CAPITULO 56.

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Brad e Inés están desayunando. Tienen bufé libre. El plato de Brad está lleno de comida. El de Inés lleno de tortitas.

Brad mira el vaso, sumido en sus pensamientos. Inés chasquea los dedos para que baje de la Luna.

-¿Eh?

-Estabas en tu mundo.

-Estaba pensando...

-¿En qué?

Brad vacila unos segundos y finalmente clava sus ojos marrones en los verdes de ella.

-¿A qué ha venido ese beso?

-¿No te ha gustado?- pregunta Inés intentando desviar el tema.

-Me ha encantado. Es sólo que no lo entiendo.

Inés suspira y se mete un trozo de tortita en la boca. Se levanta. Brad le agarra de la muñeca.

-No huyas.

Inés lo mira vacilante.

-No lo se... Estabas muy mono y me apetecía. ¿Puedo ir a por mi café?

Brad la mira con la cara de al final de Can We Dance.

-ES BRAD. -grita histérica una chica morena.

-¿QUIEN ES ESA CHICA?-dice otra que está al lado.

-NO SE PERO HAZ FOTOS.

Brad coge los platos de comida.

-Corre hacia la habitación. Antes de que... CORRE.

Un grupo de diez chica corre histérica detrás de ello. Brad e Inés se meten en la habitación. El chico se sienta en la cama y empieza a comer.

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo?

-Shhh habla más flojo. Estarán pegadas a la puerta escuchando. Ven aquí.

Inés se sienta con él.

-Ahora habrá rumores... Empiezo a entender por qué a Beth no le gusta ser famosa.

Brad le da un beso en el hombro. Es un beso de disculpa.

Se mete un dulce en la boca.

-El problema será salir de aquí.

-Tengo una idea.

Inés se termina las tortitas.

Se levanta y saca unas planchas finas de su bolso.

-¿Llevas unas planchas en el bolso?

-Claro, hay que ir preparada.

-Creo que se que tramas y no me gusta.

Inés le hace las planchas a Brad, le cuesta parar de reír.

-¿Y la ropa?

-Te pones mi chaqueta. A mi me queda un poco ancha, así que a ti te tiene que quedar bien. Quédate quieto que te voy a peinar.

Inés sonríe orgullosa.

-Toma, mis gafas de sol.

-Estoy divina.- dice Brad poniendo voz de tía pija y moviendo la mano derecha. Inés sonríe. -¿Y tú cómo vas a salir? Te han visto conmigo.

Inés lo mira. Parece muy preocupado.

-Sal para que te vean. Que crean que se han equivocado. Despístalas. No hace falta que salga.

-Podrías salir tú, reconocerán mi voz.

-Te he planchado el pelo. Vas tú. Pon voz de tía. Muy aguda no.

-Y si no sale...

-Brad, tranquilo, sólo tienes que despistarlas.

Brad le besa con suavidad.

Abre la puerta. Las fans chillan, pero cuando ven a la mujer (Brad) sus caras son de confusión.

-Creo que nos hemos equivocado...-comenta una con un collar verde.

Cuando todas se van Brad se mete en la habitación. Se quita las gafas y se pone cómodo.

Inés lo mira. No puede parar de reír.

-Anda dúchate para que se te quite ese pelo liso. -dice con las lágrimas saltadas de la risa.

-¿Te vienes?- le pregunta Brad. Es un tono de medio broma.

-Paso.

-Soy una chica. Bueno, puedo esconderme el rabo. Más o menos.

-Paso. Que tu me pones contra la pared.

-Soy muy dulce.

-No te lo crees ni tu.

-Cierto.

Brad se da una ducha rápida. Sale con sólo la toalla. Inés lo mira. Esa toalla está muy baja. Brad se tumba al lado de ella.

-Vístete.

-Estoy cómodo.

Inés suspira. Se tumba de lado. Le da la espalda.

-¿Cuanto tiempo tenemos que estar encerrados?

-Más o menos hasta la hora de comer, bueno eso tú.

-¿Te gusta ser famoso?

-Sí, aunque tenga sus cosas malas. No sabes lo bien que sienta hacer feliz a la gente haciendo lo que te gusta.

Inés se sorprende al escuchar esas palabras salir de la boca de Brad. Se esperaba algo tipo: Las tías buenas compensan. Inés se queda en sus pensamientos. Sale cuando nota a Brad acurrucado junto a ella. Nota su pelo mojado haciéndole cosquillas en la oreja. Le da un beso en el hombro. Inés cierra los ojos.

-No los cierres.

-¿Por qué?

-Porque son jodidamente preciosos. Ehhh... Y porque para algo bonito que tie... -se calla. Suspira.

-Estas nervioso.

-N-no...

-Brad, si lo estás.

El chico suspira.

-No se que mierda me has hecho. -dice pegando sus labios al cuello de Inés. Por el tono de voz la chica sabe que Brad sonríe. Se gira bruscamente.

-No te he hecho nada, sólo no dejo que hagas conmigo lo que te de la gana.

Brad le besa la frente. Le abraza. No quiere que ese momento acabe. Tener a Inés entre sus brazos se siente genial.

-¿Por qué estás así conmigo?

-Así cómo.

-Tan... Cariñoso.

-Porque me has regalado el mejor regalo de Navidad de mi vida. -miente.

Brad clava la mirada en los labios de Inés. La chica se da cuenta. Sonríe.

-¿Y esa sonrisa?

-Tu cara es graciosa. Tienes una mirada salvaje.

-Igual que el corazón.

Brad empieza a cantar Wild Heart. Una versión muy tranquila. Es casi un susurro. Todavía sigue abrazado a Inés. Todavía ella sigue mirándolo.

-Entonces... ¿Necesito un corazón salvaje?

-Sí, y yo tengo uno.

-Estúpido.

-Muy estúpido. -Brad le besa.

Inés deja que la lengua de Brad pase. Besa muy bien. Salvajemente dulce. Inés no entiende como puede ser eso.

Sin amor a la fama (The Vamps)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora