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Dejo caer la última caja sobre la mesa de comedor y puedo decir que estoy oficialmente independizada, me giro sobre mis talones y observo a papá que escanea todo al rededor con su oscura mirada.

—Bueno, creo que éste es el adiós— murmuro apoyandome en la mesa

— No creas que te libraras de mi y de tu madre tan fácilmente pequeña, vendremos a visitarte cada fin de semana— me señala con un dedo y entorna los ojos

— Me parece bien, solo llamen una hora antes, ya sabes para limpiar no quisiera que a mamá le diera un síncope— bromeo, mamá es una de esas personas que al mas mínimo desorden sienten que se desmayan

Nos reimos de mi tonta broma hasta que nuestras risas son interrumpidas por el sonido de la bocina del auto, esa debe de ser mamá quien está desesperada por llegar a casa antes de perderse la telenovela de las 2pm. Le doy un último abrazo a papá antes de que corra al auto y me despido de ambos en la puerta agitando mi mano hasta que se pierden en el final de la calle.

Largo un suspiro con pesadez mientras dejo caer mis menos a los costados, cierro la puerta detrás de mi y camino hasta la pequeña sala para sentarme entre las cajas de cartón, tengo mucho que desempacar así que mejor empezar ya. Tomo una caja con mi ropa y la llevo a mi habitación, los rayos de sol entran por la ventana iluminando cada rincón y puedo ver pequeñas partículas de polvo flotando entre la luz, me quedo hechizada mirando como los puntitos bailan hasta que un grito me saca de mi ensoñación, me acerco a la ventana para buscar el origen del ruido entonces me doy cuenta que mi ventana tiene a unos cuantos metros (por no decir muchos) la ventana de la otra casa, espero un momento y veo una figura moviéndose en la ventana continua a la mía, luego de unos cuantas idas y venidas de la figura que se mueve de aquí para allá escucho mas gritos.

Perfecto, tengo vecinos ruidosos.

Pienso bufando, creo que no importa donde vivas siempre, repito, siempre habrá un vecino ruidoso o no?. Tendré que acostumbrarme ya que es lo que queda hacer. Acomodo la ropa escuchando una sinfonía de gritos y ruidos provenientes de mi querido —nótese el sarcasmo— vecino, aproximadamente después de una hora y media los gritos se apagan dejando todo el calma total así que decido revisar que está pasando. Me asomo levemente en la ventana y descubro a un chico alto de tez pálida y cabello negro azabache recogido en una coleta alta, tiene la vida clavada en el móvil mientras sonríe levemente, admito que es atractivo y por alguna razón no puedo apartar la mirada.

Mientras me como con la mirada al susodicho éste levanta la mirada y repara en mi. Oh-oh. Guarda el celular en el bolsillo de su sudadera gris y al hacerlo la prenda se desliza levemente dejandome ver pequeñas lineas negras de tinta adornar su clavícula, ¡Dios mio! Tiene un tatuaje eso aumenta su encanto en un 10% ¿Qué puedo decir? Me gustan los chicos tatuados.

"Saluda antes de que se te caiga la baba y deja de estar comiendotelo, por favor"

Susurra mi conciencia reprendiendome lo que hace que me pase una mano por la boca en busca de rastros de baba y debo de verme totalmente ridícula porque veo como el chico de la ventana reprime una risita, buen trabajo Vanessa ya estas haciendo el ridículo frente a un chico lindo. Le devuelvo la sonrisa apenada y decido saludarle con la mano cosa que el imita para luego abrir la ventana y señalar que haga lo mismo, busco el seguro y deslizo el vidrio.

— Hola...— dice apoyándose en el marco

— Hey, ¿Qué tal? — trato de sonar casual pero no creo que me este sirviendo

— Eres la nueva vecina, no? Escuché que la anciana de esa casa se ha largado a que se yo jugar bingo en el cielo — se encoge de hombros restandole importancia

— Eh...sí, soy yo y no murió, creo que se fue a vivir a Mallorca con sus hijos o algo así...

— En fin, soy Danny — ladea la cabeza levemente y me da una sonrisa de lado que podría derretir a cualquiera

— Vanessa — murmuro sintiendo como mis mejillas arden

— Pues bienvenida, espero que nos llevemos bien como vecinos — su sonrisa se hace más grande mostrando sus perlados dientes

— Lo mismo digo...Danny — ya no se me ocurre que mas decir así que decido despedirme antes de que la situación se torne incómoda — Creo... creo que volveré dentro, tengo cosas que desempacar, fue un gusto.

— Oh, vale. Igualmente fue un gusto — me da una última mirada y se mete por su ventana, luego desaparece en lo que supongo es su habitación.

Hago lo mismo y busco mi celular para enviarle un mensaje a June, mi mejor amiga, para contarle sobre el flamante vecino que tengo. Mi estómago ruge recordandome que no he comido nada desde el desayuno y debo llenar la nevera y la despensa, tomo una chaqueta, mi monedero y celular para partir al mini-market que se esta a unas calles, cierro la puerta con doble llave y empiezo a caminar por la acerca con los cascos a tope en mis oídos ambientando mi recorrido hasta las puertas polarizadas del local que se abren a mi paso para dajarme ingresar, al entrar una ráfaga de aire frío me impacta y hace temblar, luego de acomodar mi chaqueta voy en busca de un carrito para empezar a llenarlo con todo lo que necesito.

Para cuando ya va poco más de la mitad siento mi celular vibrar en mi bolsilllo indicándome que tengo un mensaje nuevo, lo abro y descubro que es June diciendo que envidia mi suerte y alguna que otra obsenidad sobre Danny, empiezo a teclear una respuesta cuando siento el estrepito del choque entre mi carrito y el de otra persona. ¡Santo Burrito! ¿Por qué yo?, levanto la mirada para ver los daños de mi estupidez y me encuentro con algo que para algunas chicas seria una bendición pero al tratarse de mi, ésto es una catástrofe vergonzosa de magnitud 15...

Primer cap, esto me emociona  ;v;

Dale a la estrellita y comenta si te ha gustado, hasta el siguiente capitulo uvu

El chico de la ventana [ 8cho Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora