• Veinticinco •

4.8K 252 9
                                    

Alex.

Regresamos cuando están por dar las siete, seguramente no tardaremos en salir, habíamos pasado el día paseando, conversando y riendo. Cuando volvemos a entrar a la casa la música sigue sonando; el ambiente es bastante tranquilo.

Estoy comenzando a preocuparme porque el cielo anuncia lluvia y si eso pasa no podremos regresar hoy, es bastante lejos y prefiero que no nos fuéramos con mal clima. Ambos nos sentamos en el sofá más grande aun riendo mientras me quito la camisa a cuadros de la cadera para ponérmela sobre los hombros, aún traía el mismo short que ayer, acompañado de una playera negra y la camisa antes mencionada. Mientras James solo se cargaba unos pantalones de mezclilla y una sencilla playera negra.

Nos quedamos unos minutos en silencio disfrutando de la música, trataba de no pensar en nada, en nada más que en como mis dedos se movían al compás de las notas, cierro los ojos con la cabeza hacia arriba, siento como James se levanta de su lugar.

Abro los ojos y lo encuentro tendiéndome una mano, casi rio, sé lo que pide y cuando apenas estoy pensando en una excusa James toma mi muñeca y me jala hacia sí. Escucho la dulce canción de Phil Collins que sonaba por las bocinas, la clásica Against all odds era una canción tranquila y relajante.

–Yo no bailo – le digo mirándolo a los ojos, esté arquea su ceja, su ceja derecha como siempre hace y me dedica una sonrisa de medio lado.

–Te enseñaré – me dice.

–Te pisaré – le digo entre advertencia y excusa con la esperanza de que lo acepte y deje que mi dignidad se quede conmigo, porque es verdad, soy tan buena bailando como levantándome temprano: Nulo.

–Bien – lo miró extrañada ¿Acaso también es masoquista? Rio ante el pensamiento, espero que James haya ignorado esa repentina sonrisa – Párate sobre mis pies – lo miro ladeando la cabeza – Oh vamos, lo soportaré – camina conmigo a un lugar de la estancia donde no choquemos con algo, me muerdo el interior de la mejilla pensando en cómo salir de esa cuando James me acerca inesperadamente a él y termino por hacer lo que decía.

So take a look at me now
Well there's just an empty space
And there's nothing left here to remind me
Just the memory of your face.

Con mis pies sobre los suyos, James guía mis manos sobre su cuello – Sé que hacer, Henman – le digo mientras el ríe y pasa sus manos por mi espalda hasta llegar a mi cintura, no es un movimiento provocativo como suele ser su estilo, sino uno suave, como si temiera que me lastimara o algo así.

Ooh, Take a look at me now
Well there's just an empty space
And you coming back to me is against the odds
And that's what I've got to face

La canción avanza y seguimos pegados del mismo modo, al llegar al coro escucho como James susurra la letra, me concentro en ello mientras mueve sus pies debajo de los míos al frente y a atrás, o de un lado a otro.

And you coming back to me is against the odds
And that's what I've got to face,

I wish I could just make you turn around
Turn around and see me cry
There's so much I need to say to you

Cuando la canción termina en lugar de separarme apoyo la mejilla en el hombro de James esperando por la siguiente, inhalo su aroma: su colonia de siempre, un leve aroma a café y la clásica menta.

Sé que James toma montones de café, cualquiera lo sabría porque bastaba con mirar el portaequipajes de su auto repleto de envases vacíos, la menta tal vez se debiera a la goma de mascar que siempre carga en la guantera o en el bolsillo de su chaqueta, me quedo pensando un momento con las cejas arqueadas ¿Desde cuándo conocía tan bien a James Henman?

Con todo y tu orgullo®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora