Capitulo 17

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[PDV CHRISTIAN]

¡Diós! Sus labios eran exquisitos. Podría estar así todo el día. Ella estába tensa, lograba sentirlo. Pasé una mano por su nuca, enredando mis dedos entré sus sedosos cabellos. Presioné su cabeza con esta para así dejar un firmé besó. Al ver que no respondía, me aparté, algo apenado después de todo.

~ Yo... Lo siento, Ana. No debí hacerlo. Me dejé llevar. ~ ella se ruborizó.

~ No... No te disculpes... Me ah gustado... Peró. ~ suspiró, ruborizandose aún más~

~No sé... Nunca he dado un besó en mi vida.. Uhm...~ sonrei. Le había robado su primer besó. Era toda una inexperta respecto a ese tema. Acaricié su ruborizada mejilla.

~ Sólo relájate ¿si? ~ Asintió, sin mirarme. Alce su mentón con mi mano, para así poder verla a los ojós. Sus hermosos ojós del color del cielo.

Me volvi a acercar; nuestras narices chocaron, nuestros alientos volvieron a mezclarse y nuestros ojós se conectaron.

Me demore unos segundos en darme cuenta que Ana estaba aguantando la respiración. Acaricié su cabello antes de sonreír.

~ Relájate, Anastasia. ~ Demoró en que me hiciera casó. Reí bajito antes de volver a unir nuestros labios. No hizó nada, por lo que yo abrí sus labios con la punta de mi lengua para explorar su interior.

Sabía a algo que jamás había probado. Era dulce y amargó a la vez. Una combinación perfecta. Cerró sus ojós, dejándose llevar por las emociones, al igual que yo. No estaba acostumbrado a ser suave con las chicas en lo que
respecta a un besó. Siempre buscaba algo brusco y fuerte, pero con Anastasia, era diferente. No podía evitarlo.

Debía ser suave con ella. Era extraño en mi actuar asi. Algún día mis padres sabrían lo que yo hacía ; matar y vender droga. Quizás no me dejarán más ver a mi hermanita por temor a que que le hiciera daño... Primero muerto.

No quería pensar en eso en este momento, por lo que borré aquéllos pensamientos de mi mente. Tomé las manos de Ana para dejarlas sobre mis hombros y hacer que de algúna manera me abrazara, pero ella no cooperaba. Me aparté unos milímetros.

~ Abrázame, Anastasia. No te haré dañó. ~ aseguré, antes de volver a besarla. Su respiración era irregular, por lo que a veces se separaba de mis labios para tomar aíre.

Jugué un poco con su lengua antes de apretarla más a mi, cuerpo con cuerpo.Ella se estremeció y abrazó con debilidad, pero al menos me había abrazado. Comenzé a regar besòs desde la comisura de sus labios hasta su cuello.

~ Chris... ~ susurró, mientras un jadeó se escapaba de sus labios.

~ ¿Quieres qué me detenga? ~ susurré contra su húmeda piel.

~ N... No. ~ Al escuchar su respuesta, inmediatamente le quité la blusa con suavidad, dejándola sólo con el sostén que mi madre le había regalado cuando llegamos aquí. Élla intentó cubrirse, separandose de mi ruburizada. Me aparté mientras corría su cabello de su frente.

~ Oye... No tienes que hacer esto si no quieres. ~ le dije. Ella me miró, mientras suspiraba.

~ No quiero que veas esto... ~ susurró ella.

~ ¿Qué cosa? ~

~ Las marcas... Del paso del tiempo... ~ bajó la cabeza, sin apartar los brazos de su pecho y estómago, intentando cubrir aquéllas partes lo más que podía.

~ Déjame ver, Anastasia. ~ Negó con la cabeza. Me tiré con suavidad sobre ella, dejandola bajó mi cuerpo. Le quité los brazos, agarrandola con firmeza por las muñecas con una mano y elevandolos sobre su cabeza.

Ella chilló en protesta, pero no intentó volver a cubrirse. Me alce para ponerme de rodillas; cada una al lado de su pequeña cintura y miré su cuerpo. Tragué saliva. Las cicatrices llenaban casi cada lugar de su piel. Algunas de tonos oscuros y otras de unos tonos más claros.

Tenía moretones que recién comenzaban a desaparecer, y una que otra herida casi curada por completo. Había una larga cicatriz cubriendo su vientre, de extremo a extremo. No era muy gruesa, pero era notoria por lo blanca que era. Toqué con suavidad con la llema de mis dedos, mientras la miraba a los ojós. Ella los tenía cerrados.

~ ¿Qué te sucedió? ~ Ese día... Llegué con un golpe en el brazo. Erá un moretón muy grande y oscuro. Papá se enfuresió. Erá verano y yo solo llevaba una camiseta. Me avento un plato grande y uno de los pedazos me provocó la herida. Demoró al menos casi dos o tres semanas en curarse casi hasta desaparecer... Tengo otra en la espalda de esa vez, cuando caí sobre otro... Es pequeña... Christian... ~ gimió asustada. ~ No me toques allí... ~ Dejé de tocarla. Besé su frente, sus mejillas, sus párpados, sus labios, su barbilla y cuello. Quería que se sentiera segura conmigo. Me quité la camisa y la arrojé a un lado, antes de abrazarla con fuerza.

~ Te haré olvidar... Si me lo permites. ~

~ Christian... Tengo miedo. ~

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