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Me levantó muy temprano, a eso de las 9 de la mañana, doy varios saltitos en la cama, recordando que hoy no hay colegio, y que tendré el día libre para disfrutar en casa.

Luego de ducharme, me visto con un short negro y una remera azul, que tiene una frase en la parte delante "princesa ¿yo?", y rápidamente recuerdo ese día en que la compre junto a Amy.

<<<Flash back >>>

—René ven entremos, los grafitis de esta tienda son increíbles ¡me encantan! — gritaba mientras me tomaba del brazo para adentrarse en la tienda llamada: Start The Grafiti.

Al entrar, vimos una campaña de una escritora, llamada Emmy, muy simpática y divertida por cierto.

Según la campaña no todas las mujeres somos unas princesas, que solo pensamos en cosas superficiales.

Hay chicas que por lo injusto qué es él mundo, han tenido que pasar por cosas qué pocas personas imaginan, y según nos contó que para chicas del nivel social de Amy son inimaginables.

La campaña del libró me enamoró, pues trata de rendir homenaje a muchas chicas que han pasado por las calles, que no tienen una familia, que no conocen el amor ni el calor de un ser humano que se preocupe por su estado físico o emocional, chicas a las cuales el mundo solo le ha mostrado su lado oscuro.

<<Fin del flash back>>

Bajo las escaleras tarareando una canción que escuche en un programa anoche y me pareció interesante, salto los dos últimos escalones y mis pechos rebotan, miro al frente encontrándome con mis padres, Papá todavía en piyama leyendo el periódico y mamá tomando café, mirando su revista de chismes, bueno ella le llama de otra forma pero me da igual.

"Mi familia", entro a la cocina luego de saludar a ambos, y preparo algo para comer, luego me dedico a limpiar mi habitación, donde me entretengo pensando en mi mejor amiga y la falta que me hace.

Bajo cuando escucho a mi madre gritarme desde abajo, entro en la cocina y voy directo al comedor, no me había dado cuenta pero tengo mucha hambre.

Mis padres ya están sentados en la mesa comiendo, mientras sostienen una de sus conversaciones maritales, que no pienso interrumpir.

—René tenemos que irte a comprar más sostenes, ya que veo que tus senos están creciendo mucho en estos meses — miro a mi madre, la cual siempre sale con sus comentarios fuera de lugar. — Sí, mamá — asiento avergonzada cuando encuentro la mirada mi padre, sobre mis senos, que ahora están sin sostén.

La comida sigue su transcurso normal luego de aquella incómoda situación. Ahora me encuentro cambiándome para irme al centro comercial junto a mi madre.

Me colocó unos vaqueros apretados negros, una camisa blanca y mi chaqueta de cuero negra, junto a unos zapatos altos del mismo color. Mi pelo rubio lo dejó suelto con algo de hondas naturales, mis ojos verdes los decoro con rímel, me miro en el espejo con una sonrisa y listo.

Bajo las escaleras y me encuentro con mi madre ya arreglada, con su traje gris impecable. Jutas emprendemos el camino hacia el centro comercial principal de Seattle.

Colocó a Justin Bieber con la canción Love Yourself en el auto, mientras pienso en el parecido que tengo con mi padre, ya que mi madre y yo somos muy distintas.

Yo cuento con ojos verdes y pelo rubio, mi padre es castaño y un poco bronceado al igual que yo con ojos verdes, a diferencia de mi madre que cuenta con pelo rubio platino y ojos marrones oscuros, y tiene la piel más pálida que he visto.

Cuando llegamos a nuestro destino, mi madre y yo nos dirigimos a diferentes tiendas. En las cuales compramos ropa, zapatos, interiores entre otras cosas de uso personal, porque la verdad hacia un montón no me compraba nada.

Terminamos agotadas, así que al llegar a casa entro a mi habitación para colocar todo lo que compre en su sitio, no sin antes quitarme los tacones y mi chaqueta.

En la cena noto las miradas que me ofrece mi padre de reojo y realmente me siento súper incómoda. Nunca me ha prestado tanta atención, siquiera cuando era niña, ni porque soy su única hija.

La noche se pone muy calurosa, así que me voy a mi habitación, pero no logro conciliar el sueño, así que me pongo a leer un libro en mi computador, desde luego en mi aplicación favorita: wattpad. Se llama "Diario de una madre adolescente", Cuando ciento que se abre la puerta de mi habitación, y miro con recelo la puerta.

—Hola pequeña— agrega mi padre mientras se sienta sobre mi cama.

—Hola Papá— cuando agrego esto recuerdo las miradas del día de hoy y su repentina aparición. Luego me doy cuenta que sólo tengo una camiseta y unas bragas y no sé porque, pero un escalofrío recorre toda mi columna vertebral

— Veo que estas creciendo y tu cuerpecito está muy desarrollado bebe, agrega mientras me hace un rápido escaneo —¿me dejas ver nena?

SolaWhere stories live. Discover now