Catorce

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-No vuelvas a hacerlo.-dije seca.-

-No voy a volver a hacerlo, es que, soy muy temperamental.

-Ya me di cuenta.-dije cortante. Miro mi herida que en menos de 5 minutos, la venda ya estaba empapada de sangre.-

-Lo siento tanto Nina, no volveré a tocarte lo juro.-dijo acariciando mi cabello y beso mi frente.-

-Claro, seguro.-

Horas después, me encontraba en la cocina, tomando un expresso que había hecho con mis propias manos. Constantemente volvía el recuerdo de anoche, y el de hace un rato.

Que clase de monstruo era?

Porque hizo semejante cosa?

Luego recordé el retrato que estaba en esa habitación llena de cajas, o como el le llama, la HABITACIÓN PROHIBIDA. Los ojos de sus padres, eran los mismos que tenia ahora. Me entraba curiosidad saber toda su historia, y como fue naciendo este Dylan oscuro y salvaje.

Una parte de mi, decía que tenia que idear un plan, pero otra parte gritaba acerca de que me mataría si es que me descubría hurgando sus cosas personales. Agarre un papel y una lapicera y comencé a escribir.

PLAN N° 1 : Conociendo a Dylan.

-Conseguir la llave de la "HABITACIÓN PROHIBIDA"

-DISTRAER A DYLAN.

-ENCONTRAR RESPUESTAS...

-Oye, ire al centro comercial.-oi que se acercaba. Guarde el papel en mi bolsillo y actue lo mas natural posible.- Quieres ir?.-

-Seguro.-dije seca. Agarro las llaves de un auto y fuimos rumbo al centro comercial.-

Mucha gente ha estado clavandonos la mirada, como si Dylan fuera alguien conocido en una ciudad tan grande como Nueva York. Tome el brazo de Dylan, y este se detuvo.

-Que sucede?.-dijo observándome con esos ojos miel que me derretían aun mas.-

-Porque la gente nos mira extraño?.- su expresion seria se convirtio en una sonrisa calida y algo divertida.-

-Son idiotas que les encanta husmear en la vida privada de los demas. No te preocupes, no te haran daño. No si estoy aqui.-beso mi frente y seguimos caminando.

Compramos la ropa mas cara, perfumes mas exquisitos y bolsos de marca que sinceramemte habia quedado encantada con ellos.

Estabamos rumbo a uno de los restaurantes mas costosos de Nueva York, pero mire mi atuendo, que era algo provocador y vulgar, no puedo entrar a un lugar asi.

-Espera.-tome su mano.- No puedo entrar asi.

-De que hablas?.-fruncio el ceño.-

-Parezco una prostituta.- susurre.-

-Oh vamos, no estas tan mal. Anda o no querras que te lleve por la fuerza.- su cicatriz y sus ojos brillosos comenzaron a surgir.-

-Esta bien vamos.- dije tomando su mano, que era calida y suave.

El lugar estaba lleno de personas con vestidos y trajes que habrian costado millones de dolares. Llevaban collares de perlas, de plata y de oro. Sus peinados eran muy extravagantes y se notaba la.sofisticacion en su forma de hablar.

Nos sentamos a un costado, lejos de la gente, bien para mi.

-Que quieres comer?.- dijo mientras miraba un libro grande que al parecer se le llamaba "Menu".-

-Quiero de esas hamburguesas que me has llevado ayer.- el rio y yo tambien rei sin entender cual era el chiste.-

-Nina, esa hamburguesa es de Macdonald's, no sirven ese tipo de comida aqui.

-Entonces que sirven aqui?

-Tienes desde comida china, hasta comida argentina.

-Argentina?.-pregunte asombrada.-

-Si, tienes asado, milanesas, empanadas, y muchas cosas mas.

-Ya pensaron que van a ordenar?.-dijo un hombre con un acento frances y una pequeña libretilla en su mano.-

-Pedire un plato de gnoquis con bolognesa. Tu que pediras?.- se dirigio hacia mi.-

-Lo mismo.- sonrei.-

-Quieren acompañarlo con algo?

-Un vino tinto estaria bien, gracias.- el mozo se fue y Dylan sonrio al verme.-

-Sucede algo?.-frunci el ceño.-

-Eres hermosa, eso es todo.- dijo con dulzura. Note mis mejillas arder y tome un sorbo de agua que el mozo nos sirvio.

Podia sentir la mirada de mucha gente en mi, miraba mi atuendo, y todo mi presencia. Dylan al instante se dio cuenta y miro a la gente que me acosaba y no tardo en aparecer el pequeño demonio que poseia su alma. La gente horrorizada, volteo y siguio con lo suyo.

-Gracias.- le dedique una sonrisa, el tan solo guiño el ojo.-

Luego de estar mucho tiempo afuera, ya era hora de volver a casa. Frunci el ceño al ver que las empleadas no estaban trabajando.

-Que paso con tus empleadas?.-le pregunte.-

-Les dije que se tomaran el dia libre.

-Y les pagas?

-Porque no lo haria?.- estaba por responder hasta que su telefono comenzo a sonar. Me dirigi hacia mi habitacion y saque el papel donde tenia escrito todo mi plan. Era ahora o nunca, sacarle la llave...

Pero donde la escondera?

El Dia Que Me Quieras - Novela de Dylan O'BrienWhere stories live. Discover now