Arrebol (HunHan)

XIV

Justo como lo imaginó: gente por todos lados bailando al son de la música alta mientras sostenían vasos con bebidas coloridas en ellos. No llevaba ni cinco minutos allí y ya se le habían insinuado dos chicas y había visto vomitar a un tipo justo frente a él.

La preocupación dio paso al miedo. ¿En serio Luhan estaba en ese sitio repulsivo? Lo dudaba severamente, mas no estaría tranquilo hasta cerciorarse, así que continuó abriéndose paso entre el gentío como pudo, buscándolo por todos lados. Intentó pasar desapercibido, pero aun así muchos trataron de frenarlo para quién sabe qué, sólo los corría y seguía con lo suyo.

-¿Sehun?

Jongdae estaba allí con una mirada preocupada.

-Hyung.- Alzó la voz para hacerse oír por encima del ruido. -¿Dónde está Luhan?

-Dios, qué bueno que hayas venido.- Con un movimiento de cabeza indicó que lo siguiera.

Los latidos de su corazón se hicieron más fuertes. Luhan sí que estaba en aquel espantoso lugar al final. ¿Qué le había pasado? ¿Por qué Jongdae parecía tan inquieto? Si alguna de todas las locuras que había estado imaginando se cumplía, juraba nunca, jamás volver a perderlo de vista.

Ingresaron a duras penas al comedor de la casa y, para su alivio, no encontró nada tan terrible como había pensado, aunque sí bastante escandaloso. De hecho, debía admitir que en cierto punto era gracioso y desconcertante por igual ver a un Luhan histriónico bailando sobre la mesa, descoordinado por completo mientras una enorme masa de personas vitoreaba con ganas a su alrededor. A su pesar, quedó hipnotizado por un momento, honestamente se sentía como en un universo paralelo.

¿Qué demonios?

-¡Woh! ¡Vamos, Luhan! ¡Tú puedes, hombre!- Escuchó a Minseok alentarlo junto a todo el resto.

Jongdae se adelantó para golpearlo rudamente en la cabeza. -¡No se supone que lo alientes, idiota!

Minseok rio con ganas. -¡Esto es genial! ¿Quién se hubiera imaginado al tierno Luhan de esta forma?

-¡Te dejé a cargo para que lo vigiles y en su lugar dejas que sea alguna especie de estríper!- Atrajo a Sehun. -¡Pero ya está aquí nuestra salvación!

-¿Qué está pasando?- Los vio con el ceño fruncido después de apartar a duras penas la mirada de Luhan.

-¡Está borracho!- Volvió a reír Minseok.

-¿Hyung bebe alcohol?- Estaba cada vez más y más anonadado.

-Tampoco sabíamos.

-Sehun, ve y bájalo.- Jongdae insistió, todavía preocupado. -Está imposible, ahora ya sabemos que no debemos dejarlo beber nunca más.

Codeó a todos los que pudo para abrirse paso y llegar a la mesa donde el otro no dejaba de moverse.

-¡Hyung!- Le gritó, pero no le prestó atención. -¡Hyung!... Dios.- Logró cogerlo de su chaqueta para que se frenara. -¡Escúchame!

Luhan se tambaleó un poco y fijó con dificultad la mirada sobre él, entonces sonrió de forma brillante. -¡Sehunnie! ¡Oigan!- Habló a su público. -¡Llegó Sehunnie!

Todos festejaron y Sehun se encogió ante el estruendo. Lo tomó con más fuerza para que no se fuera.

-Bájate ya.

-Sehunnie está molesto, qué miedo.- Rio de forma tonta.

-Te sacaré a la fuerza, hyung.- Amenazó.

Luhan alzó ambas manos a modo de rendición. -Está bien, está bien... Gruñón.- Le dijo burlesco. Sehun lo soltó y él le sonrió maliciosamente. -¡Te mentí!- Comenzó a bailar otra vez ante el festejo de los demás.