Después de estar un rato en silencio donde solo se escuchaba mis sollozos, volvió a preguntar qué me sucedía
Pasó sus dedos por mi mejilla limpiando los rastros de mis lágrimas.

Me separé un poco de él y le entregué la carta, el la cogió y me miró. La empezó a leer, mientras lo hacía podía ver en su rostro el enojo, estaba enfurecido. Cuando terminó de leer me dedicó una de esas miradas de “lo siento” y volvió a refugiarme en sus brazos, estaba segura de que se sentía avergonzado del conportamiento de su hermana, solo me hundí de nuevo en sus brazos a la vez que olía su perfume. Me calmaba de alguna manera.

- Es una tonta .– Lo oí susurrar con enojo. - Me va a escuchar cuando regrese.

- No. – Susurré. – Si ella lo quiere así, así será. – Dije mirándolo, de nuevo el quitó las lágrimas.
- No mereces que ella te haga esto...

- Ella no merece que me interponga en su camino. – Me separé un poco, pero aun así el me abrazaba.

- La lealtad es primero. – Dijo mirando hacia la nada. Aún estaba molesto.

- Justin, ella eligió esto, yo no puedo arruinar su felicidad. - Suspiré. Lo estaba aceptando mejor que Justin.

- ¿Y tú? ¿Tú te mereces esto? – Inquirió con indignación.

- No. – Susurré. - Pero no la voy a obligar. No quiero una amistad así.

- Sabes ______(tn), tienes el corazón más hermoso que he conocido. - Cambió su mirada a una tierna y llena de compasión.– Sabes el verdadero significado de la lealtad, la anistad, y no mereces esto. - De verdad las cosas tendrían que estar mal para que Justin sintiera compasión hacia mi. Reí internamente.

- Justin, a veces debemos pasar por cosas así para aprender que no todo es bueno... – Dije separándome y mirando un punto fijo de la calle. Estaba como ida.

- Aun así, no me agrada que te hagan daño. – El también miraba hacia la nada, cuando escuché esas palabras mi corazón saltó de alegría. Quedamos en silencio.

- Sabes Justin, quisiera saber qué hay de malo en mi. – Lo miré, pero no dijo nada. Cerré mis ojos por un momento cuando alzó su mano para acariciar mi mejilla, pero luego volví a insistir. - Dime Justin, dime por favor, necesito saber. – Suspiró.

- ¿De verdad quieres saber? – Preguntó y yo asentí con la cabeza. - Bueno _______(tn), como te lo digo... – Empezó.– Eres una chica diferente, a mí me encanta como eres – Sonreí. – Pero no todos piensan como yo, a veces puedes ser un poco presumida y te haces ver más que los demás, puedes llegar hasta dar miedo. No eres de las chicas que socializan sino que siempre estás sola en tu mundo, y tienes una boquita que hasta a mi me da ganas de lavártela con jabón para que no seas tan grosera. No eres femenina, no demuestras lo dulce que puedes llegar a ser con las personas que quieres, como lo eres con mi mamá o con Chris. Tampoco te vistes como una chica, no actúas como la mujer que eres. Tienes una mirada que yo creo que si las miradas mataran ya hubieras matado a toda la universidad. Eres orgullosa, antipática, un poco egoísta, no eres amable y hasta se puede pensar que no tienes corazón. – Terminó.

Solo pude quedar en silencio, lo último que había dicho me dolió. Quedé un rato en silencio, pensando. Tal vez si era todo lo que había dicho, y tal vez, solo tal vez, debería cambiar mi forma de ser. No para agradarles a todos lo de la universidad, sino por mi, porque menos no me podría importar la opinión de los demás.

No podía seguir allí sentada, entonces me levanté y Justin me siguió con la mirada.
- ________(tn) espera. ¿A dónde vas? Lo siento si te molestó... - Fue lo último que alcancé a escuchar.

Fall - Justin Bieber y Tu. [En edición]Where stories live. Discover now