sus pómulos mientras se disponía a tomar un poco de las tortitas preparadas por Ink.

¿Cuánto hacía que no pasaba tiempo con Ink de esa forma? La respuesta era unos cuantos años. Años que se dedicaron a luchar por razones completamente distintas.  Error para destruir e Ink para proteger. ¿Que hubiera pasado si Error nunca hubiese destruido algo? ¿Todo habría sido normal? ¿Amistad para siempre? Nunca lo podría saber porque lo hecho hecho está.

Error dio el primer mordisco a las tortitas preparadas por Ink y sus ojos se abrieron completamente. Eran deliciosas, un sabor dulce con la deliciosa salsa de arce. Empezó a dar mordiscos demasiado seguido, como un niño cuando le compran su dulce preferido. Ink rió por el acto infantil de Error.

—Veo que te han gustado las tortitas, ¿no?—Preguntó Ink dando una mordida a su tortita y reía en voz baja viendo cómo Error devoraba la comida justo cómo un lobo hambriento haría.

—Hm...—Error se volvió a avergonzar por sus modales en la mesa. Aunque él nunca se había avergonzado por cosas así, y menos por alguien. Esos sentimientos que no distinguía le estaban convirtiendo en alguien bastante sentimental. Unos sentimientos que nunca había sentido y por ende no conocía. No podía adivinarlo hasta que nadie le informase sobre los tipos de sentimiento que habían.—Sí...—Tímidamente respondió viendo como Ink reía. 

Tiempo había pasado desde que Ink reía por alguna broma de él. Esa risa le había reconfortado tantas veces pero después... Nunca la volvió a escuchar. Hoy era una excepción, podía sentir la voz de Ink fundirse en su risa.

—Veo que que puedes llegar a ser tímido, Error. Nunca lo pensé después que empezaras a destruir tantos universos.—Esas palabras fueron un golpe directo para Error. ¿Ink pensaba que él había perdido todas sus emociones? La había cagado demasiado demostrando ser un cascarón sin emociones.

—Uf, lo que tu digas, tinta.—Error respondió cortante, no podía perder el poco orgullo y reputación que le quedaba delante de el pintor que le había ofrecido su casa. Una casa que compartir, donde vivir, donde cobijarse y compartir chistes, historias, anécdotas. Cómo en los viejos tiempos pero ahora dentro de una casa.

—Bueno. Debería ir a reparar más universos. Y tú...—Ink habló mirando a Error con una mirada acusadora.—Tú te vienes conmigo. No voy a dejar que me espíes sin mi permiso. Bueno, nadie espía con el permiso del otro.

—¿¡Qué!?—Gritó preocupado Error al sentir esas palabras. No podía ir con Ink a reparar un universo, los ciudadanos lo matarían al verlo. No podía arriesgarse. Sobretodo no podía arriesgarse con los Sans y Papyrus de esos universos, lo más afectados de todo el caso.—¡No puedo! ¡Me matarán!

—Ay Error... No lo harán. Yo te protegeré.—Ink guiñó un ojo como si supiese de lo que estaba hablando, como si estuviese verdaderamente dispuesto a ayudar a Error de todos los peligros sin que nadie saliese herido de allí.

Error se quedó estático unos momentos ante la idea de tener que ir a un universo y ver como Ink lo reparaba y hablaba con otros monstruos, cómo les sanaba u otras cosas más. Cómo tenían un poco de contacto físico con él.

Un poco después de desayunar Ink se dedicó a lavar todos los platos sucios y las planchas donde preparó las tortitas que habían cautivado a Error. Ink mientras lavaba, empezó a taradear una canción y bailaba un poco.