CAPÍTULO 11

51.7K 3.1K 1.4K
                                    

11|ES UN SUEÑO...

Alexandra

Abro los ojos lentamente, dejando que mi vista se acostumbre lentamente a la poca iluminación de la habitación. Hay una ventana medio abierta que me deja ver las copas de los árboles de algún parque cercano, aunque por mi ventana no se ve ningún parque. Me estiro todavía tumbada en la cama confundida por la vista. Al abrir los brazos noto como mi brazo derecho cae sobre algo duro que se eleva y baja con ritmo. Asustada giro la cabeza y lo que me encuentro es un desastre. La cosa dura que subía y bajaba es el pecho de David sin camiseta. Es ahí cuando reparo en mi propia desnudez. En mi cabeza solo vienen y van insultos y reproches hacia mí misma de todas clases.

—Esto no puede ser... —me digo a mí misma mientras levanto la sábana con cuidado confirmando mi desnudez.

Por mi mente corren miles de posibles explicaciones para que yo este desnuda sin haberme acostado con él, porque yo no recuerdo haber hecho tal cosa. Recuerdo que llegamos al apartamento que Ricky comparte con David y Yoel y que comenzamos a bebernos el tequila que compró Ricky, también recuerdo que Elena me hizo bastantes preguntas, pero después de eso no hay nada más. Intento con toda la energía de mi cerebro resacoso recordar algo pero nada viene a mi mente. Al final me armo de valor y decido averiguar de una vez por todas lo que ocurrió hace unas horas o por lo menos descartar la opción más mala. Con decisión levanto la sábana lo suficiente para que pueda ver todo lo que hay debajo de ella.

—¡Joder! —medio grito susurro.

Al levantar la sábana descubro el cuerpo desnudo de David y me quedo anonadada con sus partes íntimas. Por favor, que alguien me diga que eso no ha estado dentro de mí. Aún con los ojos abiertos bajo la sabana de golpe intentando olvidar el monstruo que acabo de ver.

—Maldita sea, ¿pero qué has hecho Alex? —me pregunto a mí misma.

Con un gruñido de frustración me levanto de la cama con poco cuidado.

¿Alex, no aprenderás nunca la lección? ¿Con cuántos imbéciles vas a estar para aprender la lección?

Enfadada con mi comportamiento comienza a buscar por toda la habitación mi ropa. David podría limpiar un poco más la habitación, está que da asco entrar en ella. Voy a coger mis bragas cuando mi pie toca algo frío y resbaladizo. Rezo para que mis sospechas no sean ciertas pero al bajar la vista a mis pies veo, no uno, sino tres globitos usados tirados por el suelo. Suelto un pequeño grito cuando los veo.

¿Alex, no te podías conformar con tener relaciones sexuales con él una vez, no?

Lo peor de todo esto, es que al verlos han vuelto a mi memoria todos esos recuerdos de nuestro encuentro. Muchas imágenes bastante calientes y morbosas pasan por mi cabeza. Lo hace unas horas ha sido espectacular, el mejor sexo de mi vida, aunque en la vida pienso decirle eso a David.

Una rosa para Alex.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora