Capítulo uno; i'll be good

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La tristeza en los ojos del anciano era evidente, al igual que la angustia en el rostro de Carl.

Apreté el volante entre mis manos, y luego de darle una última mirada a través del espejo retrovisor a la granja que nos brindó seguridad durante algunas semanas volví mi vista al frente, centrándome en el oscuro camino frente a nosotros.

Varios pensamientos recorrían mi mente provocando un ardor que subía desde mi estómago a mi garganta, como pidiéndome soltar toda la frustración que sentía, sin embargo de mis labios no escapaban palabras que demostraran aquello.

El cielo poco a poco iba siendo iluminado por la vaga luz del sol que comenzaba a elevarse, lo que me facilitó enormemente el encontrar la carretera. Y, cuando detuve el vehículo a un lado de las provisiones que dejamos para Sophia —con la esperanza de que las hallara a ellas y a nosotros— los tres bajamos del vehículo observando con curiosidad nuestro entorno.

—¿Dónde está mamá? Dijiste que estaría aquí —Carl comenzó a protestar parándose erguido frente a mí—, debemos volver —Lo nombré con la intención de calmarlo, sin embargo él habló nuevamente interrumpiéndome—; no papá, ¿Que estás haciendo? ¡Es mamá!¡debemos ir a por ella!

—Oye, debes guardar la calma —le pedí agachándome a su altura, pero él en un infantil gesto se alejó de mí aumentando mi frustración. Aún así hice el amago de seguirlo siendo interrumpido por Hershel.

—Manten al chico seguro, yo esperaré a mis hijas y los otros, pero debes hallar un lugar seguro para él. —Fruncí el ceño ante sus palabras y desvié mi mirada de sus ojos.

Ya no estoy seguro de si existe el término "seguridad".

Hershel volvió a hablar con suma tranquilidad pidiéndome aquello, sin embargo me negaba a hacerlo, por lo que terminé concluyendo con frustración:

—Nos mantendremos juntos.

Los minutos continuaron transcurriendo con lentitud y no percibíamos ninguna señal del grupo.

—No sé cuanto tiempo podremos continuar aquí —comentó el anciano observando al tambaleante caminante alejarse esquivando con dificultad los vehículos.

—No me iré sin mamá. —Pasé saliva y volví mi vista a Hershel tras las palabras de Carl. Su mirada lo expresaba todo y comenzaba a creer que tenía razón.

—Carl —comencé a hablarle agachándome a su altura—, aquí no es seguro. Lo siento.

Sin embargo antes de que pudiera continuar el sonido de un motor bastante conocido para mí resonó en mis oídos.

Desvié mi mirada y me levanté, observando como la moto de Daryl se acercaba con él y Carol sobre ella; y cómo segundos después dos vehículos más se acercaban, para, de ésta manera, sin siquiera tener suficiente tiempo para coger aire, ver a Lori descender de una vieja camioneta, aflojando aquel molesto nudo que apretaba mí garganta.

Me arrodillé con una sonrisa frente a ella depositando un beso sobre su cabello. La satisfacción me había inundado y la tranquilidad había vuelto a mí.

Observé a todos los presentes levantándome, pero antes de poder decir algo la voz de Daryl llamó mi atención.

—¿Esto no es de Sophia? —interrogó, cogiendo aquella pequeña muñeca de trapo que la niña siempre llevaba consigo.

Habían pasado semanas, sin embargo era un hecho, y tal como siempre dicen; "la esperanza es lo último que se pierde" y al parecer con Carol no era la excepción.

La observé sintiendo un molesto ardor en mi pecho, pues la sensación de culpabilidad aún me invadía junto a los recuerdos de la pequeña. Me llevé las manos al rostro y desvié mi mirada hacia Carl, no obstante su mirada estaba perdida en algún lugar a la distancia que instintivamente seguí, topándome con algo que me quitó el aire durante un instante.

—¿Conocen a Sophia? —tartamudeó la joven bajando la mirada.

Pasé saliva y apreté la mano de Lori cuando la sentí sobre la mía. Volví mi vista a Carol, quien era claramente la más interesada en las palabras de la castaña a unos metros.

—Es mí hija —se apresuró a decir, aunque a pesar de la rapidez con que pronunció aquellas palabras su voz iba cargada de angustia y cierto terror.

Sin embargo, por su parte la mujer sonrió y elevó su mirada para susurrar algunas palabras. Luego de aquello de su espalda bajó aquella pequeña niña que durante tanto tiempo buscamos.

Separé los labios con sorpresa y respiré hondo sintiendo la satisfacción abordar, una vez más, mi cuerpo.

—Los hemos estado buscando —anuncia la castaña elevando nuevamente su mirada.

No digo nada, pues si bien en otra situación lo hubiera hecho sin dudar sabía que era un momento especial, un momento en que las protagonista simplemente debían ser Carol y su pequeña hija, quienes con la alegría a flor de piel se abrazaban derramando lágrimas.

Sonreí, sin embargo luego de recorrer el lugar con la mirada solté con delicadeza la mano de Lori al ver como Carl jalaba del brazo a la mujer, y cuando ésta se giró a observarlo caminé hacia ellos.

—Puedes quedarte si así lo quieres —hablé ganándome su atención—; cuidaste y mantuviste a salvo a Sophia, no cualquiera lo haría.

—Quédate. —Sophia habló llamando mi atención y la de todos los presentes.

La castaña volvió su mirada a mí y asintió con una sonrisa.

—Sí —soltó—; quiero quedarme

Le devolví el gesto y volví mi vista a Carl a quien luego de apretarle el hombro acerqué hacia mí. Después de todo era un nuevo día; un nuevo comienzo, y quizás hoy no sería tan malo.

—Soy Rick —aclaré observándola una vez más. Cuando sus ojos chocaron con los míos elevé mis cejas—, y él Carl.

—Summer —contestó sin quitar su sonrisa extendiendo su mano hacia mí.

Reí para mis adentros, y estreché su mano un saludo bastante irónico e innecesario si es que tomamos en cuenta que estamos en pleno apocalipsis.

Colors » Rick Grimes [Terminada]Where stories live. Discover now