El reencuentro. {2ºTemporada CamPop.}

22.

Anna.

-Puede que penséis que se me ha ido la cabeza.-aclaro.-Veréis, cuando el señor Parker y yo hablemos, me comentó que su discografía había perdido mucho potencial durante este año, y quería contratar a alguien como yo.-susurro y me siento más tranquila al ver que me escuchan de verdad.-Me dijo que contra antes empezara mejor y que tendría que irme para Madrid. Claramente le dije que este verano era para pasarlo con vosotros y que no pensaba irme por nada.-les digo y veo que acaban sonriendo.-Me preguntó por vosotros y le conté donde nos conocimos, que nos hicimos inseparables...casi todo.

-Creo que sé por dónde va la cosa.

-Espera Calum.-le pido cogiendo un poco de aire.-Déjame seguir.

-Venga.-sonríe y me muerdo el labio.

-Bueno, ahí me propuso que si todos éramos cantantes...que formáramos un grupo, que estaba seguro de que triunfaríamos, que seriamos los OneDirection españoles.-digo haciéndoles reír.-Y me pareció una idea genial, no se, cumplir nuestro sueño juntos..., pero bueno, solo era una idea.

Hay un gran silencio durante unos segundos y trago saliva al ver como todos se miran entre ellos.

-¡Es genial!-grita Sonia bastante emocionada.-¡Sabía que sería bueno!

-¿Os parece bien?-me sorprendo y Calum accede, pero Jesús aún no ha dicho nada.-¿Jesús?

-Hace años que no piso una discográfica, y ya la cagué una vez, no quiero...

-No la vas a cagar Jesús, somos seis, confía en ti.-le susurra Calum y sonrío tiernamente.

-Yo confío en ti, siempre lo he echo y lo sabes.-susurro.-No vas a cagarla, hazme caso.-me sonríe y me levanto de la silla para sentarme sobre él y acercarme a su oído.-Sabes que si tuviera que apostar por alguien sin duda lo haría por ti, hasta con los ojos cerrados.

-Chicos, que si queréis intimidad solo tenéis que decirlo.-sonríe Sonia picara.

-Por mi.-accede Jesús pero le doy un suave codazo para que se calle.

-Mejor buscamos la manera de decirle esto a Paula.-me muerdo el labio insegura.-Viendo lo importante que es su carrera para ella, veo difícil que acepte.

-Por intentarlo no perdemos nada y además, si no llega a acceder podríamos montarlo nosotros.-añade el rubio dándole el último trago a su bebida.-Pero mejor esperamos a mañana para decírselo, a ella y a Dani.

*******

Paula.

Es raro que cada vez que me ponga a escribir sobre cualquier cosa  acabes apareciendo tú en mi cabeza.
A lo mejor es que estás relacionada con lo que escribo, o que no quiero olvidarte y la mejor manera de no hacerlo es escribir. Aunque por mucho que quisiese, de mi mente no te irías porque jamás nadie me había echo sentirme así, y eso simplemente se sabe. Ni con vodka, ni con llantos, ni con el mayor golpe en la cabeza, seguirías  ahí, pegada como...como algo que se pega mucho. Mierda, con lo bien que me estaba quedando y no soy capa de terminarlo. Espera, te pegas como... ¿cómo un chicle? No, qué asco, sabes que los odio.
¿Como una chuche? Tampoco.
Lo que sí que sé es que cuando veía que venías sentía trompetas tocar en mi cabeza. ¿Es eso raro? Creo que tratándose de ti, no. Tus piernas al caminar ya hacen el resto. Eran como el primer verso de un gran canción, y tu pelo, largo y suave como una catarata, lo continúa, como la introducción a algo que no te dejará indiferente. Y tus ojos, ¿quién sería el valiente que les digiera que no? Son como poesía musicalizada, dulces y de color café. Y tus labios, como perfecto estribillo de esta harmonía que eres tú entera. Y tus tetas, que no paran de resonar dentro de mi cabeza al ritmo que marcan tus piernas. Y luego está tu culo, que hace que el arte que creas se termine perfectamente, dejando tu áurea intacta, y al verlo, sé que se ha acabado, al menos por un tiempo, hasta que no vuelva a escucharte. Y los violines anuncian el final de tu estancia. Mierda, que hago. Esto se supone que es una carta que jamás llegare a mandar y yo hablando de...de tu culo sabiendo que lo odiabas. Supongo que será un arma para darme cuenta de que no debo escribirte, pero...bueno, al fin y al cabo me he dado cuenta de que te pegas como mi canción favorita, pero esa que jamás olvidarás en la vida y de la que no te cansarás de escucharla. Y desde entonces, mi vida a sido un golpe, una bonita autodestrucción, verte llegar y mirarte partir y aún así, queriéndote como si nada, con todo.

-Buenos días.-saludan Ann y Sonia al unísono, haciendo que les sonría ampliamente.-Veo que te has vuelto adicta a las letras de Dani.

-Si, sigo pensando que debería escribir algo, un libro, una canción, no se, algo.

Noto como Sonia me abraza y le sonrío segundos después sabiendo que al fin y al cabo ella quería que me quedara. Me susurra un simple gracias y luego anda hacia la nevera nerviosa, justo igual que Ann, y creo que hay algo de lo que no me he enterado.

-Chicas, ¿os pasa algo?-dudo y ambas me lo niegan rápidamente.-¿Seguro?

-Hemos estado hablando de que Anna necesita quitarse ya esa excitación que tiene la pobre, que hace cuatro años que no....

-¡Sonia!-la regala haciéndome sonreír.-Sabes que no es verdad, estoy perfectamente.

-Bueno, algo de menos lo has tenido que echar, eso no lo puedes negar.

-Eh, venga, déjala en paz, seguro que Jesús ya se ha acostumbrado a su...

-¡Paula!-grita y me río ante su nerviosismo.-Sois unas hijas de puta.

-¿Y esos gritos?-aparecen los chicos por la puerta, que se habían ido a correr por la playa.-Parece que estéis locas.

-Ellas lo están.-susurra mi amiga y ruedo los ojos saludando a Dani con un beso.-¿Se lo decimos ya?

-¿Decirnos que?-dudo viendo cómo Dani no entiende tampoco nada.

-Si, díselo tú.-le dice Calum a mi amiga.

-¿Yo?-traga saliva.-Esta bien, pero...

-Dilo ya.

-Vale, el señor Parker me dijo de que montáramos todos una banda y la mayoría estamos de acuerdo.-dice rápidamente sin pelos en la lengua, sorprendiéndonos a ambos.-Bueno, ¿y vosotros que decís?