Inmediatamente en cuanto oí decir a su madre que Clara había intentado suicidarse fuí corriendo hacia el hospital.
Entré y recordé que estaba en la misma sala donde nos habíamos enterado que estaba en silla de ruedas y por muchos minutos y segundos empecé a echarme toda la culpa a mí. Y si algo le pasaba a Clara prometo que me mataría.
Cuando entré a la sala de Clara la vi, estaba en una camilla, con los ojos mirando hacia arriba, llena de agujas y respiradores, tantas cosas a su alrededor que era imposible verle la cara completamente.
-Porqué hiciste esto?-Dije viéndola.
-Quiero deshacerme de mi misma, ya no puedo verme en el espejo y darme cuenta que pasan los días y no logro moverme. No voy a quedarme aquí varada, necesito librarme de todo esto.
-Y crees que te librarás matándote?
-Si.-Dijo mirándose las manos.
-Estás equivocada, te librarás levantándote de ahí y dejando de hacer tonterías, no vale la pena morir por algo que tiene solución.
-No la tiene.
-Si,todo tiene solución en la vida, menos la muerte. Si te mueres ya no podrás volver atrás. No te rindas tan fácilmente. No seas cobarde.
-No soy cobarde!
-Demuéstralo.
-Sólo quiero morir...-Dijo cerrando los ojos.
Acerqué mi brazo a su cara y bajé las mangas de mi remera, todas mis cicatrices estaban al descubierto, en su rostro. Clara abrió los ojos pero no preguntó nada.
-Ves esto? Esto es obra de mi cobardía, no podía hacer nada más que lastimarme a mi misma. Crees que estoy aquí por mi cuenta? Me cortaba, a mí tampoco me gustaba lo que veía, pero apareciste tú,y me hiciste empezar a aceptarlo. Hoy soy feliz siendo como soy, pero si tú te matas, mi felicidad se acabará y me mataré por ti. Te necesito, me necesitas. Tú eres mi barra de apoyo y yo soy la tuya.Si una de las dos muere nuestra barra desaparecerá y volveremos a caer, una y otra vez.-Dije subiéndome las mangas.
-Te necesito.
-Yo te necesito.-Dijimos abrazándonos.-Clara, prométeme algo. Prométeme que no volverás a intentar suicidarte, ni cortarte.
-Lo prometo, con una condición.
-Cuál?
-Si tú prometes que dónde vaya yo vendrás tú.
-Lo prometo, prometo que seguiré tus pasos sea donde vayas.
Nuestros dedos meñiques se cruzaron y las promesas estaban hechas, y las tendríamos que hacer valer.
Clara volvió a su casa y a la escuela dos días después, se la veía contenta, feliz y yo estaba igual de feliz que ella.
Un mes después ella estaba a punto de levantarse y yo quería acompañarla, si se levantaba podría volver a bailar, a su vida normal, y esto quedaría en el duro pasado, pero ya nos habríamos librado todos de este infierno.
-Sólo debes levantar un poco más la cabeza y enderezar la espalda y ya estarás de pie.-Le dije muriendo de emoción.
Clara se agarró de la punta de la mesa, levantó su espalda un poco más y no se había dado cuenta de lo que yo si.
-Clara!!!-Grité festejando.-Estás de pie!!!-Dije y ella me sonrió.
Soltándose de la mesa comenzó a dar pasos y pasos hasta llegar a dónde estaba yo, aplaudiendo las dos y casi muriendo de felicidad nos abrazamos y comenzamos a llorar de alegría.
-Lo lograste.-Le dije mirándola a los ojos.
-Lo logré. Gracias a tí.-Me dijo abrazándome más fuerte.
-Yo te ayudé, pero tú lo lograste.
Su madre llegó y vió a Clara caminando y no sabía que hacer, comenzó a gritar y acercándose a ella empezó a bailar, su padre comenzó a abrazarla y bailar con ella y con su madre, mientras que sus hermanos la abrazaban y le daban besos por todos lados. Yo miraba y reía, pero me sentía vacía, ella ya podía caminar, y eso era genial, pero ver a toda su familia reunida y yo que no tengo a mi padre, mi madre a penas me ve dormir y no tengo hermanos me pone un poco mal. Pero ver tan feliz a Clara me levantaba el ánimo.
Pasaron tres semanas desde que Clara comenzó a caminar y se puso en pie de nuevo las clases de ballet juntas, nuevamente estaríamos bailando y bailando sin parar, felices, porque estábamos de nuevo bien y nada nos lo impedía. Para nuestra suerte en los próximos tres meses volveríamos a hacer una prueba para quedar en la mejor compañía de baile.Nuestra vida era la mejor, era perfecta como antes.
Una tarde llegando a mi casa de la escuela encontré a un hombre en la puerta de mi casa, tenía el pelo negro al igual que los ojos y su barba, daba miedo, pero me acerqué igual.
-Disculpe,necesita algo?
-Necesito hablar con tu madre.
-Cómo conoce a mi madre?
-Yo...soy...-Dijo tartamudeando.
-Ustedes quién?-Dije apresurándolo.
-Soy tu padre.
Me quedé pensando, shockeada, pensando si era cierto, si no lo era, que debía hacer, y nada se me ocurría más que salir corriendo. Y fué justo lo que hice.
Hola! Perdonen por no haber subido esta parte ayer es que no tenía internet :c Espero que les guste! Sigo la quinta parte el fin de semana que viene :)
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Solo quiero seguir tus pasos...
Teen FictionElla hacía ballet, y una de sus amigas, quién se convirtió en casi su hermana, tuvo un accidente, que le produjo un cambio en su vida horrible, el cuál le impidió seguir los pasos de su amiga. Podrá ella bailar y levantarse de su peor infierno?