13.

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¿Como puedo seguir viviendo cuando dos personas que quiero mucho están molestos conmigo?

En serio, ¿Cómo?

Drama Queen detected.

Brea no me habló en todo el día.

Llegué a casa y la encontré tirada en medio de la sala de estar con su teléfono en mano y murmurando cosas que así mi persona que no quiero repetir.

Cuando me vió lo único que hizo fue pararse y encerrarse en la habitación, cabe mencionar que secuestro a Hemmo.

Desde ese momento no ha querido hablar con nadie, y todo es por mi.

—Lavina, dile a tu prima que baje a comer—me dijo Luke tomando asiento.

La mesa ya estaba servida, Fiona se había tomado la molestia de hacer la cena.

Un exquisito manjar...Fideos de paquete.

—¿Y por qué piensas que me hará caso a mi?—pregunté llevando el tenedor a mi boca.

—No lo sé, pero trata de que así sea porque si no estarás castigada hasta que llegue tu madre—respondió en un tono burlón.

Ni que fuera una puberta.

Todos en la mesa rieron.

—Sabes que tengo dieciocho ¿no?

—No, no lo sabía. Gracias por brindarme ese dato desconocido para mi—dijo sarcásticamente—Ahora ve por tu prima.

Rodé los ojos y sin decir nada más me retiré para enfrentar a la fiera.

Antes de tocar la puerta vi una vez más mi teléfono para ver si Max me había respondido los ocho mil mensajes que le envíe en menos de cinco minutos en tiempo récord.

Cero mensajes.

Por lo que me contaron las chicas, se había ido cabreado por mi pequeña gran mentira.

Estuve todo el día tratando de comunicarme, para poder explicarle bien las cosas y el señor no me dio señales de vida, ni siquiera atiende las llamadas.

Estos jóvenes de hoy y sus dramas absurdos, me aburren.

Le escribo rápido.

Max perdón por mentirte, pero debemos hablar urgente.

Guarde mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón y toque la puerta de la habitación, al instante Hemmo comenzó a ladrar.

—Brea.

Nada.

—Por favor, baja a comer con nosotros.

Más ladridos de Hemmo.

Pero nada de Brea.

—Breanna—dije usando su nombre completo como último recurso.

—¡No me llames así! Soy B-r-e-a—gritó deletreando su nombre— A estas alturas deberías saberlo.

—Lo siento, Brea. ¿Me dejas pasar?

—No.

—Bueno. ¿Puedes salir por lo menos?

—No, me quedaré aquí hasta que tenga que volver a Londres.

Suspiré.

—Solo quiero disculparme contigo, lo que hice no estuvo bien. ¡Dios! Soy la peor prima del mundo.

—La peor, no me mereces.

Que dramática.

Al parecer viene de familia.

Un Verano Desastroso [#CG2]Where stories live. Discover now