Arrebol (HunHan)

XIX (PARTE II)

Luhan se levantó a recoger el chocolate caliente que Haru les había hecho. No sabía a lo que se refería cuando lo había catalogado una y otra vez como "especial", pensó que sería un chocolate caliente como otro cualquiera, pero ni bien lo tuvo cerca hasta el olor fue distinto. Percibió vainilla y chocolate intenso, también un toque de canela. Plus, le habían puesto malvaviscos y lucía delicioso.

Bebió unos cuantos sorbos con los ojos brillantes y su ánimo se recompuso como por arte de magia.

Luhan rio. -Te dije que era especial.

Cerró los ojos con una sonrisa y siguió degustando con ganas. Su interior se sentía caliente y dentro de su boca el dulzor y el amargor se mezclaban de forma increíble. 

-Sehunnie.- Continuó Luhan luego de un rato apacible. -¿Peleas seguido con tu papá?

-La mayoría de las veces es por dinero. Legalmente está obligado a pasarle parte de su sueldo mensual a mi madre para mantenernos ya que somos menores, pero la rata no cumple.

Luhan tomó un sorbo y asintió, pensativo. -Seguro esté siendo un idiota, pero estoy feliz de haberte encontrado ese día, a pesar de todo.

Sehun le devolvió la sonrisa. En su momento fue molesto enseñar un lado tan vergonzoso, pero ahora ya no importaba. Si era Luhan, podría entregarle cada pequeña parte de sí mismo, incluso si era desastrosa. 

-Dime cuándo quieras volver, haré que uno de los chóferes te lleve.

Se recostó sobre su hombro con un suspiro. -Me gusta estar aquí, todo huele a ti, hyung.

-¿A qué huelo?- Resopló.

-Sólo sé que cuando huelo esto, eres tú, y adoro tu aroma. Suave y tranquilo, tú me das toda la paz que necesito, Luhan.

No solía llamarlo por su nombre, pero este resbaló de sus labios de forma natural y pudo sentir cómo su cuerpo se tensaba debajo. Viéndolo de reojo, notó el sonrojo oculto detrás del vapor del chocolate caliente que sostenía frente a su rostro, y sonrió con deleite. Este hyung podía azorarse por las cosas más tontas, era adorable. De la nada, Luhan le arrebató la taza y la dejó en la mesa de luz junto a la suya; vio con intriga cómo se daba la vuelta para quedar cara a cara.

-Quiero...- Boqueó un par de veces y empuñó las manos con resolución, el rojo de su rostro tornándose más intenso. -Bésame.

Se sorprendió, pero enseguida se encogió con travesura. -No.

Contuvo las ganas de reír ante su rostro consternado. Nunca le había negado nada y seguro pensó que le daría lo que quisiera sin miramientos si simplemente se lo pedía. Y era cierto, pero esa expresión entre confusa y enfurruñada le gustaba demasiado y hacía latir rápido su corazón, tanto así que no podía resistir las ganas de molestarlo un poquito.

Se encogió con indiferencia. -Si lo quieres, ven y consíguelo.

-¿Eh?

-¿Por qué siempre tengo que ser yo quien toma la iniciativa? Por una vez quiero que lo hagas tú.

Luhan apretó los labios y lo miró con rencor, al parecer  ya se había dado cuenta de que estaba jugando con él, pero no podía replicarle porque tenía razón. Se le escapó una sonrisa.

-¿No puedes?

-¡Sí puedo!

-Entonces, vamos.

Hizo un pequeño gruñido y se inclinó lento hacia él, luego se retrajo. Posó las manos sobre sus hombros y se acercó inclinando el rostro en todas las direcciones, intentando discernir cómo proceder. Sehun no sabía cuál era el problema cuando hacían esto todo el tiempo, mas no pensaba detenerlo ni guiarlo, ansiaba ver qué haría después.