Capítulo especial

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—Por favor Kagome, ya no llores— susurraba dulcemente Koga.

Después de lo ocurrido, lo llamé y fui a su casa, le conté todo lo que había pasado.

—Kagome, tranquila, arreglaremos esto te lo prometo, yo te ayudaré— dijo decidido.

—No Koga, tu no viste el odio en sus ojos, estoy segura que no le va a importar que yo sea la idiota de las sombras— comencé a llorar otra vez.

Koga solo se limitaba a darme suaves golpecitos en mi espalda.

La culpa de todo esto la tiene Sesshomaru, él y su maldita bocota, lo mataré, por lo menos ahora no tengo que hacer ninguna farsa, ya no me importa nada, lo que me hace pensar que fue mi culpa por haber esperado tanto, por haber sido tan cobarde e insegura.

—Te llevaré a casa, debes descansar, mañana yo mismo hablaré con el bestia ese— no podía haber un amigo más valioso que Koga, solo asentí.

Al llegar a mi casa, Koga se despidió asegurándome que mañana todo se arreglaría y podría estar con InuYasha.

(...)

No pude dormir en toda la noche, pensando en que se arruinó todo, Kikyo es una maldita, todo lo hizo con maldad, es una persona despreciable al igual que Sesshomaru.

Llegué a la escuela, me sentía tan intranquila, divise a la distancia a Sango, pero no quería contarle nada, sabía que ella se estaba interesando en Miroku y no quería que se distrajera de eso, se le notaba feliz.

Cuando entre al gran edificio, me dirigí rápidamente al baño, mi cara era un asco, necesitaba disimular el desastre en mi interior.

Al verme, pude ver mi rostro demacrado, grandes ojeras y una mirada pérdida, esto último no se podía arreglar con maquillaje; apliqué un corrector y me puse brillo labial, nada más, no quería parecer payaso tan pintada, como iba todo el tiempo Kikyo, yo quería ser natural siempre.

Que pensamientos más estúpidos que inundan mi cabeza.

Soy un caso perdido.

Las clases de la mañana transcurrieron agónicamente lentas y no había visto señales de InuYasha por ningún lado, tal vez estaba evitándome pero no creo que me de tanta importancia, tampoco había visto a Koga.

El día estaba terminando, me sentía extremadamente triste, mas aun, al ver que InuYasha no había asistido a clases, espero que se encuentre bien.

—¡Kagome! ¡Kagome!— me giré para ver a Koga que venía corriendo muy alterado. Me preocupé— Kagome, escucha- me miró a los ojos.

Esto no me daba buena espina, creo que nunca había visto a Koga tan alterado.

—Koga, habla— le dije casi gritando, de verdad me estaba asustando por su actitud.

—InuYasha aceptó la pelea con Bankotsu y se van a enfrentar ahora mismo.

—¿Qué? No puede ser ¡Koga! Bankotsu es muy peligroso ¿Cómo lo sabes?— mi corazón latía muy fuerte, casi sentí que me iba a desmayar.

—Yakotsu me lo dijo.

—¿Dónde?— pregunté.

—No me lo dijo— podía ver el miedo en los ojos de mi amigo.

—Dilo Koga, qué más sabes— lo conocía bastante bien.

—Bankotsu va por todo, Kagome, Bankotsu lo quiere muerto.

No, no, no, no.

Mientras mi mente procesaba la información, me di cuenta que esto era mi culpa, InuYasha no se siente valorado y esta sumido en una soledad y más ahora que piensa que lo traicioné con ese maldito, y como por magia pude verlo y una profunda ira me invadió.

—¡Oye! ¡Sesshomaru! ¡Maldito idiota!— le gritaba mientras me acercaba a él, pude notar la incredulidad en su rostro.

—¿Qué rayos te pasa niña estúpida?

—Eres un maldito envidioso ¿Cómo eres capaz de odiar a tu propio hermano, a tu sangre? Por tu culpa, ahora se va a enfrentar con Bankotsu— sus ojos se abrieron ¿preocupado? No lo creo— ¿Qué rayos te importa a ti que yo le mande cartas?— continué— Claro, como a ti nadie te ama, eres un prepotente, te crees mucho y no vales nada— Sesshomaru me veía desconcertado— tal vez InuYasha no sea hijo legítimo, pero es mejor que tu, quisiste hacerle daño pidiéndome esa estupidez y mucho más al decirle a Kikyo, pues lo conseguiste, si algo le pasa ahora, será tu culpa— noté su confusión, hasta me pareció ver culpa, pero no me importaba.

—¿Dónde están?— preguntó.

—No lo se.

Koga estaba a mi lado y nos fuimos, traté de pensar rápidamente pero no tenía una idea de dónde podían estar.

Dejamos la escuela, y caminamos, pero no sabíamos el rumbo, lágrimas comenzaron a caer por mi rostro, estaba desesperada.

—Tranquila— susurró Koga— lo vamos a encontrar.

—Si tan solo le hubiese dicho la verdad— solté un sollozo— esto es mi culpa, él había decido no pelear.

—¡Ya se! El tiradero— gritó Koga— sí, claro, ahí se juntan esos idiotas, y esta lejos de la policía.

No lo contradijé porque el sabía de estas cosas, nos dirigimos a ese lugar, pero quedaba a las afueras de la ciudad, íbamos a tardar bastante en el transporte público, comencé a llorar nuevamente, tenía un muy mal presentimiento.

—Suban— un auto paró para que subiéramos.

—Sesshomaru— dije sorprendida.

—Es mi hermano, maldita sea, y Bankotsu es capaz de todo.

Nos subimos al auto, estaba desconcertada, le dije cosas horribles antes.

—Mi padre metió a la cárcel a su hermano mayor y estando ahí, lo asesinaron— explicó— y juro vengarse con uno de nosotros, de haber sabido que esto estaba sucediendo.

Nunca lo había visto de esa manera, Sesshomaru el orgulloso, viendo esta reacción de alguien como él, me sentí peor. Koga me sujetaba la mano, tratando de tranquilizarse.

Al llegar, me bajé rápido del auto, no vi si me seguían o no, pero la cosa más horrible estaba sucediendo.

—¡INUYASHA!— grité y vi como caía al suelo y Bankotsu soltaba un puñal.

No supe de nada más.

—InuYasha— sangre salía de su estómago— InuYasha, no cierres los ojos.

—Ka...Kag-g-gome— dijo débilmente.

—No digas nada— la sangre salia como si se tratara de agua corriendo.

—Kagome, h-a-a..bria s...— se estaba debilitando. Atrás escuchaba ruido pero nada me importaba más- habría sido lindo q-q-que...— acarició mi mejilla— d-d-debiste ser tu— cerró los ojos.

—InuYasha, por favor, resiste, yo soy.. —abrió lo ojos— yo soy la chica de las sombras, tú chica de las sombras, por favor resiste, sé fuerte— volvió a cerrar los ojos, pero estaba sonriendo.

—M-m-mi chica— su mano cayó.

—INUYASHA, INUYASHA...

Cartas a mi amor imposible Where stories live. Discover now