"Aclarando dudas" Capítulo 8.

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Él me suelta rápidamente y yo haciendo una expresión de enojo atiendo el celular sin ni siquiera ver quién era.

-Hola-Dije lo más amargada que pude.

-Hola, soy Clara, llegaremos rápido es que tuvimos que ir a buscar unas cosas a otro lugar porque no las conseguíamos.

-Está bien, los esperamos, adiós.-Y colgué. 

Dejé mi celular en el escritorio y me fuí al living, el pequeño living, pero acogedor. Estaba sola, Carlos se había quedado en su habitación luego del "intento" de beso. Estábamos tan cerca, rozando nuestros labios y esa llamada sonó. Tendría que haber puesto el celular en modo vibrador. Aunque podríamos continuar, pero no. De todas formas hace unas horas que lo conozco, era demasiado rápido. 

Una vez más, el celular me interrumpe. Tendría que lanzarlo por la ventana.

-Hola mamá.

-Cómo has estado? Llegaron bien? Cómo es el lugar?-Dijo lo más rápido.

Luego de contarle durante casi 15 minutos todo a mi madre pude colgar e irme a dar una ducha. Estaba cansada y Clara aún no llegaba, empiezo a creer que jamás tendría que haber accedido a venir aquí. 

Salgo del baño y entro a mi "habitación" para secarme el pelo. Me doy vuelta unos segundos y cuando volteo lo encuentro a Carlos mirándome, no puedo evitar mirarle sus ojos, sus labios. Me miraba sonriendo y con sus ojos clavados en los míos, pero esta vez estábamos bastante lejos como para repetir lo que había pasado hace un rato. Nuestras miradas encajaban a la perfección y Carlos se me acercaba, me tomó de la mano y la puso alrededor de su espalda mientras que su mano me rodeaba la cintura y los dos nos acercábamos cada vez más y nos besa...

-Marie!!!-Escucho y me despierto inmediatamente dando un salto que casi me caigo de la cama. Maldita sea, todo fue un sueño. 

-Qué sucede?-Digo viendo a Clara y a los otros dos sentados en la mesa. 

-No comerás?-Dice Clara mostrándome dos milanesas en un plato azul y abandonado sin alguién que se estuviera ocupando de vaciarlo.

Me senté en la mesa, que justamente estaba en frente de Carlos, después de eso que había sucedido necesitaba hablar con él, porque no entiendo si fue a propósito o sin querer, que sería muy tonto, pero supongo que lo dejaremos para más tarde. O tal vez no, Clara y su novio se levantaron de la mesa y se fueron a su habitación dejándonos el mejor mensaje "Laven ustedes", seguro que los dos se iban a....ya saben. No teníamos opción, asi que me levanté y llevé todos los platos a la cocina, dónde Carlos me había seguido y ayudándome a lavar los platos me explicó algo, o quizás me dejó más dudas.

-Sobre lo de hace unas horas...lo siento. Me dejé llevar.

-Está bien, de todas formas, no me molestó.-Dije riendo.

-Entonces, si te hubiera besado no hubieras dicho nada?-Dijo abriendo los ojos.

-No, pero no pasó.-Dije secando todo.

Entré a mi habitación, pero no pude cerrar la puerta. Carlos, había puesto su mano evitándome cerrarla. 

-Puedo entrar?-Dijo y lo dejé sin pensar lo que hacía, o lo que podría llegar a hacer. Él se sentó en frente mío y comenzó a hablarme como si quisiera conocerme, y lo dejé.

-Cómo es tu vida dentro del ballet?

-Genial, me refiero a que estoy haciendo lo que más amo en el mundo, pero no tuve tiempo para sociabilizar con personas fuera de ahí. Pasé toda mi juventud dentro de la Academia y ahora me encuentro casi vieja y sin alguien a quién amar sin que sea de mi familia. Y qué hay de ti? 

-Tengo 30, y estoy igual a ti. Me gustaría encontrar a alguién que me guste de verdad, pero quizás nacimos para morir solos. Jamás lo pensaste?

-Para ser Italiano hablas mejor que yo el Español.-Dije entre risas.-Jamás lo pensé porque si lo hago me volveré loca y definitivamente moriré sola.

-Tan exagerada?-Dijo riendo.

-Si.-Digo y se escucha un silencio, mientras nos miramos escucho vibrar algo, es su celular. Lo toma y atiende, como si yo no existiera.

-Hola? Si, como estás? Te extraño, si muy bien aquí. Esperando a que venga el día para verte otra vez. Na, sigo pensando en ti, no hay nadie más, lo juro.-Dice con cara de enamorado y mostrando su perfecta sonrisa. Quisiera desaparecer, que me trague la tierra. Hoy es el día de las llamadas telefónicas? Continúa hablando y se va de la habitación comprobándome que con quién hablaba era una chica y su nombre es Milena, suficiente para que mi corazón explote y cierre los ojos pidiendole al cielo que me mate. Entra Clara y se da cuenta de que estoy mal.

-Estás bien?-Dice atándose el cabello.

-Por qué estaría mal?-Digo melodramática.

-Me parece a mi o te ha pasado algo con Carlos?-Dice acercándose a mi.

-Si, y lo arruinaste.-Digo enojada.

-Disculpa?

-Cuando tú y tu novio se fueron él y yo estuvimos a punto de besarnos, cuando nos faltaba un centímetro, tu llamada desvaneció todo el ambiente. Ahora está hablando con su querida Milena, la extraña mucho y cuenta los días para verla.-Digo cubriéndome la cara.

-Pareces de 15 años hablando así. Levantate y actúa como una chica de 26, pregúntale si está en algo con alguién. 

-Lo dices como si fuera fácil. Y si dice que si?

-Y si dice que no?-Dice y apaga la luz.

.....

Miércoles. 

Me levanto y con el primero que me tropiezo es con Carlos, realmente tengo muchas ganas de preguntarle si está en algo con Milena, pero temo que diga que si. Pero recordé lo que dijo ayer Clara, ya no soy adolescente, debo dejar de actuar así. Debo arriesgarme de una vez.

-Buen día.-Me dice y se que es el momento perfecto para aclarar todo.

-Buen día. Puedo preguntarte algo?-Digo cruzando los dedos.

-Si.

-Tienes novia?-Digo y entrecierro los ojos.

-No, te lo dije ayer. 

-Pero y Milena?!-Digo y me doy cuenta que acabo de tirar todo a la basura.

-Ella? Es mi prima. Te pusiste así por mi prima?-Dice riendo.-No te preocupes, aún te estoy esperando.-Dice acercándome.

-Esperándome para qué?-Digo acercándome a él también.

-Ya lo sabrás, solo espera.-Dijo y nuestras caras quedaron a centímetros, nuevamente. Sonreí y se alejó. 

...

Clara y yo salimos juntas a la playa con Elías y Carlos, ella estaba con una maya extremadamente apretada, que mostraba su cuerpo perfecto y yo con una maya enteriza que era la primera que había encontrado, pero me quedaba bien. Carlos y Elías se recostaron a tomar sol y Clara y yo comenzamos a hablar.

-Y?-Dice apuntando sus ojos a Carlos.

-Está libre.-Digo sonriendo.

-Te lo dije.-Dice y se va al mar con Elías mientras Carlos y yo nos quedamos solos. 

-Quieres ir?-Dice Carlos y pienso un segundo.

-No gracias, me da miedo a que me devoren los tiburones.-Digo y río mientras el también lo hace.

-Entonces me quedo contigo.-Dijo y me sonrojé.

El resto de la tarde nos la pasamos juntos, hablando de lo mangnífico que sería conocer Alaska,me contó que él no es Italiano, nació en Colombia y cuando era muy pequeño se mudó con sus padres a Italia, yo, en cambio, nací en México y mis padres me llevaron a Argentina con ellos, aunque como se darán cuenta, aún tengo ese acento de TU y no de VOS. Cada minuto y segundo que pasaba con él me di cuenta que me gustaba, y que este, sería un mes movido y entretenido. 


Solo quiero seguir tus pasos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora