CAPÍTULO 80.

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Inés y Brad están en el avión.

-¿A dónde vamos?

-Pronto lo verás. -dice Brad sonriendo.

-Dímelo ya. -dice enfadada.

Brad le braza y le da un beso en la mejilla.

-¿No te fías de mi?

Inés está apunto de decirle que no, pero sería mentira y enfadaría a Brad.

Brad le abrocha el cinturón y luego se lo abrocha él cuando lo indican. Están aterrizando.

Inés no se lo puede creer. No se lo creía en el autobús ni ahora.

Brad la mira. La cara de Inés es una mezcla de desconcierto y felicidad.

-Dios, estamos en París. En Disney. Joder, y este es el hotel más caro. ¡Ahí está el parque!

Inés se pega al cristal con la ilusión de una niña de 5 años, tanta es la ilusión que se da en la frente con el cristal.

Brad sonríe y se tumba en la cama.

-Vamos a estar una semana. De lunes a domingo. El jueves visitamos París.

-Wow. Nos va a dar tiempo ver el parque a fondo dos veces.

-¿El? Son dos. El que ves desde aquí es el más grande. El otro es así como de cine y eso.

Inés grita de la emoción.

Mira la maleta. Estaría bien colgar la ropa en el armario, así de paso ve la ropa.

Pantalones cortos, pantalones largos, camisetas de mangas cortas, vestidos y faldas. Los cuenta. Son 6 conjuntos y alguna que otra camiseta por si pasa algo.

-El de París lo tengo yo. No te lo voy a enseñar. Es sorpresa.

-¿Por qué lo tienes tú?

-Porque te lo he comprado.

-Temo por tu nariz.

Brad mira para otro lado molesto. Hay pocas cosas que lo molestan de verdad, pero lo de su nariz es una de ellas.

Inés lo abraza por la espalda.

-Te quiero Brad. Perdona, no lo decía con mala intención.

Brad se gira y la besa.

-¿Vamos a desayunar? Hoy ya nos viene incluido.

Ese hotel hace sentirse a Inés una princesa. Aunque para su gusto hay demasiado rosa.

Van los dos de la mano.

El desayuno es libre, te ponen comida y coges lo que quieras.

Brad se coge un montón de comida. Inés 5 galletas con pepitas de chocolate y un vaso de leche fría. Brad un café.

Se sientan en la mesa.

-Deberías comer algo más. Las atracciones te roban toda la energía y más con lo ilusionada que estás.

-Me tomo un café y listo.

-Con lo nerviosa-ilusionada que estas por estar aquí no voy a dejar que tomes café. No tengo ganas de que estés hiperactiva. -le coge la mano y le sonríe.

Inés estaba a punto de gritarle y se le había pasado por la cabeza tirarle el vaso de leche a la cara, pero de alguna forma Brad con tocarle y sonreírle le ha calmado. Tan fácil como si le hubiese dado a un botón.

Terminan de desayunar y salen del hotel.

Dentro del parque Inés grita cuando pone el primer pie en el suelo.

Sin amor a la fama (The Vamps)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora