Capítulo 91. Time of your life.

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A la mañana siguiente Beth se despierta sobre las 11:30. No ha pegado ojo en casi toda la noche. Baja de la cama y empieza. Vestirse: unos shorts negros y una camiseta roja de tirantes, en los pies unas sandalias romanas con pinchos dorados.

No desayuna. No tiene hambre.

Sale de casa dirección a la casa de The Vamps...

Connor abre la puerta, está recién levantado. Su expresión es dura.

-Connor, yo...

-No quiero volver a verte. Estoy harto de lo que haces conmigo. No soy tu juguete. I hope you had the time of your life. No eres la única que se sabe frases de canciones de Green Day.

Beth siente como las lágrimas empiezan a caer. Connor la mira con frialdad y eso le sienta aún peor.

El chico cierra la puerta.

Connor le cuenta a Brad la experiencia de ayer por la noche y esta mañana.

-Joder...

-Creo que me voy a ir de la casa. No quiero verla y vosotros sois sus amigos. Ella va a venir aquí y no siempre podré huir.

-¿Y a dónde irás?

-No lo se. Buscaré algo por aquí cerca.

-Menuda gilipollez. Beth no suele venir y si lo haces pasas de ella. Además, no creo que ahora venga más que antes.

-Tienes razón. Y tú con Inés...

-Mal. No me habla. Me ignora. Tengo miedo a que quiera cortar conmigo.

-Lucha por ella.

Brad abre la puerta del cuarto de Inés. La chica está tumbada en la cama con los auriculares puestos. Parece triste.

No dice nada, se limita a mirarlo.

Brad se sienta en la cama. Inés se quita los auriculares.

-Te quiero. Perdóname. Soy un bruto. Es que...

Inés lo abraza.

-Cariño, perdóname tú a mi.

-Tenía miedo de que cortases conmigo.

-No pienso hacer eso, te amo.

Beth pasea por el centro de la ciudad. Concretamente Calle Larios.

Va sola, no le apetece compañía, sólo quiere despejarse.

Observa a las personas que trabajan en esa calle. Cinco hacen de "estatuas" que se mueven si le das una moneda. También hay algunos músicos de calle.

Uno de ellos le sorprende. Tiene una voz ronca, pero suena muy bien. Toca la guitarra. Es una Fender acústica.

El chico lleva un sombrero negro.

Cuando levanta la cabeza a Beth casi le da un paro cardíaco.

-AARON. -grita señalándole.

El chico sonríe.

Beth se acerca más a él.

-¿Qué haces aquí?

-Me he cansado de vivir allí.

-Pero... estabas con Derek.

-Sí, pero sentía que sobraba. Su relación va muy bien.

-¿No tienes trabajo?

-Este es mi trabajo, de momento.

-Dime que no duermes en un banco.

Aaron suelta una carcajada.

-Comparto piso. Es de alquiler. Tranquila, vengo con el dinero que ahorré trabajando en Canadá. Esto es temporal para ganarme algo y distraerme... ¿Ocurre algo?

Beth le abraza.

Aaron siempre está en sus peores momentos. Siempre. Es su ángel.

-Vamos a cantar unos temitas para alegrarte. Bueno, tú cantas y yo guitarra y coros.

Aaron se levanta del suelo. Beth se pone junto a él.

-Quiero Time Of Your Life.

Aaron arquea una ceja. Conoce lo suficiente a Beth para saber que es masoquista musical, es decir, cuando está mal se pone canciones triste, aunque según ella están relacionadas con lo que le pasa y eso hace que sienta que no está sola y que hay más gente que ha pasado por lo de ella.

Empieza a tocar y Beth a cantar.

No tarda mucho en formarse un corrillo de gente al rededor de ellos echando monedas a la cajita de Aaron.

El chico no puede apartar la vista de Beth. A mejorado mucho desde la última vez que la vio.

La gente les piden más canciones y cuando quieren darse cuenta son las cuatro de la tarde. Aún no han almorzado.

Aaron la lleva a su piso. Está a unos 20 minutos e autobús.

No es ni muy grande ni muy pequeño. Tiene dos dormitorios, una amplia cocina, un baño y un balcón con vistas al mar, aunque al estar lejos el olor a mar no llega, pero se ve la franja azul y los pañuelitos que hacen las olas.

El compañero de piso de Aaron resulta ser una chica.

-Hola, soy Laura.

-Hola, yo soy Beth. Encantada.

Laura es una chica muy mona. Tiene una cara aniñada con unos grandes ojos ámbar. Es muy mona.

-Aaron, yo me voy ya. No te olvides de preparar la cena.

Se despide con la mano y se va.

Beth se sienta en el sofá.

-Así que... compañera, ¿no?

-Ajá.

-¿Cuántos años tiene? ¿15?

-20.

-No jodas, si es adorable.

Aaron sonríe.

-Yo que tú no se lo diría o se transformará en un demonio.

Beth coge un paquete de tabaco que hay en la mesa.

-Wow, este es fuerte. ¿Desde cuando fumas?

-Es de Laura. Me dio a probar el primer día y casi me muero. -dice con una sonrisa.

-¿Hay algo entre vosotros?

-No, Laura tiene novio y yo ahora quiero estar sin ataduras, por cierto. Su novio viene hoy a cenar, me harías un gran favor si te quedases.

-Sospecho que con eso quieres decir que no tengo opción.

-Exacto. Ahora cuéntame. ¿Qué ha pasado?

Beth le cuenta lo ocurrido mientras Aaron cocina huevo frito con patatas.

-La verdad es que tiene razón, pero no sólo tú tienes la culpa. Él sabiéndolo se acercaba a ti. Mira, no merece la pena pasarlo mal, si estáis destinados a estar juntos ya veras como las cosas se arreglarán cuando llegue el momento. Ah y con juntos no me refiero de parejita feliz, también vale de amigos.

Aaron le limpia las lágrimas y le besa la frente.

-No llores, llevo mucho tiempo sin verte y lo último que quiero es que llores.

Sin amor a la fama (The Vamps)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora