Capítulo Quince: Mía

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Después de anotar su dirección, le pido que se tranquilice. Miro a Claudia, quien no entiende nada de lo que está sucediendo. Tendré que explicarle de esto después cuando termine de cortar la llamada.

—Claudia, te voy a contar todo esto después, lo prometo. En estos momentos tengo que irme a apoyar a mi primo —le explico.

—Está bien, Derek. ¿Todo está bien? —Asiento no muy seguro y ella me abraza —. Descuida, no te preocupes. Aquí estoy.

—Aquí estás —afirmo, abrazándola más fuerte.

Mientras conduzco a la casa de Patch, varios recuerdos pasan por mi cabeza. Nada bueno salió de aquella relación que ambos tenían y lamentablemente está volviendo a atacarlos. No quiero tener que pasar por todo ese proceso otra vez.

—Aquí estoy, primo. —Patch me abraza, y cuando se suelta, puedo ver el color rojo de sus ojos —. Venga Patch, pensé que ya lo habíamos superado.

—¡Ese es el problema! ¡Ella no lo ha superado cómo nos había dicho! —estalla —. Ella todavía me quiere, Derek. Vino hace media hora y me besó, sin decirme nada.

Abro mis ojos sorprendido y él asiente varias veces. Bien, mi hermana ha pasado el límite esta vez, y no pienso dejar que se salga con la suya una vez más. No cuando yo puedo hacer algo para impedirlo.

—¿Y qué te dijo Khalessi?

—Me dijo que me quería y que ya no podía seguir ocultando lo que sentía por mí. —Maldigo a mi hermana en mi mente, mientras que Patch solo se jala de los cabellos —. No sé qué hacer, Derek. ¿Por qué demonios me hace esto?

—Escúchame, calma —le pido, mirándolo a los ojos —. Hey, voy a hablar con ella y con mis padres, ¿bien?

Él asiente no muy convencido y yo lo vuelvo a abrazar. Esta vez Khalessi ha roto todos mis límites de paciencia. Mi móvil comienza a sonar y cómo si fuera obra del destino, es mi hermana. Rápidamente contesto la llamada, tratando de que mi voz no demuestra lo enojado que estoy.

—Dime, Khalessi.

—¡Hermanito! ¿Te pasas por la casa de nuestros papás? Claudia está aquí con todos nosotros.

Khalessi no me conoce realmente enojado, toda la vida he tratado de contener mi enojo por qué es mi hermana, pero ahora ya rompió aquel límite. No me gusta aquella faceta de mí, y no quiero que mi muñeca de porcelana se aleje de mí por ello.

CLAUDIA

No dejo de pensar en Derek mientras que Khalessi y Sophia hablan entre ellas sobre el desfile de modas que la rubia va a tener. Estoy preocupada ya que su rostro demostraba que no era nada bueno lo del asunto de Patch. No he querido comentar nada al respecto por no querer hacer un comentario fuera de lugar.

—Claudia, linda, ¿cómo estás? —El señor Chase me abraza con una sonrisa en sus labios, para luego sentarse al lado de su esposa —. ¿Cómo está todo con mi hijo?

—Con Derek está yendo todo de maravilla —comento, sonriendo. Seth se sienta a mi lado y me ofrece una botella con agua —. Gracias.

Estamos conversando de lo más alegre cuando entran Derek y Patch. La cara de mi rubio demuestra lo enojado que está, y también las venas que se están marcando en su cuello.

—¡Derek! ¿Qué sucede amor? ¿Por qué con esa cara? —Todos volteamos a ver a Khalessi, ya que mi novio no deja de mirarla con dagas en los ojos —. Derek...

—Tú y yo vamos a hablar seriamente, Khalessi. —Se acerca a ella y la jala de la muñeca bruscamente, sorprendiéndome —. ¡¿Por qué demonios eres así?!

Dangerous Woman ©Where stories live. Discover now