Juego sucio: El precio de la libertad

Pagarás con sangre

"Juego Sucio"

S.M Guzmán

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Capitulo v

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Se lamentaba una y otra vez el hecho de haber aceptado casarse con Draco Malfoy, bajo las escaleras con fastidio, tenia que mudarse de la mansión Black, en cuanto le fuera posible no quería toparse con Sirius, aunque ciertamente eso era imposible.

── Buenos Días ── Saludo entrando al comedor.

── Buenos Días ── Se acoplaron algunos al saludo.

 Levanto la mirada y choco con la de Sirius, su nerviosismo se hizo presente, el timbre hizo que el espejismo que se estaba formado frente a ella se rompiera.

── Hermione hija, te buscan ── La voz de la señora Weasley se hizo presente.

── ¿Quién? ── Se atrevió a preguntar la castaña.

── La señora Malfoy ── Informo la vieja regordeta y el aliento de la chica se congelo por segundos, pero aun así camino decidida hasta la sala quizás la señora Malfoy, le pudiera traer buenas noticias, como que su hijo hubiera desistido de la idea de casarse con ella o se hubiera suicidado era una alternativa con Malfoy, nunca se sabia.

── Señora Malfoy ── Opto por saludo y la refinada mujer sonrió tenuemente.

── Hermione Granger ── Deletreo la señora con delicadeza ── Mi futura nuera ── Finalizo con una sonrisa cálida, la castaña respiro profundo ante lo que escucho y forzó una sonrisa.

── ¿Y dígame a que debo su visita? ── Cuestiono rápidamente mientras tomaba asiento frente a ella.

── Mi hijo me ha encargado los preparativos de la boda ayer ── Sonrió con frescura, al parecer le emocionaba la idea de dicha boda ── Se que solo faltan dos días, pero ya me he puesto a trabajar con mi asistente ── Tomo pausa mientras la examinaba, cosa que incomodo a Hermione ── Solo nos faltaría el menú de la boda y el vestido que portaras y mi hijo no supo decirme tu talla y creo que es mejor que tu misma lo escojas ── Agrego la rubia.

── De acuerdo ── Acepto la chica.

── Esta bien querida, será mejor iniciar de una vez ── Agrego complacida poniéndose en pie, la castaña forzó nuevamente una sonrisa ── Por cierto Hermione ── Nombro ── He mandado a buscar a tu madre para que nos acompañe ── Finalizo caminando delante de ella.

La castaña abrió los ojos con asombro ¡Sus padres por Merlín! ¿Como fue tan idiota en olvidar ese detalle? ¿Que dirían a decir sus padres de la boda con ese hombre? Que para ellos era un completo extraño ¿Y que tipo de explicaciones iba a dar cuando le preguntaran por su relación? Al darse cuenta ya se encontraba subiéndose al coche que las trasladaría hacia su destino.

No tardaron ni treinta minutos en llegar a un caro almacén ¿Muggle? su cara de desconcierto fue notaria.

── Me pareció indicado que escogieras el vestido en tu mundo, con tu madre ── Agrego Narcissa Malfoy, tenuemente y Hermione, diviso por la ventanilla a quien era su madre vestida casualmente se bajo del auto totalmente contrariada por la situación.

── Buenos días madre ── Hablo ella se sorprendió así misma de la manera tan tosca en que le hablo a su progenitora.

── Buenos días Hermione ── Respondió de la misma forma, Jane Granger ── ¿Y me imagino que usted es Narcissa Malfoy? ── Pregunto educadamente.

── Exactamente ── Afirmo la rubia ── Sera mejor que entremos, nos esperan ── Puntualizo Narcissa y Jane, le siguió el paso junto a su hija.

── Nos debemos muchas explicaciones señorita ── Susurro la castaña mayor y Hermione, bufo, sabia que no solo debía dar explicaciones, miro hacia a una pared y diviso la fecha treinta de noviembre.

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Sirius, se dejo caer sobre su cama con una botella de whiskey de fuego en su mano, inclino su codo y llevo la botella en dirección a su boca, tomando el líquido sintiendo como este quemaba su garganta.

La perdería no para siempre al menos eso pensaba, aunque claramente corría el riesgo de que ella se llegara a enamorar y eso era lo que él temía.

Sonrió con amargura mientras tomaba nuevamente un trago ¿Cómo era posible que el se había enamorado de esa niña? Si su ahijado se enterara de seguro no le volviera hablar. Quizás si lo mejor era dejarla ir ...

── ¿Pero que rayos piensas? ── Se reprocho así mismo ── ¡Jamás la dejare ir! ── Dijo mientras sellaba consigo mismo ese juramento, él lucharía en la oscuridad por su amor, amor clandestino.

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Camina hasta un espejo observando el pulcro vestido blanco, sonrió en la inconsciencia con una emoción triste, se casaría si lo haría, pero no con Sirius, no con plata sino con mercurio.

Ves el reflejo de tu madre y de tu futura suegra en el espejo, ambas mujeres sonriendo complacidas.

── ¡Te ves Hermosa! ── Alaga la señora Jane, con una lágrimas, si estaba enfadada todo su enojo se le fue al verla así vestida.

── ¡Toda una Malfoy! ── No pudo evitar mencionar la madre de Malfoy, la castaña se giro luciendo aun más dicho vestido y sonrió, una sonrisa rota apareció en su rostro.

Sentado en su escritorio de madera de alce se encontraba Draco Malfoy, giro su silla hacia el ventanal y sonrió con amargura, tenia que admitirlo al menos admitírselo al mismo la extrañaba con todo su corazón, pero jamás en su vida la perdonaría, no le perdonaría el hecho de que lo hubiesen abandonado, movió nuevamente su silla y abrió el cajón con llave sacando de el una foto.

── ¡Pagaras con sangre lo que me hiciste! ── Le hablo lentamente a la foto ── ¡Te lo juro por nuestro hijo! ── Lentamente acaricio la foto ── Te lo juro por mi, pagaras con tu sangre ── Dejo caer la foto en el cabete ── ¡Te lo juro Ginevra Weasley!

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Se dejo caer en la banca del parque necesitaba aire, necesitaba espacio, miro al cielo buscando respuestas pero era inútil, el cielo no le daría respuestas.

Acomodo su cabello detrás de su oreja y sintió como la brisa acariciaba su cara y se sobresalto al escuchar la voz de Draco Malfoy .

── No hay marcha atrás ── Hablo despacio y se sentó a su lado.

── Lo sé── Resoplo convencida ── Aun no puedo creer lo que esta pasando ── Sonrió con amargura y el rubio la acompaño ── ¿Cómo esta? ── Pregunto calmadamente.

── ¿Quién yo? Pues... bien ── Respondió con el entrecejo fruncido, Hermione rió sin ganas.

── No tu Malfoy, el bebé ¿Cómo esta él? ── Pregunto nuevamente la chica.

── No te encariñes Granger ── Repitió nuevamente las palabras que dijo en la Mansión.

── ¿Por qué no lo quieres? ── Hablo pero se maldijo internamente al ver la cara del rubio.

── Mantente callada, Granger ── Aconsejo.

── ¿Me podrías explicar al menos tu indiferencia con él? ── Pidió nuevamente, pero el chico no hablo ── ¿Dime al menos que lo quieres? ── Lo estaba exasperando y ella lo sabia y de cierta forma ¿Le gustaba? ── ¿Malfoy dime algo?

── Cállate ── Pronuncio y ella sonrió.

── Sabes a veces me pongo a pensar como fuera tu aspecto si fueras pelinegro, así como Harry ── Sonrió complacida al pensar que lo había ofendido, su sonrisa se esfumo al verlo mirarla y sonreírle.

── ¿Así que me piensas? ── Cuestiono ── ¡Que curioso! ── Volvió a sonreír y ella bufo se giro hacia un lado y su corazón bombardeo mas rápido, Sirius los estaba observando.

── Malfoy ── Nombro.

── ¿Si?

── Bésame