CAPITULO 54. "¿Te puedo besar?"

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Inés no sabe que ponerse. Brad no le quiere decir a dónde van. Dice que de fiesta, pero al saber que entiende este por fiesta. Lo mismo la lleva a Sierra Nevada a esquiar. Se sienta en el suelo y observa el armario.

La puerta se abre. Es Brad.

-Salimos en 15 minutos. -se apoya en la puerta para cerrarla. Lleva una camiseta de Levis azul de mangas y unos pitillos negros. En los pies unas Vans a juego con la camiseta.

-No se que mierda ponerme. ¿A dónde vamos a ir?

-Sorpresa.

Brad mira la ropa del armario. Coge unos pitillos vaqueros y una suéter azul oscuro de lana. Mira los zapatos. Coge unas Converse bajas blancas. Le da la ropa y sale del cuarto.

Inés se la pone. Definitivamente Brad sabe vestir a una chica. El conjunto le sienta de miedo. Inés abre la puerta. Brad pasa, cierra y la mira.

-¿Vas a ir con esos pelos de loca?

Inés se mira al espejo.

-Hostia.

Brad coge el peine y empieza a cepillarle el pelo. Le encanta ese pelo negro, además resalta sus ojos verdes.

-Se me había olvidado peinarme.

-Venga, vamos que llegamos tarde.

Se sientan en los asientos del cine. Van a ver Lobezno Inmortal.

Inés no para de decir lo bueno que esta Hugh. A la mitad de la película Brad se cansa. Siente un poco de celos. Le besa.

-Cállate que no le entero. -gruñe cuando se separa.

-Perdona.

Inés apoya la cabeza en el hombro de Brad. Este la mira. Siente mariposas en el estómago. Se pone tenso.

-¿Molesto? -le susurra Inés.

Brad la mira directamente a los ojos.

-Deja de decir gilipolleces. -sonríe.

¿Cómo puede decir algo tan borde y que cuando sonría parezca lo más dulce del mundo? Inés no lo sabe.

Cuando termina la película Brad la lleva a los recreativos.

-¿Qué peluche quieres?

Inés mira los muñecos.

-Humm... El delfín.

-Igual que el teto pero sin fin. -murmura Brad. Es un pensamiento en voz alta.

Lo coge al primer intento. Se agacha para coger el peluche y se lo da a Inés.

-Qué suerte tienes.

-No es suerte, soy jodidamente bueno. Además he practicado mucho. Ven, te voy a ayudar a coger uno.

Inés coge lo que controla a la pinza. Brad se pone detrás suya y pone su mano encima de la de ella.

-¿Cuál quieres?-pregunta.

Inés puede sentir su aliento con olor a menta. Está muy cerca y se siente muy bien. Preocupantemente bien.

-Ehhh... El perro. Se parece a Jesse.

-No ese no, me recuerda a él y me da el sentimiento.

Inés sonríe.

-Entonces... El pingüino.

-Vale. ¿Cuál de ellos quieres coger?

Inés señala en el cristal.

-Ese va a ser más difícil, el kanguro está un poco encima. Mira el de allí. ¿Ves que no tiene nada encima?

Sin amor a la fama (The Vamps)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora