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                 COREY

—¿Pueden dejar de pelear? —tapé mis oídos—Me estresan.

—Entonces dile a tu hermano que no me hable—dijo mi cuñada.

—Dijo tu Barbie que no le hables—le tire una almohada a mi hermano, estaba sentado siguiendo a Ciara con la mirada, mientras ella ordenaba la habitación.

—¡Vamos Ciara! No puedes enojarte por eso, fue un simple comentario y no quise que te sientas mal. Lo siento.

—Si puedo enojarme. ¿Por qué me dijiste que estoy gorda? ¿Por qué eres tan cruel?—si fuera posible a Ciara ya le estaría saliendo humo de sus orejas.

—¿Le dijiste gorda?—me metí en la conversación—hermanito, eso jamás debes decirle a una mujer, todo el mundo lo sabe.

Ciara me apuntó.

—Exacto, estoy hinchada porque seguramente me debe estar bajando mi regla. Por eso estoy así ¿entiendes? No, nunca lo entenderás porque no eres una mujer. No tienes corazón Lester, no lo tienes.

Lloriqueó.

Mi hermano un poco asustado se acercó y abrazo a su novia mientras está le llenaba de mocos su camisa.

—Por ese motivo no quiero tener novia, nunca—susurré.

—¿Por eso o porque ninguna chica se te acerca? —cuestionó el desgraciado de mi gemelo.

—Eso es lo que tú piensas.

El ambiente se volvió incómodo cuando los dos maleducados comenzaron a pasarse saliva mutuamente en mi cara y decirse cosas cursis que dañaban mis oídos.

Por eso decidí salir de la habitación y hacer algo productivo como salir a correr como todas las mañanas o cuando me acuerdo.

Entre a la cocina para buscar una botella de agua.

En ella se hallaban Marleen con una cara de no haber dormido por años, Lavina masticando una hamburguesa a las diez de la mañana, Brea concentrada en su teléfono, Fiona y Colt hablando, y por último Luke con su novia o ex, no sé exactamente que es, pero todos los días la veo por aquí.

Abrí la heladera y cuando la cerré, la cara de Fiona aparece en mi visión.

—Mierda, ¿Que sucede?

Su cara de loca no me estaba gustando mucho que digamos.

—¿Te gusta alguien?—preguntó.

—No.

—Bueno—inclinó su cabeza a un lado—que pena porque sé de alguien que se muere por ti, no sé pensé que podría ser su celestina, pero...

—¿Quién?—pregunté interesado. Ya me había hecho la idea de que iba a morir solo.

Mi swag nunca volvió hacer lo que era antes.

Se acercó hasta mi oreja.

—Nuestra vecina rubia.

Enarque una ceja.

—¿Bethany?—asintió con una gran sonrisa—¿Quieres emparejarme con tu enemiga?

—No es mi enemiga—sacudió su mano—solo tuvimos un pequeño problema al principio, pero ¡Oye! La chica está interesada por ti, lo sé de buena fuente.

—¿Qué quieres que haga?—destape la botella y bebí un poco.

Fiona rodó los ojos.

—¿No te gusta? Ambos están solteros, podrían acompañarse mutuamente.

Un Verano Desastroso [#CG2]Where stories live. Discover now