XXXVI (2/?) *Maratón*

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Narrador omnisciente.

Todos estaban reunidos en el gran comedor para ver quiénes iban a participar en el torneo de los tres magos. La gente ya tenía claro quién iba a ser el ganador de Durmstrang, Dylan Krum. Esa familia tenía un tipo de "suerte" para eso, casi siempre quedaban de ganadores.
Rose, Scorpius, Fred, Zoe, Albus, Los gemelos Scamander, Lily, Lucy y Roxanne estaban sentados todos ubicados en una esquina de toda la habitación. Ya que todos ellos tenían entre 14, 15 y 16 años, era obvio que a nadie lo iban a elegir.
James y _____ no habían aparecido en todo el día. Nadie los había visto e incluso cuando Rose y Scorpius los buscaron en el lugar en el que Fred y ella los habían dejado, nadie encontró nada.
No les prestaron atención. La última vez que no aparecieron los dos estaban en Londres disfrutando de sus vidas.
Pero no le prestaron atención a las cosas más importantes. Como cuando encontraron las gafas de James tiradas en el césped y el brazalete especial de _____ a su lado.


La rubia se despertó alarmada ya que había estado inconsciente a cerca de dos horas. Sentís un dolor punzante en su antebrazo derecho pero no podía ver que lo estaba causando.
Trató de levantarse de la silla en la cual estaba sentada pero algo lo impidió. Tenía las manos atadas. Forcejeo para aflojar un poco la cuerda la cual lastimaba un poco sus manos, pero su fuerza no era la suficiente para lograrlo.
De pronto un pensamiento la ataco de golpe.
«James...» _____ empezó a mirar para todos lados buscando alguna señal de su mejor amigo o algo así. Solo se veía algo parecido a un túnel. Un túnel. Era el túnel con el que ella había soñado... En el cual había resultado herida sin razón alguna. Pero estaba en algo así como la mitad del túnel. Esa parte tenía una forma circular, y a su derecha e izquierda, empezaban dos caminos. Esta parecía ser la única parte en la cual había luz ya que por todo lado que ella mirara había una oscuridad aterradora. Llena de miedo decidió mover sus manos más fuertemente al igual que sus pies para ver si lograba aflojar al menos un poco la cuerda. Unos cinco minutos después se rindió. Soltó un gruñido de frustración y volvió a mirar a su al rededor.
—¿James? — dijo la rubia con un hilo de voz. Estaba aterrada. Odiaba ese túnel desde el primer día en el que lo había visto en sus sueños. —¿James? — nada aún, solo un silencio infernal — ¡James! — soltó en medio de un sollozo. Estaba llorando de frustración. — ¡JAMES!
Escucho pasos a lo lejos del túnel.
Empezó a moverse frenéticamente tratando de que su fuerza no le falle ahora pero es un intento fallido.
—¿Qué tal, _____? — esa voz. La misma voz de su sueño. «No, no pude ser ella» piensa ____ pero cuando trata de convencerse a ella misma de que no lo es, ve a una figura femenina salir de entre las sombras del túnel de su izquierda.

¡James! ¡Has roto la maldicion Potter! (Actualizaciones lentas)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora