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Guardo el celular en mi chaqueta a toda prisa y tiro del carrito para alejarlo de la escena del crimen.

— Joder...— mascullo para mi misma — Lo...lo siento tanto no me fije por donde iba.

El chico frente a mi me mira por un momento con ojos gelidos y oscuros como una noche de invierno, un escalofrío me recorre la espina dorsal y me estremesco en mi lugar su expresión cambia de una neutral a una de burla, cierra los ojos mientras se ríe ¿Qué es tan gracioso?

— Deberías tener mas cuidado, podrías hacerte daño pequeña — O podría matar a alguien, pienso yo. Rodea mi carrito y se aleja por el pasillo mientras yo me quedo viendo como se va.

Me golpeo la frente con la palma extendida y la deslizo por toda mi cara, repitiendome en mi mente que solo hago cosas vergonzosas frente a chicos lindos; suspiro resignada a ser un desastre con pies y tomo el carrito para seguir con las compras. Me dirijo a la caja para pagar todo y ruego por no encontrarme con el chico de antes en la fila, y aparentemente mis plegarias son escuchadas porque no lo veo por ningún lado, tomo las bolsas y camino a la entrada para regresar a casa a encerrarme para no causa mas desgracias por el día de hoy.

Me detengo en la acera del market para organizar mejor las bolsas y ahí es cuando mi amiga la mala suerte viene a darme de palos en las rodillas de nuevo, la bolsa de las manzanas que tengo en la mano se rompe y las frutas ruedan en el asfalto regandose.

— Por el amor de....¡Argh! —bufo y dejo todo lo que ya tenia en la mano en el suelo de nuevo para poder darle caza a esas manzanas, me arrodillo y empiezo a recolectarlas dejandolas a salvo en mi regazo. Ya casi tengo todas en mi poder, me estiro para tomar la que creo es la última y antes de poder cerrar mi mano sobre ella una sombra se cierne sobre mi al igual que un par de zapatos aparecen frente a la manzana, la cual se eleva en el aire y la sigo con la mirada, mi corazón da un vuelco dentro de mi pecho ¿Por qué yo?

— Creo que ésto, se te ha caído — el mismo chico al cual choque antes lanza la manzana en el aire y vuelve a atraparla con su mano mientras me mira desde arriba

— Te... te agradecería si me la devuelves — me levanto sacudiendo mis rodillas y le tiendo la mano tímidamente

— ¿Necesitas ayuda? — pregunta el chico ofreciendome la manzana para devolverla a su sitio con las otras de su especie.

— No, gracias, es que voy en esa dirección y no quisiera que te desvíes por mi culpa — señalo el camino por donde he venido y luego de mis palabras escucho una risita proveniente del chico

— No es problema, voy en esa dirección también — sonríe de lado y toma la mitad de mis compras para irse caminando —de nuevo— como si nada.

Aquí es cuando me pregunto si tengo muy mala o muy buena suerte, ¿ Qué tan malo o bueno es que un chico lindo insista tanto en ayudarme y ser amable? Estoy confundida, le doy alcance y caminamos en silencio solo escuchando el sonido de nuestras zapatillas chocar contra el piso hasta que se empieza a tornar incómoda la situación ¿Debería decir algo? ¿Sacar un tema de conversación? ¡Alguien arroje luz sobre mi predicamento!, afortunadamente es él quien decide romper el silencio

— Y...¿Cual es tu nombre?

— Hm...Vanessa, me llamo Vanessa — respondo mientras hago una mueca

— Lindo, mi nombre es Carlos ¿Vives por aquí cerca? — vuelve a formular mirandome de soslayo

— Sí, de hecho es esa casa de allí — estiro mi brazo en dirección a la casa donde vivo y él solo se limita a seguirlo con la mirada

El chico de la ventana [ 8cho Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora