Capitulo 5

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Alcé temblorosa la vista, reconociendo la voz.  ¿Porqué justamente debería encontrarme con el? No era justo, y menos estando como estaba ahora; con frío, pálida y los labios mas oscuros que una mora mientras temblaba como un chihuahua.

-  ¿Quién esta allí ? -  volvió a preguntar christian. Sentía sus pasos acercarse cada vez más al lugar dondé estaba acurrucada junto al viejo árbol.

- S-soy yo -  mi voz apenas fué un murmullo. Esperaba a que él me hubiera escuchado. Hubo un momento de silencio y yo ya estába pensando que se había dado media vuelta y se hubiera idò , abandonandome aquí en el frío.

-  ¿Anastasia? -  lo escuche acercarse algo más rápido que antes hasta que logré ver su oscura silueta entre los copos de nieve y el viento que se lograba apreciar como una neblina blanca. Sentí sus profundos ojós grises mirar hacía mi dirección, pero no me inmute ya que no podía estando así de congelada.

Se acercó a mí a grandes zacadas para ponerse de cuclillas frente a mí. Tenía puesta una bufanda a cuadros roja y un gorro negro de lana. Sobre sus hombros, llevaba una chaqueta impermeable que traía desabrochada, lo que me dejaba apreciar lo abrigado que estába con una camiseta gruesa y un poleron de polar. Se bajó la bufanda y me miró escéptico.

-  ¿ Qué haces aquí y estando así de desabrigada? -

Acercó su mano para tocarme la frente, pero ál hacerlo la apartó de inmediato.

-  Estás congelada, Diós . Anastasia puedes morir estando aquí a fuera. Acompañame.

no era una sugerencia si no mas bien una órden, Negué temblorosa sin decír nada. Él se levantó y me agarró bajo las axilas, alzandome y obligando a mi cuerpo a levantarse -  No te dejaré aquí para que te mueras de frío. Té llevaré a mi casa y en el camino dejaré que me expliques la razón del porque estás aquí sentada y congelandote -  .

No me podía mover, y eso lo noté cuando intentó hacer que caminará. Los músculos de mis piernas no reaccionaban y dolían de una forma desagradable. Negué, mientras que, con miedo, me aferraba al cuerpo de christian para evitar caerme.

-  N-no me p-puedo mov-ver -  mi voz salía entrecortada por la fuerza que hacían mis pulmones al intentar inhalar aíre caliente. Eran los primeros síntomas de que estába comenzando a sufrir hipotermia.

Christian me miró y, sin esfuerzo alguno me levantó y me apretó contra su cálido cuerpo, esperando que así intentará recibir algo de calor. Caminó hasta llegar a su auto, que era dondé se dirigía inicialmente y me subió al asiento del copiloto, cerrando la puerta. Luego se subió trás el volante y comenzó a manejar entre los caminos nevados. Encendió la calefacción del auto y sentí cómo el aíre caliente comenzaba a chocar contra mi rostro. En ese momento tenía los ojós cerrados, intentando inhalar el cálido aíre que estába dentro del coche.

Luego de unos minutos, abrí los ojós y vi en ese momento como christian dirigía su mirada hacía la mía y suspiraba. Se quitó la bufanda y con cuidado, la enrolló al
rededor de mi cuello, sin si quiera desviar la mirada del camino.

La bufanda tenía su aroma masculino y estába tíbia por dentro. La lana erá suave y producía en mi un leve cosquilleo con cada movimiento.

Tal vez él no fuera tan malo después de todo, pero aún así, sacando aquélla conclusión no logré agarrar confianza.

-  ¿ Y bien ? -  preguntó sacándome de mis pensamientos.

-  ¿Qué ? - 

-  Explícame el porqué, Anastasia -

Pensé la forma en como podría explicarle, " Mi padre en vez de golpearme me tiró fuera de mi casa para que muriera de frío "

No, no era conveniente decirle de esa forma, intenté en crear una mentira creíble.

-  Salí a caminar y en ese momento comenzó a nevar pero en ese momento no me preocupé mucho. Luego de que la tormenta comenzará mas fuerte, me dí la vuelta para regresar però no lograba distinguir los caminos. Entonces me senté bajó el árbol y esperé hasta que la tormenta terminará.... Pero como puedes ver la suerte no está de mi lado - intenté que sonará lo mas convincente posible y de que no sospechará que era una mentira.

Ví su expresión, y por primera vez me fijé en como era su rostro tenía el perfil de un diós griego. Tenía la nariz recta y respingada de un tamaño que se veía bien en su rostro. Sus labios eran de un color rosado pálido, pero no sabía si eran así o por el frío. Tenía una ligera barba de un día cubriendo la parte inferior de su rostro. Sus mejillas eran lisas, sus pómulos levantados le daban un aíre extravagante a su rostro. Sus ojos eran largos y finos, que estaban rodeados por unas largas y finas pestañas de color negro. Sobre éllos, unas espesas cejas del mismo color.

Sus ojos se salieron por un momento del camino para mirarme fijamente, antes de desviar su mirada. Me sentí intimidada, por lo que me dí la vuelta para observar por la ventana y acurrucarme contra el asiento de piel mientras esperaba en silencio su respuesta.

Suspiró antes de hablar: -  ¿Cómo puedes perderte? -  preguntó.

Me encogí de hombros mientras juntaba mis congelados párpados y esperaba que la calefacción me calentará lo suficiente como para dejar de temblar. Aún no sabía si estaba temblando por frío o por el miedo e inseguridad que tenía hacía él.

-  No lo sé. -

Él camino fue una eternidad, por más que solo hubieran pasado cerca de dos o tres minutos. Detuvo el auto, sacando las llaves de la chapa y abrió la puerta, mientras yo abría los ojós para encontrarme frente a una enorme construcción. Jamás pensé que de cerca sería aún más enorme. A través de las ventanas lograba apreciar un ambiente acogedor; las luces estaban encendidas y en lo que parecía ser la sala había una gran chimenea encendida.

La puerta de mi lado se abrió y vi como la mano de Christian se acercaba a la mia para agarrarla firmemente y sacarme de allí con cariño. Me cubrió con un brazo para que el frio no me volviera a consumir y, luego de bloquear el auto, me llevó adentro a pasos rápidos. Entró y sentí como un aire cálido y suave se aferraba a mi piel descubierta. Miré a mi alrededor boquiabierta, jamás hubiera pensado que su casa sería así de grande.

SálvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora