Blanco Y Negro

capitulo 20

Narra Lauren

Si, era yo la que estaba en aquel auto pero no podía verme. Cuando Dani abrio la puerta Lisa me vio, si, me vio. Volví a cerrarla y salí de ese lugar con el auto.
No sabía que estaba haciendo, ese no era mi auto!.
—ESPERA!—. es lo único que escuche, luego vi que me seguía el auto de Lisa, estaba perdida.
—Dios Lauren piensa, por qué? Eres idiota este no es tu auto—. Me lo repetí a mi misma.—genial, ahora hablas sola!
Seguí manejando y no se en que momento se sumó la policía, claro Lauren, los semáforos se respetan mucho acá.
—señorita es mejor que frene!—. Me gritaron desde algún coche. Tuve que hacerlo, así que simplemente estacione y cerré los ojos.
Abrieron la puerta y me sacaron de una manera poco amigable.
—cuando le decimos que se detenga, usted tenía que detenerse, ok?!—. Me dijo aquel hombre poniendome contra el auto sosteniendo mis muñecas para esposarlas.
—esperen!—. Dijo, ay si, Lisa te amo.
—Que sucede señorita?—. Preguntó el hombre que acompañaba al que me estaba teniendo
—es mi auto—. Dijo ella. Los hombres se miraron y...

—TENGO DERECHO A HACER UNA LLAMADA !!!—. dijo Lisa tras las rejas
—no entiendo porque también estas aca—. Le dije, era las primeras palabras que soltaba después de media hora. Y si, estábamos detenidas las dos. Yo por pasar semáforos en rojo y ella por "cómplice de robo". El auto que yo tenía no estaba en nombre de ella, sino que era de su madre.
Me ignoro y siguió gritando.
—NO SABEN CON QUIEN SE METIERON!!! TENGO DERECHO A UNA LLAMADA!—.  Siguió repitiendo.
Un oficial se acercó para hablar con ella.
—ya resolvimos lo suyo —. Le comunicó, genial, saldría de ahí.
—cuando me voy?!—. Preguntó ella emocionada
—ahora mismo, pagaron su fianza—. Cuando le dijeron eso se puso algo pálida.
—Qué?—. Pregunto
—hola, algo que decir amor?—. era su marido, bueno, su futuro marido.
—Que haces aqui?—. Preguntó ella nerviosa
—eso tengo que preguntarte yo, no?—. Preguntó, se veía serio.—esto es por seguirla a ella, te das cuenta?—. Le pregunto el. Ella simplemente asintió, le abrieron la puerta de la celda, me miro triste para luego irse sin decir nada.
Ya pasaron 3 horas y nadie venía por mi, nadie me decía nada.
—espera! Tu!—. Le llamé la atención a un oficial
—hasta mañana no te vas, lo lamento—. Dijo sin detenerse
—no, sólo, puedo tomar agua?—. Pregunte.—o ir al baño siquiera?—. Agregue.
—no, lo lamento—. Dijo
—pero... Pero tengo que ir al baño!—. Dije
—en la celda hay!—. Dijo
No dije más nada, me senté donde estaba antes y me quede por horas ahí, sólo quería que pase la noche.
No se en que momento me había quedado dormida, pero me despertó un ruido.
—hey! Te vinieron a buscar! —. Me dijo el guardia
—a mi?—. Rápidamente pensé en lisa, sabía que no iba a dejarme sola!.
—a quien más?—. Dijo de mala gana
—ya me debes dos—. Dijo esa persona, esa que también me había sacado de la calle. Danielle estaba esperandome al otro lado de la celda.
—Que vas a querer a cambio?—. Le pregunté
—lo voy a pensar, ahora, lo mejor es que me lleves a casa, es tarde —. Dijo saliendo del edificio luego de hacer todos los trámites con un hombre que la acompañaba a ella.
—quien es el?—. Pregunte
—el nuevo—. Dijo simplemente
—el nuevo?—. Pregunte
—ay, el que trabaja abriendo la puerta en casa—. Dijo ella
—oh, claro—. Dije.—que tal... Que tal Lisa?—. Pregunte, quería saber cómo estaba
—no se, no fue a casa. Me enteré porque se le escapó a Christina —. Me dijo sin dejar de caminar
—ok, de todas maneras no puedo ir a tu casa, creo que Lisa me odia—. Le dije
—si. Creo que te odia, pero como te dije me debes una—. Dijo dándose cuenta de golpe quedando cara a cara
—en que piensas?—. Le pregunté alejandome un poco
—tengo que salir con un chico, me vas a cubrir —. Me dijo
—como?—. Pregunte
—dormiras en mi cama. Piensa, necesitas un lugar y yo una persona—. Me dijo, Ok, no.
—no—. Le dije
—no te di a elegir, lo haras—. Me dijo dando una media vuelta para seguir el camino que estaba haciendo
—tan lejos dejas el auto?—. Le pregunté
—si, si alguien ve el auto habría problemas—. Me dijo.
Al fin llegamos al auto y no sabía como haría para no hacer lo que Dani quería
—no estoy segura de que sea buena idea—. Le dije
—no hay opción, sólo te tapas hasta la cabeza y ya—. Me dijo sonriendo, como si fuera lo más fácil del mundo.
—cuantas películas de disney viste?, no creo que funcione—. Le dije
—muchas, si querés te hago un musical entero, pero no.—. Dijo riendo
—y el hombre?—. Pregunte
—no lo se, no importa —. Me respondió pensando un poco.
—pierdes a tu personal?—. Le pregunté riendo un poco
—bueno, a todos les pasa —. Se excusó de la cosa más ridícula del mundo.
—a mi no!—. Le dije
—pero sos pobre, daaa—. Dijo jugando con su pelo.—ok, antes de entrar necesitas saber algo... Tenés que entrar conmigo, ok? Si te digo corre, corres, si te digo cuerpo a tierra, te tiras al piso ok?!—. Me explico de una manera algo autoritaria
—bien, entendido—. Dije estacionando el auto.
Entramos con poca dificultad, subimos las escaleras y cuando íbamos a pasar a su cuarto sale Lisa de su habitación y Dani me tira al baño del pasillo
—wow, que fue eso?—. Preguntó Lisa
—lisaaaa! Por fin estas en... Casa —. Dijo Dani muy animada
—si, tengo que bañarme—. Dijo Lisa, trataba de no escuchar, pero su voz, Dios, necesitaba escucharla.
—no, no puedes—. Dijo Dani.
—oh vamos Danielle no estoy de humor—. Dijo Lisa con una voz cansada.
—bueno, me dejas hacer algo? Porfa, necesito ir al baño—. Rápidamente entró Dani al baño junto conmigo
—y ahora?—. Le pregunté
—ahora, te escondes!—. Dijo sacando ropa de un canasto
—ya estuve encerrada en la cárcel otra más?—. Pregunte indignada
—vamos Danielle! Tengo que salir!—. Dijo, mi corazón se rompió un poco al escuchar eso, me estaba dejando atrás.
Me metí al estupido canasto y Dani salió. A los segundos entró Lisa, lo supe porque se escuchó la puerta y música. Dios, fuera del canasto Lisa estaba desnuda, bañándose. El ruido de la lluvia se adueñó del baño, y yo no podía respirar. De todas maneras sólo tenía que esperar a que la lluvia se apague.
Luego de esperar por siglos y no poder espiar a Lisa, Dani vino por mi.
—ok, es tarde, tengo que irme. Sólo... Sólo te acuestas, tienes hambre? En el escritorio hay comida—. Dijo rápido.—sh, no preguntes nada, en el baño hay agua, ok?. Adiós!
—pero...—. Iba a decirle una vez más lo mala idea que era
—pero nada, adios—. Se fue por la ventana y no pude hablar más, no sabía que hacer, tenía miedo de que alguien entre y no pueda manejar la situación.
—Dani, tengo que hablar contigo.—. Mierda... En serio Lisa?

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