¿Qué me has hecho, mujer? || Sesshomaru y Kagome.

Epílogo.

Han pasado 27 años.

Decidiste quedarte conmigo, aún después de mis amenazas de muerte hacia ti.

Decidiste amarme, después de todo el maltrato de mi parte.

Te admiro, Kagome. Ninguna mujer en la vida será como tú, así de valiente y terca pero a la vez con un corazón tan cálido y lleno de amor.

Pasamos muchos momentos juntos, tristes, felices.. y aún así seguimos adelante, sin importar lo que los demás demonios o humanos decían.

Rompí una regla que todo demonio tenía que respetar, mezclarme con una mortal.

Critiqué a mi padre hasta el cansancio por todo lo que hizo, por traer a Inuyasha al mundo y sin embargo, ahora soy padre de dos niños híbridos: Nichi, de 12 años y al igual que yo, es aspirante a ser el más fuerte, Kita, de 5 años, es un niño inteligente y muy amable, igual que tú. Pero no sólo soy padre de un par de híbridos traviesos y hermosos, también soy padre de una niña pura: Yumiko, de 10 años, físicamente es verte a ti, es una niña preciosa y muy fuerte..

Pensé que sólo tendríamos a tres pero hoy llegaste con lágrimas en los ojos, diciéndome que estabas embarazada de nuevo, me sorprendí mucho, no sólo por eso si no que pude ver claramente a mi madre detrás de ti... con una sonrisa. "-Felicidades" -Dijo ella antes de irse con Yumiko y Kita.

La gente del Oeste, las sirvientas, los guerreros, todo el servicio del castillo celebró con nosotros tu embarazo, al igual que tus amigos e Inuyasha que tal parece se volvió más fuerte y reclamó su lugar en el este al ser hijo de la princesa Izayoi.

Ambos decidimos nombrar a Rin como nuestra hija y se ha vuelto una chica muy hermosa, lo que me molesta un poco ya que han venido muchos hombres a pedir su mano y también nos ha llevado a que tú y yo discutamos por eso ya que Rin, quiere casarse con el hermano de la exterminadora. -Ella ya es grande, hay que darle libertad -Dijiste mientras peinabas a Yumiko que hacia gestos molestos porque le jalabas el cabello por el enojo. Luego de decirte que no seguiste enojada conmigo por unos días pero al final.. terminaste perdonándome.

Últimamente has estado algo extraña, cambias de humor cada minuto y eso me vuelve nervioso. Kita y Nichi pelean y Yumiko hace rabietas por que no le he mandado hacer el quimono que quería, y tú pasas comiendo, llorando y luego riendo. ¡Puedo ser el más poderoso pero no puedo con todo! Ninguno de tus anteriores embarazos había sido tan difícil como este, pero ambos hemos logrado superarlo. Siempre lo logramos.

Luego de unos meses se volvió un poco más difícil, no he podido hacer mi trabajo, tu estas en la fase terminal del embarazo y el palacio está demasiado agitado.

Por un momento pensé que todo estaba en paz cuando llegó Alya con un gesto de terror en el rostro, completamente pálida. -¡Ya viene el cachorro! -Exclamó. Sentí como si me cayera un balde de agua fría.

Cuando Alya literalmente me jaló por el pasillo y llegamos a la habitación ya todo estaba en paz. Tenías a otra pequeña niña en tus brazos que daba pequeños sollozos pero tú le sonreías y hablabas para calmarla. Nichi, Yumiko y Kita, entraron con curiosidad para observar a su nueva hermana. Yo también me acerqué con cuidado y acaricie sus pequeñas mejillas. -Es.. igual a ti -Susurraste para luego besarme.

Todo transcurrió normal desde ese día. Esta vez dejamos que mi madre escogiera el nombre por lo que ahora esa pequeña se llama Tsuki.

Todos los días, cada minuto, cada hora es algo hermoso cuando estoy a tu lado y al lado de nuestros hijos. Me has enseñado muchas cosas, me has regañado y hemos discutido por que a veces solemos hacer cosas que nos ponen en desacuerdo pero eso hacen las parejas ¿no?. Me has enseñado, que no existen las parejas perfectas pero si nos esforzamos, podríamos ser mucho mejor.

Te amo, Kagome. Te lo repetiré cada segundo de mi vida.