Capitulo 7 -Diez años dan para mucho-

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La cara de mala hostia de Natsu, no tenía nombre. Siempre ocurría lo mismo. Durante diez largos años, diez. Siempre que iban a intimar de una manera algo mas cercana, ocurría algo que les impedía hacerlo. Usualmente, Nanami.

Ambos magos volvieron al vagón malhumorados. Una vez más, todos los esperaban. Frente a ellos caminaba la pequeña, dando pequeños saltos, feliz por volver con sus nuevos amigos. 

Habían estado fuera mas tiempo del que creían. El tren comenzaba a entrar en una ciudad. Una más. Y con ello, una parada más.

En cuanto entraron, todos los magos dirigieron la mirada a estos. Demasiada cara de mal humor llevaban. Evidentemente, Happy voló hacia su antiguo compañero, y Nanami se sentó junto a Midori, para poder ver el libro que esta llevaba en la mano. Erza en cambio, se acercó a la recién llegada pareja, con uno de los gatitos, ya dormido, en brazos. 

-Aquí se subirá más gente... Mirajane, Erza, Juvia y Silver.

La pelirroja miró a Gray, como pidiendo que este corroborara lo que ella decía. El simplemente afirmó con la cabeza.

-¿Silver? ¿El padre de Fullbuster?

-Su hijo.

Respondió Titania a la pregunta de Lucy. Respuesta que hizo a Natsu alzar la cabeza para mirar al alquimista. El alzó una ceja, esbozando una suave sonrisa. Todos los antiguos compañeros de ambos magos habían evadido su vigilancia de una manera descomunal. De su vida no sabían nada, y se reflejaba en los ojos de aquel joven dragon slayer.

Diez años habían dado para mucho. Happy y Charlie habían tenido pequeños gatitos. Gray ya tenia un hijo. Y solo Dios sabia que habían hecho sus compañeros. ¿Y que es lo que habían hecho ellos? Ni si quiera habían alcanzado su meta. No encontraron a Zeref en ningún momento. En diez años no lograron vengar a su familia. Crear y llevar un gremio, ya era mucho, pero... Se habían olvidado de su objetivo principal... Y por sus caras, parecía que tanto Natsu como Lucy habían pensado igual.

-¿Vamos a ir recogiendo a todos los antiguos miembros de Fairy Tail?

Una vez más, la voz del Dragneel resonó en todo el lugar. Su voz gastada tenia el poder de que todos a su alrededor le prestasen atención. A la par que la frialdad con la que hablaba, hacia que nadie le rechistase nada.

-A la mayoría. 

Respondió el azabache al ver que su antigua compañera se había quedado fría ante la pregunta del mago de fuego.

-Estoy seguro de que ya sabes que hay magos de Fairy Tail por todo Crocus. La mayoría cogerán este tren. El vagón está reservado solo para nosotros. Y va a acabar llenándose.

Gray sonrió. Como si responder de esa manera le gustase. ¿Como diría él? Estaba encendido.

Natsu bufó ante la mirada del contrario, sentandose en uno de los asientos, acariciando casi inconscientemente al pequeño gato.

-Al maestro no le apasionan las multitudes... Y menos las multitudes de personas conocidas... Ni si quiera está comodo en el gremio...

La pelirrosa habló, mirando primero a su maestro con mirada compasiva, y despues al famoso alquimista de hielo.

-Midori. 

Llamó molesto Natsu.

-Vamos, Dragneel... ¿Acaso no tiene razón...?

Lucy se sentó junto a el cuando el tren decidió parar. Habian llegado a la estación...


DRAGON SKULLWhere stories live. Discover now