You Lost - Jikook *2° Parte I Won*

Prólogo.

//Narra Jimin//

-Jimin, ¿podrías dejar de mirarme? Me hace reír tu cara de gilipollas y estoy trabajando. -dijo Jungkook sin apartar la mirada del objetivo de la cámara que tenía delante, en manos de Joy.

-Sí, anda, salte fuera, date una vuelta, cómprate un café, lo que quieras, pero desaparece, por favor -Joy, tan amable como siempre, nadie diría que somos mejores amigos.

Eso podría ser un resumen de mi vida estos dos últimos años, pero no todo ha sido un odio irrespetuoso hacia mi persona por parte de estas dos personas ingratas que no valoran lo que es tenerme cerca un segundo. ¿Lo mejor que nos podría haber pasado? Jungkook se ha convertido en un famoso modelo aquí en corea, lo que quiere decir que tenemos dinero. Dejó las clases para dedicar todo su tiempo al modelaje y conseguir así la fama que le persigue ahora, empezando solo con sesiones con Joy, en diversos lugares y apareciendo en revistas con poca repercusión, hasta llegar a famosos fotógrafos, famosas revistas y firmar contratos con marcas. No entró en ninguna empresa por miedo a perder toda su vida y tiempo libre, lo cual agradezco mucho, pero por desgracia, yo, el gilipollas que les molesta mientras trabajan, soy el representante de Jungkook. Organizo todas sus sesiones, reuniones, trabajos, etc, mientras llevo sus redes sociales y le quito todo el trabajo posible. No me importaría que él llevara las redes sociales, no trato de controlarle, pero este año ha decidido terminar el año que le queda de clases para poder entrar en una universidad y terminar con un trabajo que pueda mantenernos después de perder todo su encanto cuando envejezca. Sinceramente, Jungkook va a ser guapo y atractivo hasta que se muera, a la gente de corea y de todo el mundo le gustará incluso muerto, no sé por qué perderá el tiempo estudiando, pero mientras traiga dinero a casa, yo no me pienso quejar. Además, nunca antes lo había visto querer estudiar de esta manera y la verdad es que me pone feliz, porque él está feliz, al final ha conseguido todo lo que quería y todo le va de maravilla.

Con el dinero que conseguimos, el año pasado nos mudamos de casa, ahora vivimos en una de las mejores casas de corea y para complacer a Jungkook, tenemos un ventanal enorme en medio del salón, donde al principio, durante tres o cuatro semanas, la gente venía a pararse ahí, tras el jardín, a ver a Jungkook ver la tele o desayunar. Él estaba encantado, pero yo odiaba ver todos esos ojos y cámaras mientras me relajaba, bastante tenía con todos sus eventos. La casa era muy grande para los dos, Joy vivió con nosotros durante dos meses, pero se cansó de escucharnos, bueno, eso, acostarnos. Al principio estaba deseando todo el rato hacerle fotos a Jungkook, sin importar la situación, yo no estaba en contra, era Jungkook quien no quiso hacer un reportaje de fotos de nosotros dos, haciendo, bueno, eso. Pero Joy perdió su obsesionado interés por Jungkook cuando toda Corea sabía quién era Jeon Jungkook, fue como un golpe de realidad para ella. Jungkook no solo era su musa. Le dolió bastante ver como Jungkook firmaba contratos con otros fotógrafos, otras marcas, pero ahora está acostumbrada y agradece que gracias a él, tiene trabajo en una compañía que le da dinero diario, sin preocuparse de buscar modelos, ideas o lo que sea que hagan ellos.

Taehyung y Hoseok se fueron juntos a Jeju, Hoseok abrió un bar cerca de la playa y Taehyung siguió con sus estudios de medicina, se sacó el permiso de conducir y está estudiando otro idioma, que si no recuerdo mal es el francés. No hablo mucho con ellos, cuando decidimos cambiar de casa ellos decidieron también cambiar de aires, conocer gente nueva y alejarse un poco de esta ciudad que tanto sufrimiento nos hizo pasar, en varias etapas de nuestra vida.

-¡Jimin! Ah coño que estás aquí sentado -me gritó Joy desde la puerta del estudio, estando yo sentado en el pasillo justo al lado de la dicha puerta.- Ya hemos terminado. A recoger.

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El guardaespaldas de Jungkook, Bangchan, que también nos hacía de chófer, dejó a Joy en su piso y luego a nosotros en casa. Él dormía en la sala de invitados que teníamos en el sótano. La elegimos lejos de nuestra habitación, en la segunda planta, para que no se perturbara demasiado. Al fin y al cabo, somos una pareja que se quiere demasiado.

Antes de recorrer el camino del jardín a casa, que Jungkook recorrió rápido para preparar la cena rápido e irse a dormir, recogí las cartas del buzón, facturas, publicidad, ofertas de trabajo... Llegué a la casa, el guardaespaldas ya se había marchado a su habitación y Jungkook miraba la nevera sin saber qué preparar.

-¿Te apetece un sandwich?

-Eso mismo, mi amor, lo que sea para que puedas irte a descansar -dije mientras separaba las cartas.

-Pues hazlo tú, yo no voy a cenar -dijo mientras cerraba desganado la nevera.

-Anda, ya hago yo los dos.

-¿Qué estabas haciendo? Relevo. A ver estas cartas...

Jungkook abrió las cartas una a una, apenas sin leerlas las fue apartando, no llevaba las cuentas ni ningún tipo de papeleo, así que supongo que solo me quitó el trabajo de tener que abrirlas. Hubo una que sí que leyó.

-"Para ambos." No, otra vez esas locas que nos quieren ver juntos en las fotos. A ver qué dicen ahora. "¿Me echas de menos? Quizás ya no te acuerdes de mí. Pero yo me acuerdo de ti, también de tus manos y de todo lo que hiciste. ¿Por qué ya no estás? Siempre me lo he preguntado. Me rompiste. Pero, ¿sabes qué? Ahora vengo a romperte a tí. En todos los pedazos que podáis recoger, el uno del otro."

Dejé de preparar la comida y le quité la carta de las manos a Jungkook, quería saber si reconocía la letra, pero estaba escrita a ordenador. Jungkook se reía.

-Jimin, no te asustes. Esto es lo que pasa si te haces famoso. La gente se vuelve loca, escriben cosas raras, incluso te hacen llamadas extrañas, se quieren casar todos contigo y tu vida se vuelve pública. No te asustes. Será una niña que está enamorada de alguno y le hemos roto el corazón, se le pasará. Si no, mañana se lo decimos a Bangchan si te quedas más tranquilo.

-¿Tu estás bien?

-Claro que estoy bien, Jimin, es mi día a día. Tranquilo. Anda, vamos que te ayudo a terminar la cena.