Prologo

4.1K 200 4
                                    

Desde aquella habitación que por esa semana le sirvió de cárcel, observaba como las personas elegantes y sonrientes llegaban una a una. Sonrió cuando vio llegar a sus amigos, aunque sonreían y amablemente recibían saludos, ella pudo percibir que estaban incómodos. Lucían elegantes y costosos trajes, cómo siempre hacían cuando la ocasión lo ameritaba. Sin parejas y es que les estaba prohibido ir a un evento público de alta sociedad con alguien que otros pudieran llamar “pareja oficial”.

En el fondo se encontraban sus padres quienes saludaban cordialmente a los invitados, su madre lucía realmente hermosa, deseó que otra persona más se encontrara allá abajo, pero eso era imposible.

“Esto es el día más feliz de tu vida – suspiró – sí como no”

            Recordó todo lo que había pasado, cada momento que le hizo acelerar el corazón, en serio quería creer, quería pensar que todo era real. “¿Por qué te quieres engañar?” Miró su reflejo en el vidrio de aquella ventana, aterrada se alejó de ella, caminó unos metros hacia atrás para quedar de frente a ese gran espejo que le mostraba a una chica de rostro triste, hundida en metros y metros de tul que conformaban su vestido blanco estilo Cenicienta; la corona compuesta de miles de mini diamantes resplandecía sobre su cabeza.

De niña una que otra vez se había imaginado ese día, en sus juegos era la mujer más feliz del mundo, ahora sin embargo, no podía estarlo. Tuvo ganas de lanzarse al suelo y llorar, pero entonces la puerta se abrió dando entrada a la persona causante de todos sus problemas, a la persona que quería destruir y con la que soñaba matar.

“Si lloras arruinarás el maquillaje. Creí que eras más fuerte, déjame decirte, eres la novia más bella que mis ojos han visto”

Envenenado de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora