Bodyguard (Muke clemmings).

008

Usualmente Billy era el que levantaba a Michael; pero este se encontraba conversando con Daryl, quien le pidió al rubio que fuera a despertar a Mikey.

El blondo subió las escaleras mientras buscaba la puerta blanca de la habitación de Michael. Golpeó la puerta tres veces y al no obtener respuesta alguna, giro el pomo de la puerta y entró. Encontró al chico pálido, esté estaba abrazando un peluche de León mientras descansa plácidamente. Soltaba algunos ronquidos y tenía la boca levemente abierta, sus cachetes estaban teñidos de un color rojo.

Luke caminó hasta estar de pie al lado de la cama de Michael; mantenía un semblante sereno.

—Joven Michael —llamó Luke sin obtener respuesta—, joven Michael —continuó.

Se sentó en la cama mientras intentaba despertar al chico. Puso sus grandes manos en los hombros del menor sacudiéndolo despacio.

—Madre mía, ya debe levantarse, joven. —Luke retiró sus manos de los hombros de él chico viendo cómo esté habría los ojos lentamente.

—¿Que haces tu aquí? —pregunto Michael tallándose los ojos con sus pequeñas manos—¿y dónde está Billy?

—El señor Billy está abajo conversando con su padre, quien me pidió que viniera a despertarte —hizo una pausa para mirar sus ojos verdes—. No sabía que tenía el sueño pesado, señorito.

—Solo estaba cansado, ya vete —gruño Michael.

—Como usted diga, joven —camino por la habitación con la intención de irse, chocando  con un león de felpa, lo recogió y dijo—. Tome su peluche, se le cayo.

—N-no es m-mío. —Michael tenia los cachetes de un color rojo.

—¿No lo es?, es el peluche que estaba abrazando mientras dormía.

—No, déjalo ahí; debe ser de otra persona —dijo agarrando el peluche, lanzándolo al suelo.

—Esta bien, si me permite; con permiso. —salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él.

El teñido salió apresuradamente de la cama recogiendo el León de felpa y levantándolo del suelo, lo abrazó y susurro: "perdón, Daniel." Dio un beso en la cabeza del pequeño León y lo volvió a colocar en su cama.

(...)

Luke se encontraba acompañando a Michael, estaban comprando un poco de ropa. Hasta ahora Michael solo se había probado pantalones negros, comprándolos todos. También había comprado una camiseta, unas camisetas sin mangas, algunos sweaters, y varias chaquetas. Luke se mantenía en una posición firme prestando atención a cada persona. Estaba atrás de Michael viendo como varios chicos y chicas se le quedaban viendo embobados. No solo a él, si no también a Michael.

El pequeño chico ni si quiera se daba cuenta de las miradas lascivas que algunos chicos le daban. Al terminar de comprar todo, Luke agarro todas las compras mientras seguía caminado detrás de Michael. El teñido se apresuró al salir tropezando así con un chico.

Este otro cayó encima de Michael dejándolo en el suelo. El chico encima de Michael no parecía tener intención alguna de querer salir de encima de él. Sujeto los brazos de Michael poniéndolos encima de su cabeza y lo miraba con una sonrisa pervertida.

—¿Qué demonios te pasa? ¡Suéltame ya! —exclamó Michael.

—Pero miren que tenemos acá— hablo el chico que se encontraba encima de Michael— princesa, hoy es tu día de suerte.

—Suéltalo. —Luke llegó tirando todas las bolsas al suelo.

—¿Y si no quiero? —con una sonrisa burlona apretó a Michael más contra su cuerpo.

Luke sacó al chico de encima de Michael dándole un golpe que cayó directamente en su nariz, rompiéndosela. Lo tiro al piso, mientras ponía su pie en él pecho del chico.

—No te pregunte que lo soltaras, te pedí que lo hicieras; si no quieres salir herido será mejor que te largues ahora mismo, niño.

El chico salió despavorido de ahí, desapareciendo lejos en una motocicleta. Michael seguía en el piso con la respiración agitada. El blondo se acercó hasta el chico tendiéndole una mano, este otro lo ignoro y se levanto por su propia cuenta sacudiendo su pantalón.

—¿Quien era ese tipo? ¿Quién se cree que es para hacer esto? Digo, a mí, que soy un Clifford.

—No lo sé, pero sea quien sea, llamaste mucho su atención. —recogió las bolsas del suelo y comenzó a caminar hacia el coche.

Michael lo siguió con pasos apresurados.