Sin amor a la fama (The Vamps)

Capítulo 98.

Antes de empezar me gustaría que me hagáis un favor...

Como ya sabéis (o eso creo) el capítulo 100 cerrará esta temporada... Comenzaré la segunda y quiero que sea mejor, me gustaría mejorar la escritura y esas cosas y para ello necesito que me digáis vuestras opiniones sinceramente, lo bueno y lo malo o sólo lo malo, ya que cada vez tengo más ganas de mejorar y no se por dónde empezar. ¡Necesito vuestro consejo! También me vendría bien que me dijerais que cosas queréis que ocurran en la segunda temporada, intentaré poner las que pueda. xx

Connor se tumba al lado de Beth. Está tenso.

La chica se acurruca junto a él.

-Beth...

-¿Sí?-dice sin abrir los ojos.

-¿Estás intentado algo?

-Sí, no pasar frío.

De repente Connor parece darse cuenta de que la piel de Beth sigue estando fría.

-Ahhh.

-¿Me perdonas?

Connor siente que se derrite ante la mirada de esos enormes ojos gris humo.

Carraspea.

-No.

-Entonces... ¿por qué has aceptado dormir conmigo?

-Porque estás loca. Buenas noches.

Connor le da la espalda y se tapa hasta las orejas.

Beth apoya la cabeza en su hombro.

-No escapes. -dice divertida.

-Tengo sueño.

-Mentiroso, estás huyendo.

Connor se gira y la mira. Suspira.

Coge un cojín y se levanta de la cama.

-¿A dónde vas?-dice Beth cuando Connor está atravesando la puerta.

El chico de gira.

-A una cama en la que una loca con ganas de coger una hipotermia me deje dormir.

-No estoy loca.

Beth se cruza de brazos y hace pucheros.

Connor se gira y va al cuarto de Brad.

Se mete dentro de la cama y cierra los ojos.

Le despierta cuando nota que alguien está a su lado.

Gira la cabeza y se encuentra los ojos de Beth.

Connor grita asustado mientras se levanta de la cama.

-¿PERO A TI QUE TE PASA? ¿QUIERES MATARME?

La chica se encoge de hombros.

-Me sentía sola...

-¿POR QUÉ ME MIRABAS TAN FIJAMENTE CON ESOS OJOS DE BÚHO? QUÉ SUSTO ME HA DADO.

Beth desvía la mirada.

Connor suspira y se sienta a su lado.

-Estás muy mono cuándo duermes...

Beth agacha la mirada.

-Además... me sentía sola ahí durmiendo y bueno... yo... te he echado de menos, Con.

El chico se queda mirándola. Está aturdido.

Siente el impulso de perdonarla, pero luego recuerda todo lo que ha sentido...

-Vale, dormiremos en mi cuarto, pero que sepas que no somos ni siquiera amigos.

Inés y Brad están jugando al billar. Los demás se han ido a las habitaciones.

-¡Voy ganando! -dice Brad.

Inés frunce el ceño e infla los carrillos.

Coge el palo de billar con fuerza y apunta.

Es tanta la fuerza con la que le da, que la bola sale directa a la frente de Bradley.

El chico de pelo rizado grita de dolor, la bola rebota a la mesa y aunque es increíble, al caer a la mesa le da a las bolas que Inés tenía que meter.

La alegría de Inés por haber ganado dura escasas milésimas de segundo.

Corre hacia Brad y le mira la frente.

-Te va a salir un señor chichón...

El chico la mira cabreado, pero no con ella, sino con la bola.

-Vamos a que me pongan hielo.

Brad e Inés están en la habitación. Sentados en la cama.

El chico sostiene una bolsita azul de esas de un líquido extraño, como gel, que da frío.

Inés está a su lado.

-Cariño... ¿Quieres matarme?

-¿Qué? ¿Estás loco?

-No, pero piénsalo. Lo de la baqueta y ahora esto y seguro que me dejo algo más.

Inés suspira.

-Son accidentes. Bueno, lo de la baqueta no lo fue y tampoco lo de... Mira Brad, esto ha sido un accidente, si he ganado la partida, pero no soy capaz de apuntar así y acertar. Además, no soportaría que te murieras, te quiero demasiado.

Una sonrisa se dibuja en la boca de Brad.

-Ahora mismo te quitaría toda la ropa y lo haríamos, pero me duele mucho la frente.

Inés le quita la bolsita de frío y le besa la frente. El Señor Chichón ya ha salido y en la zona ya está empezando a salir un moretón.

La chica besa la maltratada zona.

Brad ahoga un grito de dolor, a pesar que el contacto ha sido suave le ha dolido mucho.

Inés vuelve a colocar la bolsita donde estaba.

-Perdona.

Agacha la cabeza.

Brad puede ver que está llorando, la conoce. Es un llanto silencioso, pero la forma en la que se mueve su cuerpo, que no le mira y que está viendo como caen las lágrimas a la colcha...

La atrae hacia él y la besa con delicadeza. Cosa rara en él. Cosa que Beth sabe que su novio hace a modo de disculpa o a modo de dar tranquilidad.

Cuando la chica se separa Brad la apoya contra su pecho y le limpia las lágrimas.

-No llores, tonta. No es nada.

-Pero es que siempre te hago daño... Lo del mando y las bailarinas...

-Shhhh.

Le tapa la boca con suavidad.

-Inés, son cosas que pasan y normalmente te he picado yo. No te preocupes, estoy bien.

-Pero es que tienes un chichón muy feo y tú vives de tu imagen en gran parte,- vuelve a empezar a llorar.

Brad suspira.

-Vuelvo a trabajar en dos semanas y existe el maquillaje. No te preocupes, cariño.

Inés lo besa.

-No puedes imaginarte las ganas que tengo... pero... ¡Es que me palpita el chichón!

La chica se ríe. Le da un beso en la mejilla y se tumba a su lado.

-Lo dejamos para otro día.