capitulo 3

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-narra Lisa

Me desperté temprano para ir al establo de nuevo, ayer pude desayunar dentro de todo tranquila, y quería conocer más de la empleada. No sabía como se llamaba, pero sabía que era hija de la que alguna vez fue mi cocinera y nana. Recuerdo el día que la cambiaron de puesto, no recuerdo porqué, tampoco se porqué nunca había visto a esta chica.
Eran poco más de las 6 de la mañana, y ahí estaba ella, haciendo el mismo trabajo de ayer, con un cubo de pasto seco de acá para allá.

-hola-. Dije con miedo acercandome a ella
Ella me miro y me sonrió.
-buenos días señorita-. Me dijo, otra vez tratandome como si fuera más que ella.
-pense que había quedado claro que no era necesario que me diga asi-. Dije evitando tutearla por miedo a que se ofenda.
-lo siento, recibi órdenes de que no puedo hablar con los jefes-. Me dijo marchándose
Me quede pensando, claro, seguro mi madre fue quien abrió su boca.
-quien te dio esa orden?-. Pregunte, ya sabía la respuesta, sólo quería saber si era eso, o sólo no quería hablar conmigo
-si no lo sabe no puedo decírselo, quiero mantener mi empleo señorita-. Dijo otra vez llamándome así.
-te ordenó que me digas quien fue, mi madre no es la única que puede despedirte-. Le dije un poco autoritaria aclarando mi garganta al final
-su madre-. Me dijo con miedo
-lo siento, no quería asustarla, sólo, necesitaba saber si era por mi madre o porque usted no quiere hablar conmigo-. Dije
-por qué quiere hablar conmigo?-. Me preguntó dejando lo que tenía en la mano a un lado
-por qué no?-. Pregunte
-porque nadie lo hace, que clase de gente poderosa habla con sus empleados?. Somos distintas señorita Lisa-. Me dijo tomando una bolsa con alimento, o eso parecía.
-per...-. No me dejo terminar de hablar
-mire, esta es su propiedad, puede estar en donde se le de la gana, pero eso no significa que tiene que ser "amable" conmigo-. Dijo marcando las comillas con su mano libre.- si esta tranquila en el establo, bien. Pero no quiero tener problemas con su madre, y no necesitó caridad de nadie. Trabajo para ganar mi propio dinero-. Me dijo de una forma dura pero seguia pareciendo tan dulce.
-por qué me estas diciendo esas cosas?-. Le pregunte
-porque no quiero que mal piense las cosas-. Dijo
-Lisa!!!-. Me llamó Lorenzo, lo supe por su voz. Que hacia el a esta hora aquí?
El se acercó a donde estábamos la empleada y yo.
-como te llamas?-. Le pregunte a la chica
-amor te estuve buscando por todos lados, tenemos una... Que haces hablando con una empleada?-. Preguntó el mirándola de arriba a bajo
-le estaba preguntando su nombre-. Dije sin dejar de mirarla, luego lo mire a el. Ella parecía estar algo incómoda
-se debe llamar Juana como todas las empleadas-. Comenzó a reír con su chiste de mal gusto.
-eres inmigrante? Te estas robando el trabajo de nuestras mujeres americanas?-. Le preguntó el muy serio
-ya basta!-. Le dije no quería que le diga todo eso, la mire y ella estaba con la cabeza gacha.-vuelve a tu trabajo-. Le dije para que salga de esa situación
Ella se fue casi corriendo al establo.
-por qué me hiciste callar Lisa!-. Me preguntó el molesto
-porque eres un grosero, es mi empleada! No tienes derecho alguno a gritarle a mi personal.-. Dije golpeando mi guantes de equitación en mi mano libre.
Estaba tan molesta, creó que nunca le había hablado así a el.

Una vez que llegamos a la empresa de mi padre, fui a mi puesto y vino una chica que sería mi nueva secretaria.
Entró por la puerta y cuando mire lo corta que era su falda mis papeles calleron al suelo y me puse más nerviosa que otras veces.
-buenos dias-. Dijo ella, era realmente guapa. Y creó que me estaba poniendo nerviosa de otra manera.
-buen día, por favor tome asiento-. Le dije aclarando mi garganta
-aqui?-. Preguntó ella señalando la silla que estaba en frente mio
-en donde quieras-. Dije como estúpida. Aclare nuevamente mi garganta.-quiero decier, en donde más te sientas comoda

Luego de la entrevista fui nuevamente a mi casa, estaba tan confundida por lo que había pasado. Tome un baño, me cambie y fui a buscar un caballo.
Lleve a mi caballo a la cancha, estuve 3 horas saltamos y andando.
El sol se estaba escondiendo y Juan vino por el caballo.
-lo siento señorita, necesita comer y descansar un poco-. Me dijo
-no hay problema. Oye, sabes si siguen trabajando?-. Pregunte
-el establo no cierra hasta las 20 señorita-. Me dijo Juan
-gracias-. Le dije
Comencé a correr para llegar al establo, y ahí estaba ella.
-Hola-. La salude por segunda vez. Ella no contestó, siguió con lo que hacia como si yo no estuviera ahí
-te estoy hablando-. Dije
-lo siento, estoy trabajando-. Me dijo
-bien, sólo quiero saber tu nombre-. Le dije
-Juana-. Me dijo pero es obvio que así no se llamaba
-mirame cuando te hablo-. Le dije como orden. Ella dejó de hacer lo que estaba haciendo y se acercó a mi, mirándome fijamente
-ahora dime como te llamas-. Le dije de la misma forma
-Lauren-. Me dijo cruzando los brazos.
-Bien, cuantas horas trabaja aquí?-. Le pregunte
-de 6 am a 20, pero luego me quedó media hora más limpiando, no me despidas por favor-. Comenzó a decirme mientras se agachaba.-necesito el empleo, lo necesitó de verdad.
Me agache con ella para quedar a su altura y levante su cabeza, no se lo que estaba haciendo, pero estábamos cerca, muy cerca, ella me miro con cara de "que cojones?"
-no voy a despedirte-. Le dije
-lolo sabes... Ok adios-. Dijo un chico que entró y así como entró se fue.
Me levante de inmediato limpiando mis rodillas, y la ayude a Lauren a pararse también
-termina por hoy-. Le dije
-gracias-. Dijo simplemente y se fue
Yo también volví a mi casa, en cualquier momento íbamos a cenar y yo tenía que estar puntual.

Blanco Y NegroWhere stories live. Discover now