XXIV (Parte 1)

16.6K 1.6K 445
                                    

—¿En serio no quieres que yo te acompañe?—propuso la mayor, sentándose a un lado de mi en la mesa.

Mi padre se encontraba de espaldas a nosotras, exprimiendo naranjas, sumiso en su trabajo sin prestar atención a la conversación que tenía con mi madre, y que ella repitiera una y otra vez la misma pregunta.

—Que no mamá, papá me llevara al consultorio con Lauren, no te preocupes—exclame, y arregle un mechón que se había escapado de su perfecta coleta.

—Vale, acompáñame a la salida— me pidió, quise renegar pero ella ya se había parado en dirección a mi padre—. Yo puedo pasar a buscarla si quieres.

Escuche el bufar del mayor, y como dejaba la fruta para enfocarse en ella, antes de decir algo, la atrajo a sus brazos y beso su cabeza.

—No te preocupes, cariño—dijo dando pequeños masajes a sus hombros—. Yo me quedaré la hora en la sala de espera, no tienes nada que temer.

Al final, ella asintió, y luego de besar sus labios camino hacía la salida junto a mi. El mayor me guiñó y volvió a su trabajo de exprimir naranjas.

Mi madre permaneció callada hasta que llegamos a la puerta principal, en donde de su cartera saco un pequeño móvil.

—¿Qué es esto?—susurre observando el celular en mis manos.

—Te lo he comprado, pero no le digas a tu padre—murmuro, para luego colgar nuevamente su cartera—. No le ha gustado mucho la idea cuando se la plantee, dice que aún puede afectarte. Pero no le hice caso.

—¿Y quieres que te llame?

Se encogió de hombros.— Todos los adolescentes de tu edad tienen uno, y si queremos que todo vuelva a la normalidad, tendremos que volver de cero.

—No entiendo—musite, frunciendo el ceño.

—Tal vez este un poco paranoica—rió rodando los ojos—. Pero toda madre se preocupa por sus hijos, además, me he enterado que has salido a pasear sola en la tarde.

—¿Papá te ha contado?

Apretó sus labios por unos momentos, y luego suspiro.

—Thomas me lo ha comentado, esta muy preocupado por ti, ¿ha ocurrido algo entre ustedes?

Bufe y me cruce de brazos.—Eso no es asunto tuyo.

Mi respuesta no pareció gustarle, lo supe por su gesto, pero no agrego mas nada más.

—Espero que todo se arregle entre ustedes dos—dijo mirando con impaciencia el celular en mi mano—. Por favor, quedatelo, y no le digas nada a tu padre.

Suspire derrotada y asentí, ella me dio un corto abrazo y luego se separo.

—Te veo en la noche, podemos preparar tu comida preferida, amor. ¿Quieres?—volví a asentir y ella sonrió, se acerco y acercándose planto un beso en mi frente—. Nos vemos en la noche entonces. 

Asentí una vez mas y luego quede en el marco de la puerta contemplando como desaparecía por las calles, hasta perderla de vista. 

El grito anunciando mi nombre hizo que me sobresaltara, y el celular por poco cayó al piso, suspire profundamente cuando pude detener que impactara contra la superficie del suelo. Lo guarde rápidamente en el bolsillo interior de mi campera, puesto que en los bolsillos claros de mis jeans no pasarían desapercibidos.

Un vaso de jugo de naranja me esperaba sobre la mesa, le sonreí y di gracias al mayor cuando me senté. El tomo asiento frente a mi, con su vaso en manos.

Sh...Es un secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora