Hyung Joon (POV)

Siempre serás mi mejor amigo.

Y ahí fue la quinta vez el corazón se me rompió, no tal vez fue la sexta, aunque realmente ya ni siquiera quiero recordar las veces anteriores. No es que no supiera que Jung Min nunca fijaría sus ojos en mí, digo, ¿a quien quiero engañar? Los dos somos chicos! Pero por lo menos mantenía una leve ilusión.

Esas palabras fueron una profunda herida en mi corazón, saber que él nunca me vería de diferente forma, y que estaba condenado a ser su mejor amigo, me hicieron pensar que el resto de mi vida sería una persona muy desdichada.

Ese mismo día, de nuevo mi corazón se vio afectado, pero todo terminó de la manera más inesperada para mí.

-¿Por qué no ha llegado Jung Min?.- Jian camina junto a mí

-No tengo idea.- me encojo de hombros.- tal vez sus papás no lo dejaron venir a última hora.-

-Ash, que mal plan.- hace una mueca.- y yo que quería que bailara conmigo.- sonrío, aunque no me siento con ganas de hacerlo

-Tendrás que conformarte con bailar conmigo.- me sonríe

-Kya! ¿Joonie bonito bailarás conmigo?!!.- grita emocionada, riéndose, abrazando mi brazo

-Ya, me vas a espantar a las chicas.- le digo riendo

-Oh! Tienes razón, no quiero terminar en medio de la alberca.- sigue riéndose.- ¿a dónde vamos Joonie?.-

Aprieto mis labios, realmente no quiero llevarla, pero le prometí a Jung Min que lo haría. Estamos rodeando la casa de uno de nuestros compañeros de escuela. Damos la vuelta en una de las esquinas, me detengo por completo.

-¿Qué es esto?.- Jian pregunta

Yo me he quedado boquiabierto. En medio del jardín hay un columpio el cual está totalmente iluminado con una línea de luces led, en el césped hay un camino hecho por piedras blancas, igualmente iluminado. Junto al columpio un Jung Min muy nervioso, con su mejor ropa, sosteniendo una rosa roja.

Y ahí fue cuando de nuevo mi corazón se vio afectado. Mis ojos no pudieron soportar la acumulación de lágrimas, para cuando me di cuenta una lágrima rodaba por mi mejilla, eso me obligó a darme la vuelta y alejarme, no quería ser testigo de lo que Jung Min le diría a Jian.

Caminé de regreso por el jardín, con cada paso que daba sentía que estaba ahogándome, y las lágrimas seguían cayendo. Mi vista comenzaba a nublarse por el agua acumulada, tuve que sostenerme con una mano de la pared, pero aún así mis pasos eran inciertos hasta que finalmente tropecé y caí.

Entonces lo conocí, tenía los ojos cafés más tiernos que había visto, una piel bronceada casi como la de Jung Min, y me veía fijamente mientras sostenía mi brazo para ayudarme a ponerme de pie. Frunció el ceño al ver mis ojos rojos y las lágrimas rodando por mis mejillas.

-¿Qué te pasó?.-

-Nada...-contesté aún intentando hacerme el fuerte

-No deberías llorar...- sus manos comenzaron a limpiar mis lágrimas.- ¿te dolió mucho la caída?.- apreté los labios, simplemente asentí.- vaya, que niño tan llorón, ven, vamos a que te laves las manos.-

Me llevó al interior de la casa de mi compañero de clases, sabía muy bien donde estaba todo, y después supe porque, era su hermano mayor, un universitario llamado Kyu Jong. Sus padres lo habían dejado como chaperón en la fiesta.

-Así que tienes 17 años.- me pregunta

-Si, los acabo de cumplir.- contesto mientras tomo un poco de soda que me ha traído

Buenos AmigosWhere stories live. Discover now