Tú la matarás

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"Juego Sucio"

S.M Guzmán


Capitulo XIX


Las palabras de Hermione, solo le habían confirmado a los Weasley, lo que Sirius había dicho ¿Pero donde estaba ese bebé? Ronald se dejo caer en una de las sillas y con credulidad empezó a razonar el año que su hermana desapareció de sus vidas.

─No puede ser cierto ─ Recapacito. Athur se sentó a su lado y mirando directamente a su mujer le hablo.

─Debemos recuperar a ese niño.

─Estoy de acuerdo contigo padre ─ Acepto el pelirrojo empezando a idear la manera más rápida para quitarle al bebé a los Malfoy.

Hermione camino atravesando el pasillo con rapidez y por fin detuvo su paso frente a una de las celdas, miro a Draco sentado al borde de una camilla, se le estrujo el corazón al verlo con la mirada perdida. Quiso decirle algo pero al primer instante su cerebro no fue capaz de reaccionar, él levanto la vista y la sonrisa más sincera se afloro en su rostro al verla a ella, se levanto y camino hasta donde los barrotes se lo permitieron.

─Yo no lo hice─ Fue lo primero que le dijo, ella lo miro sinceramente.

─Lo sé, yo te creo ─ Entonces lo miro a los ojos después de aquellas líneas y fue capaz de comprender que todo su cuerpo y ser lo amaba.

─ ¿Qué ha dicho mi madre cuando podre salir de aquí? ─ Pregunto de forma rápida ─Necesito ver a mi hijo ¿Cómo esta él?

─ Tu madre esta hablado con los abogados ─ Hizo pausa y lo miro ─ Draco yo... ─ Oculto su mirada y hablo ─ Yo le dije a los Weasley, de la existencia de Scorpius ─ Confeso temiendo lo peor, Draco sonrió.

─No estoy para bromas absurdas.

─ No es una broma, Draco, Ellos empezaron a acusarte y yo soló quise defenderte.

─Diciendo que tenia un hijo con Ginny ¿Esa fue tu manera de defenderme? ─ Se dio la vuelta y avanzo hasta una de las paredes golpeándola, desquitando la rabia que sentía en ese momento, pues sabia a la perfección que harían todo lo posible por quitárselo.

─ ¡Draco por favor para! ─ Le pidió ella al verlo golpear las paredes ─ Lo siento ellos te acusan de la muerte de Ginny, yo solo trataba de defen...

─ ¿Defenderme? ¡DEFENDERME! ¿Sabes lo ellos harán? ─ Le pregunto fuera de si ─ ¡Van a quitarme a mi hijo! ─ Respondió tratando de tranquilizarse ─ Y si ellos logran quitármelo Granger ¡TE LO JURO POR ÈL QUE TE HARE PAGAR!

Hermione retrocedió ante los gritos del rubio, que sinceramente le dolieron en lo más profundo.

─¡DRACO MALFOY! ─ Vocifero su madre llamando su atención ─ Esa no es manera de dirigirte ante tu esposa ─ Le regaño.

─ Déjelo así señora Malfoy, prefiero retirarme ─ Objeto la chica, iniciando una marcha.

─ Hermione, por favor ─ Rogo Draco, al verla marcharse, ella detuvo su paso y sin pensarlo dos veces regreso sobre sus pisadas ─ Lo siento amor ─ Se disculpo, y hay estuvieron las palabras que le derribaron todo el control que se había mentalizado. Una lágrima resbalo y ella fue capaz de sonreírle tenuemente.

─ Discúlpame tú a mi, por poner en riesgo la integridad de Scorpius, prometo cuidarle.

─No te vallas, quédate conmigo, Granger.

─Sera mejor que te quedes Hermione, hay muchas cosas de las que debes tener conocimientos ─ Pidió Narcisa ─ Draco, a decir verdad momentáneamente lo único que podría acusarte es que el cuerpo de esa niña apareciera en el bosque, sin embargo es muy contradictorio que hallas sido tú porque de tantos sitios justamente la dejaste en los terrenos, otro punto es que no se sabe quien le aviso a Potter, que su mujer estaba muerta y allí.

─Muchas cosas no encajan ─ Opino Hermione.

─Si encajan muy bien, el asesinato de Ginny. Fue solo para acusarme, alguien quiere verme detrás de las rejas.

─Por el momento no sabemos quien es Draco, pero si tenemos un testimonio muy importante a tu favor. Fue tu noche de bodas ─ Concluyo Narcisa ─ Nadie mejor que tu mujer saben donde estuviste tú esa noche ─ Reitero la mujer.

Hermione dirigió su vista hacia su marido, nadie mejor que ella para saber que él estuvo toda la noche en su cama haciéndola suya, y la vaga idea del embarazo llega nuevamente a su mente. Otra noche que tenían relaciones y no se cuidaban, estaba muy segura de lo probable que era que saliera en estado.

Sheila Taylor, sabía muy bien lo que quería destruir a toda aquella que se acerca a Draco. Camino hasta Sirius, y lo observo un rato.

── ¿Qué tiene ella? ── Pregunto por fin, la duda la estaba consumiendo.

── ¿Quién, Hermione? ── Cuestiono el animago, ella asintió en afirmativa ── ¿Qué quieres que te diga?

── ¿Qué tiene esa mujer que Draco y tú casi se matan?

── No sabría responderte, ella es tan... Dulce, amorosa y sus besos ── Sirius sonrió con amargura al recordar cada beso que le dio a la castaña ── Sus besos tienen un sabor dulce, creo que es el cielo ── Describió anhelante.

── ¡Vaya estas enamorado Sirius! ── Exclamo con burla.

── No soló yo Sheila, no sólo yo ── Apunto el animago, y la mujer lo miro con odio.

── ¿Qué estas queriendo decir con eso?

── Que mi querido sobrino también sintiendo todo eso que yo, es más Sheila, me atrevería a jurar que Draco, esta más que enamorado de Hermione ── Se acerco a ella ── Porque ella si puede amarlo.

──¡Callate! ──Grito furiosa ── ¡Ella no va a tener lo que es mío! ¿Me entiendes? Porque Draco es mío, y Hermione Granger, es una ficha que muy pronto estará fuera de este juego.

── ¡No te atrevas a tocarla! ── Sirius la tomo por los hombros fuera de si, ella dibujo una sonrisa sarcástica en su rostro.

── No Sirius ¿Cómo crees que yo manchare mis manos? ── Negó con la cabeza seriamente y lo miro fijamente a los ojos deletreando las palabras más hirientes para el animago ── Tú mismo mataras a Hermione Granger, no yo querido.

Juego sucio: El precio de la libertadWhere stories live. Discover now