¿Un nuevo comienzo?

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De Japón a Rusia. Y de Rusia a USA. Pasábamos más tiempo en avión que en nuestras casas.

Éstas últimas carreras han sido muy agobiantes, en cuanto a trabajo se refiere. Se notaba la ausencia de Blanca y también la de Jorge. Hay que reconocer que se relajó una vez que supo que no lo renovaban. Se pasaba todo el tiempo de dando paseos a Force India. Y no lo culpo. Creo que en su lugar estaría igual.

Trabajé con Kimi en éstos últimos grandes premios. Pero ésta vez no fue decisión mía, sino del equipo. Querían que me acostumbrase a él y a su forma de trabajar. Y la verdad que era muy diferente a la de Fer. Mucho más relajada. Sé que a él no le hacía mucha gracia. Estaba encantado con Jorge, pero aún así, no me trató mal en ningún momento y me lo hizo todo mucho más fácil.

No podía evitar reirme cuando miraba al Box de Fer y lo veía de pie y a Jorge sentado en su sillón, haciéndose selfies con el móvil. Pasaba de todo y de todos.

Mi relación con Fer seguía igual. Sólo hablábamos de trabajo y ahora ni eso, ya que Jorge era el que se ocupaba de él.

Me encontraba en el hospitality revisando la agenda de Fer, cuando entró.

- No te esperaba aquí - me dijo.

- Estaba revisando tu agenda. Jorge no está muy centrado y no me fío de él. De hecho se le ha olvidado apuntar la entrevista de mañana antes de la carrera.

No dijo nada. Se sentó en la camilla mientras miraba su móvil.

Seguí a lo mío hasta que me preguntó:

- ¿Qué tal con Kimi?

- Bien, bien... la verdad. Gracias.

- Yo no tengo ningún problema en trabajar contigo Diana.

- Ni yo tampoco lo tengo contigo, pero no ha sido mi decisión. Ha sido el equipo el que lo ha querido así. Tengo que habituarme a él.

- Pero al final estás llevando la agenda de los dos...

- Lo sé, pero tampoco me importa. La próxima temporada tendré que hacerlo con Kimi y con... - Fer se tensó esperando a que dijera su nombre y dudé si decirlo o no - ...Vettel - pensé que diciendo su apellido le afectaría menos. 

No dijo nada pero su mirada lo dijo todo. Vi en ella decepción, fracaso, tristeza... y vi rabia. No me atrevo a decir odio porque es una palabra muy fuerte y dudo que sienta eso por mí. Pero sí rabia, y mucha. Rabia de no salirse con la suya, de ver que tomo mis propias decisiones y de saber que el año que viene estaré trabajando con Seb y él no podrá hacer nada para impedirlo.

Y tras dar un portazo se marchó.

Sin embargo las cosas con el alemán eran diferentes. Quedamos en un par de ocasiones después de lo de Suzuka. La primera vez fue en Rusia. Nos vimos una vez terminado los libres y tomamos algo en la cafetería del hotel. Me habló de como iban sus negociaciones con Ferrari. Se le veía entusiasmado y con muchas ganas. Intentó en varias ocasiones repetir el beso que nos dimos en la habitación de Jules, pero ésta vez no lo dejé. Quería ir despacio y tomármelo con calma.

Y la segunda fue ayer después de los libres, aquí en el Circuito de las Américas. Nos vimos en la cafetería del hospitality de Force India junto a Jorge y Nico. Pasamos un buen rato charlando de todo un poco. Cuando ya nos íbamos, una vez más, Seb insistió en acompañarme al hotel, incluso me propuso que viéramos una peli juntos en mi habitación.

- Que no, Seb. Lo siento. Poco a poco. Ya te lo dije.

- Pero si no va a pasar nada que tu no quieras. Sólo ver una peli. Te doy mi palabra.

El corazón en Boxes (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora