La Asistente del Jefe©

Capítulo 23 (¿Todo Bien?)

-Estoy bien!. Estoy bien! - trato de tranquilizarme y sonar calmada, para que no me vayan a inyectar o dar algo para dormir, tengo que saber como están Dylan y Elias.
-Estoy bien doctor!

-ya desperto! Necesito hacerle unas preguntas- dice un oficial.

- Espere un momento! Tenemos que tranquilizarla.- dice el doctor.

-Estoy bien- repito de nuevo, sonado como si acabara de llegar de un retiro espiritual. Maldito doctor idiota si trata de ponerme algo haré que se lo meta por el... , tranquilizante Allison es tu oportunidad, inala, exala..
-usted diga! en que le puedo ayudar.- soy una maestra del control.

-a mi me parece que esta tranquila.- le dice al doctor, a lo que el doctor me voltea a ver y le regresó la mirada de lo más tranquila y pacífica aunque por dentro tenga una tormenta que revuelve todos mis sentidos, así que opta por acceder y salir junto con la enfermera.

El oficial empieza a preguntarme sobre todo lo que paso yo respondo completamente a todo omitiendo algunos detalles que quiero hacer como si nunca sucedieron y de los que no me siento lista para hablar, menos con un desconocido.

-es todo! Estaremos en contacto.- es ahora o nunca!.

-¿como esta ellos?- pregunto que apenas se me escucha la voz. Para nadie debe de ser fácil hacer esa pregunta en una situación similar.

-quien la secuestro Jang Zhou falleció en la escena. Los otros dos están en terapia intensiva. Perdieron mucha sangre uno de ellos está en estado crítico.

-quien? - casi suena como un grito de lo desesperado de la pregunta. Me mira como con lastima por lo que casi puedo deducir su respuesta.

- su esposo.- siento como el corazón se detiene un momento mientras trato de asimilar la respuesta, tampoco es que esperaba que me dijera que Dylan creo que no estaba para aceptar que fuera ninguno de los dos. O si?_-  Pida más informes a su doctor. Lo siento señora!, gracias por su cooperación. - se va.

Me empiezo arrancar las agujas y cables del cuerpo, a lo que entra la misma enfermera de hace un momento a quererme detener.

-NO SE ATREVA A TOCARME! - la miro fijo, juro que la mató si lo hace, no voy a permitir que nadie me siga reteniendo ni diciendo que hacer. Tengo que ver a Elias!. Al parecer se dio cuenta de mis intenciones por que se queda quieta solo mirándome.

-necesito ver a mi esposo. donde esta? - se ve una joven sensible espero no estar equivocada.

-No se quien es!

-el hombre que llego conmigo Elias Hoffman, se está muriendo- le digo desesperada.

-lo siento! Nadie puede pasar a verlo- lo dice con lastima.

-por favor! Es el hombre de mi vida tengo que verlo, quizás sea mi última oportunidad.- en el fondo no lo creó, si no ya estuviera muriendo yo también.- Por favor! Por favor ayudeme! Por favor! - le lloriqueo patéticamente.

-venga conmigo! La llevare - siento una pequeña chispa de alegría, como me debo de ver para causar tanta lastima.

-gracias! gracias!.

La enfermera a escondidas me mete a una habitación doble, se encuentran otras compañeras que rápido la reprimen con la mirada, pero después de hablar un rato con ellas se retiran y me dejan sola en la habitación, me acerco hacia la única cama que hay que se encuentra rodeada de cortinas azules. Al llegar hasta ellas miro al amor de mi vida empalecido y con más cables de los que yo quisiera, se mira mal pero aún así sigue siendo el hombre más hermoso que mirado en mi vida.
Quisiera abrazarle, subirme arriba de el y darle un poco de mi calor pero esta tan vulnerable que ni siquiera me atrevo a tocarlo.